POR DIEGO CALDENTEY
08/05/2016 - 10:56
• El 46% de los niños sirios y el 14% de las menores de 16 años están trabajando en condiciones deplorables, según un informe de ACNUR.
• Hay casos registrados de pequeños de entre 5 y 6 años que trabajan doce horas al día por 70 dólares al mes, obligados incluso por sus propios familiares.
Han escapado del horror... para sumergirse en un nuevo infierno.Los niños refugiados de Siria están siendo sometidos a deplorables condicionesde vida en Jordania, según alerta un nuevo informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR).
Unos 100.000 menores que hoy malviven en Jordania han dejado de ir a la escuela y trabajan en jornadas de hasta 12 horas diarias. En este país las condiciones no son las usuales que atañen a otros millones de refugiados de centros de otros países.
En Jordania, la mayoría de las familias que han escapado de la guerra civil deben costearse el sustento diario: alquiler de casas, comida, vestimentas... Por eso, son los mismos familiares de los niños quienes muchas veces obligan a los menores a trabajar.
En gran medida, porque muchos adultos están imposibilitados de hacerlo. Han llegado al país con heridas irreparables de la guerra, mutilaciones y muchos hasta con las facultades mentales afectadas. Entonces, ante la inviabilidad de poder obtener recursos, obligan a sus hijos a trabajar.
ACNUR señala que la política laboral de Jordania es muy rigurosa: todo extranjero que habite en el país necesita de un permiso de trabajo para desempeñar un empleo. Pero esa licencia les cuesta a los refugiados casi 1.000 euros al año, una cifra estratosférica cuando el sueldo medio de un inmigrante en ese país es de unos 80 euros al mes.
Por este motivo, el mercado clandestino de trabajo se hace más fuerte, y los niños son el blanco más vulnerable de esta situación. Para los inescrupulosos que les contratan, es mucho más simple aprovecharse de menores que además cobran mucho menos que los adultos por trabajar en tiendas y emplearse en casas como servicio doméstico.
Hay testimonios recogidos en el citado informe que estremecen: niños de 5 y 6 años que reciben como paga 70 dólares al mes, por jornadas de trabajo infinitas. Jordania, advertido en numerosas ocasiones por las Naciones Unidas, ha prometido mayores controles para intentar frenar la situación.
Pero el país se encuentra desbordado por el trabajo infantil, al margen de que el pasado año hayan sido clausuradas medio millar de empresas que empleaban menores. Las multas para los propietarios de los establecimientos también resultan insuficientes.
En Jordania, la edad mínima para trabajar legalmente es de 16 años. UNICEF, por su parte, viene denunciando desde 2013 las condiciones de los niños que son explotados laboralmente, medianye su campaña ' No Lost Generation'.
Hoy parece casi imposible revertir esa tendencia. En campamentos de refugiados como el de Zaatari, a 60 kilómetros al noroeste de la capital, y a solo 10 kilómetros de la frontera siria, las escenas que se registran cada día son atroces.
Familias enteras que admiten que no pueden recaudar el dinero necesario para cubrir sus necesidades mínimas no saben bien para dónde ir. Son conscientes que dejaron atrás un país donde sus vidas corrían serio peligro, pero ahora deben afrontar otros tormentos aún mayores.
A este cuadro de niños refugiados que son explotados laboralmente, hay que sumar otras circunstancias terribles en Europa. El tráfico de órganos y la prostitución son otros de los destinos desgraciados de millones de menores desaparecidos en el continente.
Redes criminales secuestran a los refugiados, que son forzados a prostituirse o a trabajar en condiciones de esclavitud. También se utiliza a los pequeños para mendigar o para la comisión de delitos.
Fuentes de Europol alertan de que muchos de estos menores podrían estar cayendo en las garras de mafias de tráfico de órganos. Ya a principios de año, el organismo habìa alertado de que desde que comenzó la llamada crisis de los refugiados se ha perdido la pista de unos 10.000 niños nada más llegar a Europa.
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