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presentacion226LAS BACRIM, NUEVAS RESPONSABLES DE LAS MASACRES EN COLOMBIA
Hernando Salazar
En 2010 también aumentaron los homicidios contra personas desplazadas, sindicalistas y maestros.
El informe anual sobre Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertó sobre un aumento considerable de las masacres en este país andino durante 2010, atribuidas a las llamadas bandas criminales emergentes, Bacrim.
"Particularmente preocupante es el fuerte aumento de masacres (40%) en el contexto de disputas violentas entre estos grupos y entre facciones de un mismo grupo", señala el informe, presentado en Bogotá por Christian Salazar, jefe de la oficina en Colombia de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos.
La oficina se basa en cifras divulgadas por el observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República, según las cuales en los primeros once meses de 2010 hubo 38 masacres que dejaron 179 muertos.
Esa estadística contrasta con las de 2009, cuando se registraron 27 masacres, en las que murieron 139 personas.
Aunque Naciones Unidas no se mete en el debate sobre la naturaleza de las Bacrim, las define como "grupos armados ilegales surgidos de la desmovilización de organizaciones paramilitares", cuyo principal móvil "es la obtención de lucro económico, principalmente de actividades ilícitas".
No obstante lo anterior, el universo de las víctimas de esas bandas está conformado en su mayoría por "líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y funcionarios y funcionarias públicas, que en el ejercicio de su función se oponen a dichos grupos, así como pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes".
El informe se queja de que esos grupos "cuentan en ocasiones con la aquiescencia, tolerancia e incluso convivencia, ya sea por corrupción o por amenazas, de algunos miembros de la fuerza pública, incluida la Policía Nacional".
Salazar expresó la preocupación de Naciones Unidas por el poco eco que producen en las autoridades estatales las alertas tempranas enviadas por instituciones como la Defensoría del Pueblo.

El jefe de la oficina de la Alta Comisionada, Christian Salazar, fue el encargado de presentar el informe.
Por esa razón, en las recomendaciones al gobierno, el informe pide "diseñar e implementar una estrategia integral de protección de la población de la violencia que ejercen estos grupos, que incluya una respuesta más efectiva a los informes de riesgo del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo".
Según el reporte, además de las masacres, en 2010 también aumentaron los homicidios contra personas desplazadas, sindicalistas y maestros.
Al mismo tiempo, Naciones Unidas se queja de que sus recomendaciones en materia de derechos humanos no siempre sean tenidas en cuenta.
Salazar le explicó a BBC Mundo que, en materia de delitos sexuales cometidos por miembros del ejército en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, pese a los pedidos de su oficina, el gobierno se demoró en reaccionar y solo lo hizo cuando ocurrió un segundo caso en la misma zona.
Por otra parte, el examen de Naciones Unidas destaca que en 2010 hubo una "drástica disminución de la práctica de presentar como muertos en combate a personas que se encontraban a disposición del ejército, "conocida como falsos positivos".
Esos casos dejaron unas 3.000 víctimas, especialmente entre 2004 y 2008, según el informe, que le pide al estado colombiano "avanzar en los procesos judiciales por las violaciones ocurridas en el pasado".
Viernes, 25 de febrero de 2011
BBC
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110224_colombia_informe_onu_en.shtml

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