01.10.2015
El candidato oficialista Daniel Scioli negó que se vuelva una marioneta de la mandataria Cristina Fernández en caso de ganar las elecciones presidenciales del 25 de octubre, como sugieren sus contrincantes, y advirtió que está dispuesto a cambiar aquello que está mal del actual gobierno. Scioli, postulante del gobernante Frente para la Victoria, resaltó en una entrevista el jueves a radio Con Vos que en los ocho años que lleva como gobernador de la provincia de Buenos Aires, que por su tamaño y población definió como "un país dentro de otro", ejerció el cargo sin condicionamientos de la actual presidenta.
Consultado si sería "una marioneta" de Fernández de llegar al gobierno, respondió negativamente. "Siempre la presidenta respetó mis facultades", sostuvo. Aclaró que si bien por su estilo "dialogo respetuosamente y busco siempre integrar, ello no significa que luego no decida con firmeza y atribuciones constitucionales". Líder en las encuestas, Scioli es apuntado por sus contrincantes como el continuador de las actuales políticas del kirchnerismo y que su gestión será condicionada por Fernández. Muchos kirchneristas que miran con recelo a Scioli también sembraron dudas al definirlo como un eventual presidente de "transición" hasta que Fernández quede habilitada constitucionalmente para volver a postularse en 2019. El gobernador bonaerense ratificó que no asistirá el próximo domingo al debate presidencial con otros cinco aspirantes de la presidencia en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires porque aseguró que "la gente sabe bien" lo que piensa. Mantiene así la tradición de no debatir de los postulantes que lideran las encuestas. No obstante, Scioli dijo que el país requiere de una ley que institucionalice el debate previo a una elección presidencial. Trascendió en medios de comunicación que los cinco candidatos opositores solicitaron a los organizadores del debate que coloquen una silla vacía para dejar en evidencia la ausencia del gobernador. Por otra parte, Scioli dijo que está en contra de la legalización del aborto y de la despenalización del consumo de drogas llamadas "sociales" como la marihuana.