CONTENIDOS ARCHIVADOS

Pin It

09baraniaoDurante la tarde de este miércoles, Mauricio Macri confirmó la mayor parte de los integrantes del próximo gabinete. Si bien se observa grandes cambios en el perfil ideológico de casi la totaidad de los ministros, se ratificó a continuidad de Lino Barañao al frente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, siendo este el único titular de una cartera en pasar de las filas del gobierno de CFK al futuro gobierno de Mauricio Macri. En un artículo publicado este miércoles en ANALISIS DIGITAL se pueden ver las coincidencias entre el kirchnerismo y Cambiemos, cuando de agrotóxicos se trata. Barañao, si bien es conocido por los importantes avances en materia de ciencia y tecnología durante este gobierno, significa la ratificación en el poder de la empresa Monsanto y la continuidad de la utilización de agrotóxicos: "Es como agua con sal", sostuvo el ministro en relación a los químicos que provocaron el incremento de enfermos de cáncer en las zonas fumigadas.De ANALISIS DIGITAL

En el artículo titulado "Monsanto, uno de los puntos en común entre Cambiemos y el kirchnerismo" publicado en este medio durante la jornada de este miércoles, se establecía una comparación entre las posturas del gobierno saliente y el entrante en materia de soijización y la utilización de agrotóxicos. Justamente, este miércoles por la tarde, se confirmó la continuidad en el gabinete nacional de Lino Barañao al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología.

El único ministro que seguirá en el gobierno de Macri se destacó por los ciertos avances en la materia impulsados por el gobierno, guiado por la firme postura de CFK de invertir en la ciencia, lo que significó la importante política de Estado de repatriación de científicos hasta la creación de Tecnópolis como exposición significativa de dichas políticas.

No obstante, por lo bajo y en silencio, Barañao también representó la tranquilidad de la multinacional Monsanto durante la era K, donde el modelo de sojización y la utilización de agrotóxicos. Según la abogada especialista en cuestiones ambientales, Graciela Gómez, Barañao "trabajó para Monsanto" y lo calificó como "un sinvergüenza" en su paso por la provincia durante 2012, en un encuentro que tuvo con el médico especialista en la materia Roberto Lescano, quién ha denunciado la relación causal entre la utilización de agrotóxicos y el incremento de enfermos de cáncer en la provincia.

Además, Barañao fue un adversario del investigador del CONICET, Andrés Carrasco, quien comprobó con basta carga probatoria que la utilización de los agrotóxicos es nociva para el medio ambiente y la vida humana. En reiteradas ocasiones, Barañao se encargó de manifestar que la postura de Carrasco no representaba el lineamiento del gobierno en la materia. Periodistas y especialistas coinciden en que Carrasco representó los mayores dolores de cabeza para el titular de la cartera.

Pero las relaciones entre Barañao y la defensa del negocio de la multinacional no acaban allí: Barañao es uno de los impulsores de la intervención genética en mamíferos y clonación de animales. En 2010 la empresa Bio Sidus y la FAUBA presentaron al potrillo llamado BS Ñandubay Bicentenario que fue clonado con una técnica innovadora de “agregación de embriones”. El presunto objetivo es preservar los genes de animales deportivamente valiosos. Este tipo de investigaciones y desarrollos científicos se producen con la inversión de Monsanto.

Un organismo público para blanquear estas prácticas

Por otra parte, en un artículo publicado por el periodista Darío Aranda se relata la fundación la Conabia (Comisión Nacional de Biotencología), impulsada y orientada por el área de Ciencia y Tecología, que nuclea a empresas “nacionales” (Biosidus y Don Mario) y las cámaras empresarias. También figuran “investigadores independientes”, pero con claras vinculaciones con empresas.

El Gobierno saliente y las compañías publicitan la Conabia como un “espacio pionero con un marco regulatorio sólido y de base científica”. De los 47 integrantes, más de la mitad pertenecen a las empresas o tienen clara vinculación con las mismas firmas que deben evaluar. De ellas depende, en gran medida, la aprobación de transgénicos en Argentina. Y, paradoja, 27 de ellas son de las mismas empresas que impulsan el modelo transgénico o de científicos con estrechos lazos con las mismas empresas. También hay 12 técnicos y funcionarios del Senasa (Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), Inase (Instituto Nacional de Semillas), INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Todos espacios con frondosos antecedentes de colaboración con el sector privado y transgénico.

Miguel Álvarez Arancedo es ingeniero agrónomo recibido en la UBA. Participa en la Conabia como parte de Casafe (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes). Su lugar de trabajo real es Maipú 1210, la oficina central de Monsanto en Argentina. En marzo de 2012, Arancedo celebró que la nueva soja de Monsanto (Intacta RR2 Pro) comenzaría a sembrarse en breve y se refirió al sistema de liberación del transgénico: “Tenemos la aprobación de Conabia, así que venimos muy bien en los tiempos. Creemos que podría llegar a estar a disposición de los productores el año que viene (2013)”. Arancedo no aclaró que él mismo participa en la Conabia y en el sistema de aprobación.

La continuidad de Monsanto como monopolizador del bionegocio está garantizada a pesar del cambio en el color político que preside el país.

http://analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=228323

 

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina