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IMPERIALISMO-ALIMENTOS-GUERRA 1
Mafias. Kartels. Conflicto de baja intensidad
Beba C. Balvé 2
Planteamiento del problema
Según el materialismo histórico, para analizar los procesos sociales se debe construir una escala que abarque todo un período, marcando el comienzo y el final del mismo, a partir de hechos que tengan significación política y social y la tienen, porque convulsiona a toda la sociedad.
Esto produce una torsión dentro del período por medio de un enfrentamiento social que cambie la correlación de fuerzas e inicie una nueva situación.
Desde esta perspectiva nosotros analizamos la historia contemporánea partiendo de 1955 llegando a marzo de 2008. Se define como período revolucionario para todas las clases sociales desde 1955 a 1976, caracterizado por ser un momento ascendente de la lucha de clases y por ello de las alianzas políticas. A partir de 1976 intervienen “los hombres prácticos de lucha”, es decir las FFAA, cuyo propósito es derrotar a la subversión que implica, un cambio de orden para imponer otro orden y, realizado este propósito, comienza el período de la contrarrevolución, basado en la restauración “democrática” y en donde, los cuadros y funcionarios del nuevo régimen, para mantener la “gobernabilidad”, oscilan entre el temor a las masas y el temor a las fuerzas armadas, de donde a partir de 1983 se inaugura un período contrarrevolucionario y es cuando con Alfonsin desaparece el concepto de pueblo el que es reemplazado por “gente” y con Kirchner por “consumidor”.
Pregunta ¿Cuáles son los atributos de la contrarrevolución? Que el pueblo se encuentra disgregado en tantas partes impedido de constituir la totalidad y, los cuadros políticos e intelectuales que acompañaron las luchas obreras y populares, se encuentran segregados pasando al campo del liberalismo.
Esta es la manifestación de que hubo una guerra y que vivimos el momento de la contrarrevolución.
¿Cómo debe entenderse en esta conceptualización de los períodos, la indisciplina social de la Argentina profunda, cuyos protagonistas son la burguesía agraria y los pueblos del interior del país a quienes, se los privó del ferrocarril aislando a las economías regionales? Recordar que el desmantelamiento de los ferrocarriles fue una política impuesta desde el proyecto Larkin, que se inició con Frondizi y continuó durante décadas hasta su concesión en los ‘90, de allí que al no ser estatales dejó de cumplir su función social y en algunas provincias como en Entre Ríos y Córdoba los colectivos de larga distancia, en cierto momento, cubren las necesidades de la población rural haciendo escala en todos los pueblosEste proyecto fue el eje de toda una política de desarticulación nacional. Pero ahora el gobierno que surgió de 2003, en las antípodas del desarrollo industrial, representa fundamentalmente los intereses de la renta, especulativa, inicialmente la petrolera.
Para el proyecto de desarrollo nacional se requiere la articulación de todas las ramas de la producción conformando un sistema productivo. Ahora somos dependientes del petróleo y los granos en el marco de un superávit fiscal que garantice el pago de la deuda externa. Esto explica la política hacia las actividades agropecuarias y su reacción.
Para el caso específico de las actividades agropecuarias, el gobierno aplica fuertes retenciones para las exportaciones que impiden que el productor, no importa tamaño, no pueda manejar su propia empresa y deba vivir de las dádivas que le otorga el gobierno central (subsidios) ya sea para el pago de las hipotecas o para el gasoil, en la medida que se ajusten a los dictados del gobierno nacional.
Prácticamente aparece como una lucha por los recursos tratando de agudizar la contradicción campo-ciudad convertida en una antinomia.
El agravante de todo esto es que el gobierno no cumple con la Ley de Coparticipación Federal profundizándose el hambre y la miseria en todos los pueblos del interior del país, por tanto el intendente o el gobernador tampoco disponen de recursos propios afectando la producción, la salud, la educación etc.
La pregunta sería. Si la economía marcha a todo vapor y uno de los beneficiarios es el productor rural –no importa tamaño- ¿Por qué reaccionaron? ¿Por qué se unificaron todos? ¿Cómo lograron articular una alianza entre ellos y fracciones de burguesía y pequeña burguesía urbana? Primer punto a aclarar es que no son los productores solos sino todos los enlazados por esa rama productiva según división social del trabajo. Hace a la división social del trabajo de un sistema productivo. Este hecho social, en donde el protagonista principal aparece como el productor rural, encubre dos cosas: 1) que no es sólo el productor rural, sino toda la organización social de ese sistema productivo y 2) que no es la rentabilidad lo que explica este fenómeno, aunque se haga mención a ella, sino un hecho más profundo que implica toda esa estructura económica social y su superestructura política, ideológica.
La política del engaño y la firma de acuerdos que nunca se cumplen y se hace sólo a los efectos de ganar tiempo, es un mecanismo de la guerra social cuyo objetivo es desorganizar a esa fuerza social y esto se explica porque han sido anuladas las relaciones políticas.
Un pueblo sin relaciones políticas sólo le queda sublevarse, lo que nos lleva al comienzo de nuestro criterio de periodización en el sentido de que la contrarrevolución tiene un límite y un tiempo. Todos los cuadros políticos que cumplieron la función de gobierno a partir de 1983, engañaron al pueblo.
Si tuviéramos que periodizar las luchas agrarias en la Argentina contemporánea deberíamos partir de “El Grito de Alcorta” -1912-, los enfrentamientos de 1934 a 1936 en Chaco, protagonizados por los productores agrarios del algodón, las desmotadoras, los peones rurales, los hacheros y demás participantes de ese modo productivo. Enfrentamientos dirigidos por el Consejo de la Producción con asiento en Rosario conducido por socialistas y comunistas y reprimidos por las fuerzas armadas. Este hecho social influyó en todo el país, en su lucha contra los monopolios y los exportadores (Dreyfus, Bunge y Born, etc) exigiendo que toda la producción Argentina no se procese y elabore en el extranjero sino que se desarrolle la industria nacional. Las tres banderas que surgen de este movimiento, “independencia económica, soberanía política y libertad”, fueron tomadas por Perón en 1946, reemplazando libertad por Justicia Social.
Perón acompaña esta acción por medio de la sanción del Estatuto del Peón Rural, y logra articular un movimiento nacional interpretando el sentir de los pueblos del interior lo que lo llevó a iniciar el proceso de industrialización. Con estas medidas de política económica social y la creación del IAPI, se inicia el momento ascendente de la lucha de clases que culmina en 1976.
A la vez las Ligas Agrarias de 1970-77 que organizaron los hijos de productores, que ocupaban la dirección de sus empresas agropecuarias, también en el marco de un proyecto nacional y que fueron reprimidos a partir de 1976 y ahora, en marzo de 2008, “El Grito de la Argentina Profunda” cuyo valor político es haber construido un programa, y se sabe que el programa brota no sólo de los enfrentamientos sociales sino de una alianza de clases.
La cosmovisión ideológica de la clase media, que dice entender qué es la oligarquía vacuna, cuando se sabe que ha desaparecido y ese lugar lo ocupan los terratenientes extranjeros; que la Sociedad Rural Argentina es la oligarquía, imponiendo ideas caducas desde hace muchos años y que no son producto de un análisis político; que hay que fracturar la lucha rural entre los pequeños y los grandes en un intento por romper esa alianza de clases; que son los gorilas, lo que demuestra que nunca entendieron ni al peronismo ni al antiperonismo. Esto abona el discurso oficial y está en defensa del régimen. Es decir toda lucha que se libre en la Argentina en el medio rural o en el medio urbano, siempre es denostada y se pretende demostrar que carece de sentido. Este discurso se encuentra en el momento contrarrevolucionario.
Ahora ¿cuál es la radicalidad de este movimiento que al igual que en 1969 y como consecuencia que ha tomado forma una alianza de clases que articula campo-ciudad, constituye un punto de inflexión realineando el campo del pueblo en dos grandes fuerzas? Y que a la vez, este hecho social ha tenido la capacidad de quebrar el proceso contrarrevolucionario haciendo emerger la identidad nacional, la historia nacional a punto tal y como un indicador más, se retoman las luchas históricas de Argentina de 1912, se discute su desarrollo, no su crecimiento, volviendo las relaciones políticas y con ella la identificación de pueblo y de ciudadano.
La historia argentina, es la historia del movimiento social hegemonizado por momentos por el proletariado industrial, o por los productores agrarios del interior, lo que hace que se subsuma 1912, 1934-36, 1946 y 1973-76, enlazando historia, economía, producción, ideología, cultura a los efectos de la reconstrucción de la Argentina.
Si bien es cierto que es al gobierno al que hay que exigirle que implemente este programa, el problema son ciertos sectores de la clase media aliados al gobierno, los que deben tratar de no imponer la antinomia peronismo-antiperonismo, porque ahora la cuestión es otra.
Como en 1969, la sociedad se divide en dos y cada uno debe asumir su alineamiento en alguna de las dos fuerzas. Sin estereotipos, objetivamente.
Hay que recordar además que el pueblo, en su sentido más general, incluye a todas las clases y fracciones sociales. Ante un enfrentamiento de esta naturaleza se plantean dos proyectos y dos alianzas de clases. Debemos dejar el ideologismo que no conduce a un proyecto nacional y alinearnos según qué tipo de país se quiere, eso es lo que está en discusión hoy.
La contradicción que ha emergido con fuerza hoy es imperialismo-nación. Se combina la lucha intercapitalista con la interimperialista entendiendo que el mercado mundial, se divide en cinco territorios controlado cada uno por un kártel que fija los precios y la apropiación de la renta. Desde el siglo XIX se encuentran bajo el mismo comando y son los que guían el mundo capitalista, entre los cuales se encuentran Dreyfus, Bunge y Born entre otros.
Los territorios son: petróleo, acero, granos, carbón y laboratorios. Argentina perteneció hasta 1983 al territorio del acero y hoy nos encontramos en el territorio del petróleo y los granos.
La lucha está entablada por la apropiación de la renta donde los principales beneficiarios son los fondos de inversión. En este marco se encuentra la lucha de los productores del campo y sus pueblos. Expresa la lucha de La Argentina Profunda, la del interior, la que construyó el Estado-Nación y para resolver el problema de la nación se debe apoyar la alianza de clases que la expresa.
El mercado mundial que expresa en última instancia los intereses de las grandes corporaciones transnacionalizadas, influye sobre la legislación del Estado de manera burocrática (por simples decretos del Poder Ejecutivo y por fuera del Parlamento) para apropiarse, en un mayor grado de esta renta. La lucha es en su fundamento, intercapitalista. Es por ello que la contradicción principal imperialismo-nación aparece en el fragor del combate bajo la forma subordinada de campo-ciudad.
La técnica de la “gobernabilidad” que impone el gobierno y cuyo poder radica en distorsionar, engañar y sojuzgar a la Argentina productiva se asemeja al gobierno bonapartista y su “movimiento 10 de diciembre”.
Discutir la personificación de los que dirigen y participan en esta rebelión agraria es buscar chivos expiatorios que oculta una apreciación política de los hechos. Por lo tanto desde el punto de vista político, debemos recuperar la democracia política en tanto representación de los intereses del pueblo y las instituciones del estado. 
Se puede demorar el desenlace pero la guerra civil no es inminente pero sí irreversible. De los hechos de 2001, dejando de lado las fábulas que se han creado alrededor de los mismos, lo que se dejó de percibir es que el 2001 estuvo compuesto por grandes enfrentamientos sociales que constituían alianzas de clases (Rosario, Casilda, Entre Ríos, El Alto Valle, (Río Negro), Tucumán, Mendoza etc.), que son el antecedente de la lucha agraria hoy día en donde este no es un hecho aislado sino que es la continuación de un proceso por su forma y contenido.
La huelga agraria y movilización del campo crea las condiciones de la recuperación de la Argentina independiente y soberana pero, debemos recordar que este proceso se inició en 2001 creando las condiciones de la sublevación agraria actual la que con su programa expresa una alianza de clases y un proyecto político.
El reconocimiento de la lucha de sectores de este pueblo implica también el conocimiento de las leyes que rigen la lucha de clases. Tratar de fracturar un frente social con el argumento de defender a los productores chicos no sólo es falso sino reaccionario.
Volviendo. Las organizaciones corporativas del campo expresan el estado de ánimo de sus bases, habida cuenta que son organizaciones corporativas, al igual que la CGT en las décadas de 1960-’70 y´80 donde también sus huelgas generales nacionales eran expresión del estado de ánimo y de los grados de conciencia de sus bases por ello, eran fuerzas sociales.
Lo novedoso del período actual es que la disposición a la lucha que tenían fundamentalmente los obreros industriales ha pasado ahora a los productores y trabajadores del sector agropecuario. El prototipo de esta organización de lucha se verificó en 2001 en el Departamento Caseros, al sur de Santa Fe, con epicentro en la ciudad de Casilda bajo la forma de Multisectorial que incluyó grandes y medianas industria, chacareros, obreros industriales, comerciantes, desocupados, intendentes, cámaras empresariales, corporaciones económicas, autoconvocados, Mujeres en Lucha etc.
Ante este hecho se constató la emergencia en el escenario político de la burguesía industrial la que con su alineamiento en los enfrentamientos se constituyó en burguesía nacional. En este proceso que tomó forma en 2001-2002 la alianza de clases contenida tomó finalmente forma de fuerza social armada moral y materialmente y es fuerza social porque marcó el programa y su enemigo: gobierno, bancos y MERCOSUR.
Ahora ante este conflicto político ejerce la dirección de esta fuerza social un frente de organizaciones del sector agropecuario que hoy por el desarrollo de las fuerzas productivas, asume la forma de capital industrial, con una alianza de clases que incorpora industria, transporte, comercio, asalariados, técnicos y pueblos que integran la mayoría de las provincias argentinas y al igual que en Casilda los sectores productivos, están vinculados al comercio exterior.
La diferencia con cuarenta años atrás es que antes las luchas estaban determinadas por el mercado interno y ahora éstas están determinadas por el comercio exterior.
Como todo punto de inflexión como es el caso de la sublevación popular nacional de 2001-2002, de ella brotan dos tendencias: 1) la visible, la propagandizada que se manifiesta en que “se vayan todos” cuyo objetivo fue la destrucción de las relaciones políticas y sociales, sabiendo que las relaciones políticas, son económicas y 2) la emergencia y formación de una fuerza social armada moral y materialmente de la Argentina profunda, que logra realizar su fuerza en junio de 2008. Nacional, republicana y democrática y en donde su contenido se basa en la recuperación de las relaciones políticas, sociales y fundamentalmente la recuperación de la identidad nacional.

Fundamentación política e ideológica

 

Una detallada descripción y análisis de la forma política que toma el régimen de dominación por parte del poder mundial bajo el mando del grupo Bilderberger, 3 reales dueños del mundo, y que explica la forma como se implementa y sus consecuencias por medio del FMI, Banco Mundial, Consenso de Washington y finalmente los documentos Santa Fe Nro. I (1982), II (1988) y IV (2000) respectivamente y en donde, definen como democracia la del capital privado siendo los sistemas democráticos vigentes enemigos de ese dominio y que deben ser alterados, se encuentran implícitos en el trabajo de Osvaldo Iazzetta 4 del que rescato fundamentalmente lo referido a las relaciones políticas.
“El malestar con la política y las fuentes de la ‘antipolítica’. Aunque abundan evidencias respecto a los límites que hoy ofrece la política para regular la economía, no hay unidad de criterio respecto a las fuentes que generan tal restricción. La debilidad de las autoridades políticas frente al capital financiero global, la brecha de capacidades existente entre las herramientas de la política-confinada al dominio estatal-nacional- y las requeridas para enfrentar incertidumbres y riesgos de escala global, los límites sistémicos de la política para imponer su lógica a los otros subsistemas, son algunos de los factores que ilustran el marco actual dentro del cual aquella se despliega.
Si bien estos condicionamientos gravitan sobre todos los países del globo, no impactan de manera uniforme, pues aún dentro de aquella homogeneidad es posible reconocer un amplio margen de variación respecto a los grados de ‘soberanía’ de los estados y de sus autoridades políticas para procesarlos.
Estos rasgos generales se combinan con notas peculiares en cada situación nacional. En el caso argentino-aunque no resulta privativo de este país- debemos añadirle el auge de un sentido común dominante que coincide en resaltar la ineficacia de la ‘política’-y de los ‘políticos’ como personificación de aquella- para ofrecer respuestas a las cuestiones que hoy debe atender. Aún cuando el reproche es compartido por una amplia franja de la sociedad, conviene reconocer no obstante, algunos matices dentro de las voces que expresan este desencanto.
