Por Piero Innocenti – 28 de junio del 2017
Desde hace más de veinte años sigo los eventos del tráfico de drogas de México y de la seguridad pública en general. Por un tiempo lo hice muy de cerca, desde Colombia, donde pasé algunos años durante el período de los grandes carteles de Medellín, de Cali, de la Costa, de Pereira y de Bogotá. También fui testigo de su declive y del arresto, captura o muerte de sus líderes en enfrentamientos con la policía, la división en muchos otros "cartelitos" y en otras tantas bandas criminales que todavía se disputan los mercados de la droga.