Por: Mariana Leiva
Las economías de los países de América Latina crecieron a un ritmo promedio de 3% en la última década y, en simultáneo, la pobreza experimentó una caída. Sin embargo, en 2015 la buena racha se cortó, según datos del Banco Mundial la región se contrajo un 0,9%. La estimación es que la tasa regional de pobreza su ubique en torno al 29,2%, de acuerdo a un informe de la Cepal sin tener en cuenta la Argentina por falta de datos oficiales.
Para 2016, la previsión del Banco Mundial es que la región experimente una moderada recuperación. Frente a este panorama, Zafer Mustafaoglu, líder de programa y economista principal del BM destacó a ámbito.com que "la disminución de la pobreza y la creación de empleos se está desacelerando y esto impone un desafío para los gobiernos".
"Con bajos niveles de crecimiento previstos para la región, la pregunta para los países es cómo se puede mantener este logro y ayudar a los mercados laborales para crear empleos, crear continuándolos y seguir disminuyendo la pobreza", resaltó.
Con respecto la visita del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, a Washington, donde participará de la próxima reunión del Banco Mundial, el economista resaltó que "el organismo ya anunció hace 10 días su programa para Argentina (desembolsará $ 6.300 millones) así que hay que esperar más novedades al respecto".
Por otra parte, Mustafaoglu, destacó que "la Argentina tiene hoy la oportunidad de integrarse más al mundo; tiene posibilidades de incrementar su productividad para atraer más inversiones, pero tiene el desafío por delante de genera confianza día a día".
En tanto, el economista especializado en análisis de la economía internacional Ricardo Arriazu resaltó a este medio que el acuerdo con los buitres "permitirá a la Argentina ingresar al grupo de los países emergentes y entonces habrá una reacción inmediata de comprar papeles locales".
Pero eso es sólo una parte de la cuestión, agregó Arriazu, porque también "hay que debatir qué hace Argentina con ese dinero porque si lo destina para seguir financiando gastos de consumo, improductivos, en cinco años, tendremos el mismo problema que ahora".
El experto afirmó que el país tiene hoy "una gran oportunidad, si ofrece seguridades a los inversores externos". "El mundo tiene mucho dinero y la Argentina va hacia un escenario de confianza en un panorama confuso, con incertidumbre por las elecciones de EEUU y partidos populistas avanzando en Europa", añadió.
En ese escenario, sostuvo Arriazu, que "los inversores se preguntan dónde puedo conseguir retornos altos y confiables; nuestra tarea es subir la tasa de retorno y bajar la tasa de riesgo". Confió además en la importancia del ahorro local, si bien advirtió que gran parte de esos recursos "se van al exterior" para eludir las crisis económicas.
Según Arriazu, el país es "netamente acreedor", porque hay oficialmente fuera de las fronteras unos 230 mil millones de dólares, "mientras el total de la deuda externa es de 180 mil millones". "El dinero argentino colocado en el extranjero es en realidad muy superior, más de 300 mil millones de dólares, porque las operaciones de compra de divisas se ocultan", estimó el experto, titular del estudio económico que lleva su nombre.
Alertó, sin embargo, que debe invertirse más y mejor que en los últimos años, especialmente en el sector industrial, para compensar el aumento de productividad del agro, que crece en torno del 3% anual.
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