En efecto, es posible identificar dos fuentes alternativas de malestar que si bien se complementan en el orden práctico, expresan intereses y motivaciones claramente diferenciables.
1) Por un lado, existe el disconformismo de quienes advierten en la política una actividad faccionalista, autorreferida y guiada por intereses particularistas que promueve un creciente distanciamiento de sus dirigentes respecto a la ciudadanía. Aunque conviene evitar generalizaciones injustas, son inocultables las evidencias que otorgan asidero a esa desconfianza, generando un sentimiento de ‘antipolítica’ que abona el terreno para una amplia gama de tentaciones antidemocráticas.
2) Desde otra perspectiva en cambio, se rechaza todo atisbo de ‘intromisión’ de la política en la economía y se sugiere que aquella sólo debe ocuparse de una porción limitada y acotada de cuestiones. Esta postura manifiesta inquietud, primordialmente, frente a toda forma de regulación del ámbito económico, entendiendo que ello reprime las potencialidades ilimitadas del mercado para proporcionar bienestar.
Los intereses y los actores que encarnan estos discursos son distintos. Los primeros traducen el malestar del ciudadano común frente a la política y los políticos y asume el carácter de indignación moral. Aunque no deja de representar una intervención política, esa reacción se refugia en una ilusoria ‘apoliticidad’ que invoca su ‘pureza’ como contracara de la ‘corrupción’ asociada a la actividad política. De esa manera expresa un descontento que, aunque escasamente estructurado en términos organizativos, puede reunir poder de veto efectivo cuando la obligación de votar le ofrece periódicamente la posibilidad de ‘castigo’ o bien reaccionando espasmódicamente ante situaciones límites que exceden lo tolerable.
Los segundos en cambio, expresan las posturas de los grupos económicos más concentrados y reposan en algunas premisas simples-aunque no menos efectivas-, condensadas en la idea de que mientras menor sea la presencia política mejor….para el mercado. Este discurso se asienta en la creencia que las potencialidades del mercado pueden desplegarse plenamente en contextos en los que la política no interfiera con su faccionalismo e ‘irracionalidad’ y al mismo tiempo, se corona con la promesa de: lo que es bueno para el mercado será bueno para todos (…)
Por consiguiente, convendría afinar el alcance de los términos y aceptar que el ‘mercado’ en rigor es un eufemismo que oculta la acción de un puñado de grupos económicos concentrados que disponen de una gran capacidad para incidir en la formulación e implementación de las políticas públicas.(…)
De todas maneras, aun cuando constatemos que el mercado está guiado por motivaciones egoístas y no por el ‘interés general’ que invoca, su discurso igualmente dispondrá de espacio mientras la ‘política’ también siga siendo percibida por los ciudadanos como sinónimo de un ‘trabajo sucio’, orientado al interés propio de quienes la practican.
Si el rechazo a la política proveniente de la ciudadanía se funda en la creencia que aquella expresa ‘privilegios’ insustentables en el marco de una sociedad crecientemente empobrecida, para los grupos económicos en cambio, representa un’estorbo’ que interfiere con su lógica ‘irracional’ en el ámbito autorregulado del mercado. Esta convergencia, pese a reconocer orígenes y motivaciones divergentes, fortalece finalmente la capacidad de veto de estos últimos, de modo tal que la recuperación de autonomía de la política frente a la economía exige restablecer previamente la credibilidad de los políticos y la política como herramienta de cambio ante la ciudadanía. La persistencia de la brecha de confianza que separa a ésta de la dirigencia política, resulta funcional para que el discurso que aboga por la ‘despolitización de los mercados’ siga contando finalmente, con el respaldo y la bendición popular(…)
La segunda vertiente de la ‘antipolítica’ es compartida por actores económicos y reconocidos laboratorios de ideas que alientan la reducción del gasto estatal y político ‘en beneficio de todos’. La intervención de los partidos y las instituciones deliberativas entorpecen desde esta perspectiva, la adopción de políticas públicas apropiadas en tiempo y forma. Las declaraciones políticas o cualquier otro intento por poner límites a los mecanismos del ‘mercado’, devienen en ‘ruidos molestos’ que afectan la sensibilidad de los agentes económicos más concentrados los que de inmediato revelan su ‘malestar’ a través del incesante registro del ‘riesgo país’.
