RTVE.es / AGENCIAS – 31.03.2015
Las principales ciudades argentinas se han paralizado por la huelga convocada por los sindicatos, principalmente del transporte de pasajeros y de carga, para exigir al Gobierno cambios en el impuesto que grava los salarios.
Los sindicatos demandan modificar el impuesto a las ganancias, aplicado a los salarios superiores a 15.000 pesos (unos 1.585 euros al cambio actual), un reclamo al que se opone el Gobierno bajo el argumento de que sólo afecta "al 10% de los trabajadores" con mejores sueldos.
Los líderes sindicales han demandado al Gobierno que eleve el mínimo exento de pagar el impuesto sobre la renta.
Los sindicatos han señalado que más trabajadores tendrán que pagar impuestos si se conceden subidas salariales de doble dígito para compensar la inflación, que según el Gobierno fue del 24% en 2014 pero que algunos economistas sitúan en el 35%.
"El Gobierno tiene que atender las demandas de los trabajadores", ha dicho Claudia Ferretti, empleada de banca de 35 años, que ha expresado su malestar por la carga que suponen los impuestos en sus ingresos. "La inflación se come lo que nos queda en los bolsillos después de pagar impuestos", ha señalado.
Para Pablo Micheli, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), "el salario está prácticamente triturado" y el impuesto a las ganancias es "absolutamente ilegal".
El transporte de carga y portuario queda interrumpido
Los trenes, autobuses y el metro dejaron de funcionar a medianoche y eran muy pocos los taxis que circulaban a primera hora por Buenos Aires y también en grandes capitales provinciales como Rosario, Córdoba y Mendoza.
Además, todos los vuelos nacionales y regionales programados para este martes en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires han sido cancelados. Mientras que algunas llegadas han sido desviadas al aeropuerto internacional de Ezeiza.
"La huelga es total", ha dicho el titular de la Confederación General del Trabajo Azul y Blanca, Luis Barrionuevo. Mientras, el secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Hugo Moyano, ha pedido que la huelga "sea interpretada por quienes deben dar respuesta legítima a estos reclamos legítimos".
Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, ha calificado de "político" el paro y ha dicho que "hubiera trabajado el 95% de la gente, pero no pueden porque no tienen con qué viajar".
Agrupaciones de izquierda han cortado los principales puntos de acceso a Buenos Aires, lo que ha impedido también la entrada a la ciudad de miles de trabajadores que viajaban en su propio vehículo.
El transporte de carga, portuario y la recogida de basuras también han quedado interrumpidos, mientras que los hospitales solo atienden urgencias y bancos y tribunales permanecen cerrados.
Según la consultora Analytica, el paro provocará pérdidas a la economía argentina de al menos 3.000 millones de pesos (316 millones de euros).
Esta es la cuarta huelga convocada por los sindicatos durante el gobierno de Cristina Fernández, que afrontó el último paro general el pasado agosto, cuando centrales opositoras, con el apoyo de movimientos de izquierda y sectores rurales, organizaron una protesta de 36 horas en rechazo de las políticas del Ejecutivo.