TRES MINISTROS DEJAN EL EJECUTIVO
La jugada de Barak, la agonía laborista y la alegría de Benjamin Netanyahu
Sal Emergui | Jerusalén
Teóricamente, el jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu debería estar hoy muy preocupado ante la dimisión de tres ministros laboristas a raíz de la sorprendente escisión del líder del laborismo y responsable de Defensa, Ehud Barak. En la práctica, es un hombre feliz ya que elimina la permanente amenaza de dimisión en bloque (13 diputados) de ese partido
En otras palabras, se asegura el apoyo incondicional de cinco escaños y la continuidad de Barak como ministro de Defensa sacrificando otros cinco diputados que votaban siempre en contra y tres ministros que amenazaban con irse si no avanzaba el proceso de paz con los palestinos. Y encima contribuye a una nueva crisis en el rival laborista. Más no puede pedir.
"El Gobierno se ha consolidado hoy. Se ha consolidado la gobernabilidad y estabilidad, lo cual es muy importante para Israel. Ahora todo el mundo sabe, los palestinos saben, que este Gobierno estará aquí en los próximos años y que con él hay que negociar para conseguir un acuerdo de paz. Nosotros queremos avanzar en las negociaciones garantizando nuestros intereses de seguridad y paz", ha declarado Netanyahu en su primera reacción tras la irrupción del "terremoto Barak".
El primer ministro negocia ahora con el nuevo partido de Barak para compensarles con algún puesto importante.
Horas después del sorprendente anuncio de Barak-abandono del partido laborista y formación de una nueva facción ("Independencia") junto a otros cuatro diputados- los ministros de su ex partido han reaccionado de la misma forma. Dimitiendo. Isaac Herzog (Asuntos Sociales) Avishai Braverman (responsable de las minorias) y Fuad Ben Eliezer (Comercio e Industria) anunciaron su marcha del Gobierno atacando duramente a Barak.
"Isaac Rabin se debe revolver en su tumba. Lo que ha hecho Ehud Barak no tiene nombre. El partido laborista debe salir del Gobierno, reorganizarse y encontrar un líder joven", afirma el veterano Ben Eliezer que asumirá el liderazgo de lo que queda del cadáver laborista hasta la celebración de primarias.
Es verdad que el partido principal del centro izquierda ha sufrido hoy un golpe mortal al oficializarse su división y convertirse en un grupo más de la oposición. Pero también es verdad, como aseguran representantes de las nuevas generaciones laboristas ideológicamente más a la izquierda que el actual liderazgo, que Barak les ha hecho un gran favor. Les da la oportunidad de resarcirse en la oposición y buscar un líder más popular. Una alternativa a Netanyahu y la derecha.
La agonía del partido laborista -reflejada en las últimas elecciones donde sólo consiguió 13 escaños convirtiéndose en la cuarta formación- solo puede curarse con una operación quirúrgica traumática. Barak ha sido el cirujano de una intervención que deja una profunda hemorragia en el movimiento que gobernó en las primeras décadas de la historia de Israel.
17/01/2011
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/17/internacional/1295285896.html