Conviene destacar sin embargo, que las ‘turbulencias informativas’ que desatan las calificadoras de riesgo, expresan demandas ‘caprichosas’ que no siempre es posible descifrar ni están guiadas, necesariamente, por la racionalidad económica. Los movimientos en los mercados financieros resultan de una mezcla de reglas de mercado, estrategias empresariales y políticas, psicología de masas, expectativas racionales, conducta irracional, maniobras especuladoras y turbulencias informáticas de todo tipo(…)
Esta ‘economía política de la incertidumbre’-impuesta por poderes financieros extraterritoriales a las autoridades políticas locales-requiere como contrapartida, la prohibición de reglas y regulaciones-políticamente establecidas y garantizadas- y al desarme de las instituciones y asociaciones defensivas que impedían el despliegue del capital y las finanzas a través de las fronteras(…)
En lo ideológico, esta postura es tributaria de la teoría neoclásica que sostiene que la economía es una esfera básicamente autónoma que al estar separada del resto de la sociedad, dispone de una dinámica interna que puede entenderse adecuadamente en sus propios términos.
Se erige por ende un modelo universal que intenta consagrar una autonomización de la economía, reducida a una mera cuestión técnica eximida de contactos e implicancias políticas y sociales.(…)
Esta visión impulsa la despolitización de la economía. Sin embargo, economía y política, no constituyen mundos disociados. La inacción del Estado expresa una opción política frente a la economía y su pretendido abstencionismo no logra evitar una toma de posición a favor de una de las partes en pugna.
En la etapa democrática abierta en 1983 hemos asistido a un notable ascenso de los técnicos a espacios de decisión política. Ya no se trata de meros asesores-aunque no haya desaparecido ese rol-, sino de tareas tradicionalmente reservada a dirigentes políticos.(…) No obstante, cuesta aceptar que todas las políticas públicas-cualquiera sea su especificidad-se reduzcan a la mirada económica. Subyace cierta ‘soberbia’ en la actitud de los economistas que presumen que basta dominar ese saber para ofrecer respuestas apropiadas sobre educación, defensa, política internacional, y así indefinidamente(…) Si esta ‘expansión’ es aceptada socialmente es porque el sentido común dominante asume que, dado que la mayor parte de nuestras incertidumbres se originan en la economía, nada mejor que recurrir a quienes son portadores de tales saberes para contenerlas y aplacarlas.
Bajo la apariencia de una política económica formulada con el respaldo de la ciencia y dotada de una ‘racionalidad’ certificada por prestigiosas autoridades internacionales, se oculta una ideología política que proporciona una matriz organizadora de la percepción de la realidad que participa de la lucha simbólica, clasificando y calificando los acontecimientos y definiendo prioridades en las políticas públicas adoptadas.
En este ‘juego sin reglas’ y de ‘incertidumbre endémica’, en este camino hacia el dominio incuestionado de la ‘economía política de la incertidumbre’, ‘las instituciones republicanas son las primeras víctimas’. Todo aquello que representa la república-en tanto madura deliberación por parte de los ciudadanos-choca de manera estridente con los propósitos o los efectos de las políticas de la incertidumbre.(…) El árbitro que decide qué políticas son ‘responsables’ pasa a ser el mercado global del dinero, en vez del electorado democrático. En este clima, un presidente demócrata, un primer ministro laborista o un canciller socialdemócrata pueden volverles la espalda a los sindicatos, pero más le vale no ofender a Wall Street, al centro financiero de Londres o Frankfurt(…) En el caso de economías altamente endeudadas y sometidas a un constante monitoreo de los organismos multilaterales de crédito-como el caso de Argentina- ese cuadro de restricciones se agrava aún más. En tales circunstancias, organismos como el FMI, pese a que en teoría proclaman su apoyo a las instituciones democráticas de las naciones a las que presta asistencia, en la práctica socavan el proceso democrático imponiendo sus políticas y raramente dan tiempo suficiente para que se logre un consenso amplio o para que se hagan consultas diversas bien sea con los parlamentos o con la sociedad civil (…)
La histeria que mostraron los ‘mercados’ para obtener la aprobación parlamentaria del ‘déficit cero’-en julio de 2001- resulta aleccionadora respecto a los márgenes de acción reservados a los órganos de deliberación en la formulación de las políticas públicas. Como advirtió un calificado testigo al evaluar ese acontecimiento;’Por un lado-el mercado-pide mejores instituciones a sus países, pero no tolera que la clase política argentina discuta, consensúe, que es básico en democracia’(…)
El reemplazo de los controles y equilibrios internos por la ‘disciplina del mercado’, no representan una mejora de las posibilidades de control. (…)
(…)Si situamos al poder político en un contexto democrático, resulta posible aceptar que su unidad de cuenta es el voto de los ciudadanos,tal como el dinero lo es para el poder económico.
Ahora bien, si la pugna entre ambos poderes se cifra en dichas unidades de cuenta, el margen para confiar en que la política salga airosa, se estrecha. El voto de los ciudadanos-pese a constituir un instrumento efectivo y temido por la capacidad de sanción que reúne-, se ejerce en forma espaciada y no siempre es posible recurrir a él para oponerlo al desafiante ‘voto’ que los mercados emiten cotidianamente entre cada turno electoral.(…)
Es preciso señalar que en un régimen democrático la’naturaleza autoritaria’ que conlleva este poder centralizado ha sido atemperada a partir de la implantación del estado liberal de derecho. En efecto, en un régimen político democrático, ese poder regulador que asegura las libertades, se legitima mediante la participación de sus ciudadanos y dispone de mecanismos de formación de la voluntad colectiva entre los cuales, las elecciones libres y periódicas condensan uno de los momentos cruciales dentro del proceso de representación política. De modo que el poder originado en la legitimidad del voto ciudadano y el poder entendido como expresión del interés general, expresan dos componentes decisivos a la hora de considerar el poder político en el contexto de una democracia.
El poder político en el marco de unidades territoriales centralizadas presupone poder estatal, de modo que cifrar nuestras expectativas sólo en el restablecimiento de la confianza, sin mediar una reconstrucción del estado y una recuperación de sus capacidades institucionales, instrumentos y recursos, resultaría insuficiente para fortalecer los poderes reguladores que sustentan y exige un régimen democrático en el contexto actual(…)”

La huelga agraria

“La situación del mundo rural”5 El absoluto fracaso recaudatorio de la hoy famosa resolución 125 nos informa que durante su vigencia, casi un 80% de las exportaciones de granos y sus derivados pagaron alícuotas entre el 25 y 30%. Tarea en manos de los exportadores. O sea, ni siquiera los niveles fijados por la resolución anterior 369-07; sino los correspondientes a la anterior a ésta, la resolución 10/07. Esto es posible porque los exportadores saben antes que nadie cuando va a ver aumentos en la alícuota para las exportaciones, por lo que antes que éstas se anuncien, firma un título de compra al productor y luego tiene una ganancia extra entre la alícuota anterior y la que se debe pagar en el momento de la exportación. A su vez solo un 17% tributó la alícuota de entre 30 y 35% correspondiente a la resolución 369/07. Y solo un 4% tributó la alícuota de entre 35 y 40%. Esto pone en evidencia el fraude al que se ha incurrido en relación a la intención de los legisladores que impulsaron la sanción de la ley 26531, reglamentada por el decreto 764/08. El desolador resultado que muestra el rango de alícuotas del 40-45%. Los nulos resultados de la alícuota entre 35y 40%, y los magros resultados de la alícuota de entre 30 y 35%, muestran que, pese a descontarle al productor las altísimas retenciones móviles, el grueso de las exportaciones se está realizando con las alícuotas fijadas por la resolución 10/07 o anteriores.
Como las grandes multinacionales, inversores agrícolas, y grandes ‘pooles’ de siembra dominan toda la cadena de valor o están interrelacionados con esta, o cuentan con sus traders, resulta evidente entonces que las retenciones móviles de la famosa resolución 125/08 sólo alcanzan plenamente a los pequeños y medianos productores de granos. El gobierno justificó primeramente la implantación de ellas, como un instrumento de política económica para nivelar los precios internos. Pero los precios se desnivelaron aún más, por efecto de la reacción que causó la medida. Luego justificó a las mismas, como un instrumento de recaudación para distribuir riqueza. Pero la recaudación como se ve, hasta el momento no registró ningún aumento. Entonces ¿para qué y para quienes han servido las retenciones móviles de la resolución 125?
El salvataje a las exportadoras de granos mediante la resolución 125/08.
En ese sentido, los rastros no son nada tenues para llegar a la conclusión que las retenciones móviles que han convulsionado al país, han beneficiado enormemente a las grandes exportadoras de granos. Estas les han permitido a las exportadoras, principalmente de soja y sus derivados, comprar barato y vender caro, al compás de la enorme alza de los precios internacionales. Y así poder cumplir con las DJVE (Declaraciones juradas de compra) que masivamente efectuaron en forma previa al dictado de la resolución 369/07.

Medio, procedimiento y táctica en relación al objetivo

La organización del movimiento. 6

La huelga del campo, comenzó inmediatamente un día después como consecuencia de la firma por parte del gobierno nacional de la Resolución 125/08 (10-3), que consistió en un aumento de las retenciones a la exportación de la producción agropecuaria con el agravante, que incorpora la movilidad de las alícuotas, según aumento internacional del precio de los productos.
Los productores del campo libraron una batalla bajo la dirección de la Mesa de Enlace compuesta por:La Sociedad Rural,Coninagro-Confederación Intercooperativa Agropecuaria-, CRA -Confederaciones Rurales Argentinas-, ( de la que forma parte CARBAP,-Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa- y, la Federación Agraria Argentina-FAA-. 7
La justificación del gobierno fue el aumento desmedido del precio de la soja a nivel mundial y la existencia de los pool de siembra.
Para conocer quienes son los grandes terratenientes hoy día puede resumirse en: Elztain con 600.000 ha.de tierra, Grobocopatel con 1.000.000 ha.,Urquía, con 200.000 ha., y las cerealeras, Cargill (USA) que exporta por u$s 4.317.000.000 millones, Bunge u$s 2.600.073.000 millones, Dreyfus, por 2.030.000.000 millones y le continúan, Nidera, Noble, ADM, Aceitera General Dehesa (Urquía) etc.
Acompañando en la lucha a la Mesa de Enlace se encuentra: la Corriente Clasista y Combativa –CCC-, la Corriente de “Chacareros Federados”, el Movimiento de Mujeres en Lucha, la Unión Campesina del Chaco y ASOMA(Asociación de Medieros y Afines) y UATRE (Sindicato de trabajadores rurales).
La organización de la lucha se llevó a cabo mediante Asambleas de Productores Rurales, y los medios utilizados son: suspensión de la comercialización, corte de ruta impidiendo la circulación de camiones con productos agropecuarios y piquetes.
Articuló su lucha con los pueblos y ciudades de provincias argentinas y así logró conformar una alianza de clases con comerciantes, industriales de maquinarias agrícolas, trabajadores rurales, estudiantes, profesionales y técnicos, y en algunas provincias la Iglesia, intendentes y gobernadores. Todo esto en relación con la Mesa de Enlace y en donde las organizaciones que la componen son de carácter político corporativo.
Hacia el 25 de marzo comienza a intervenir la Gendarmería Nacional para liberar el acceso al Túnel Subfluvial (Paraná-Entre Ríos-y Santa Fe), y el Secretario General del Sindicato de Camioneros y Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, convocó a los dirigentes de los gremios aliados a pronunciarse en contra del paro del campo.
Los sindicalistas relacionados con la industria de la carne y los puertos, el titular de las 62 Organizaciones peronistas y Secretario General de la Unión de Trabajadores Rurales y la Estiba (UATRE), no se pronunciaron habida cuenta que se encontraban a favor de la lucha agraria por estar íntimamente vinculados a esa producción.
Hacia fines de abril la Mesa de Enlace promueve y organiza una movilización masiva para el 25 de mayo en Rosario. Logran la participación de más de 250.000 personas la mayoría de ellas, productores rurales de todo el país.
Al no haber diálogo y atisbo de ninguna medida por parte del gobierno el 28 de mayo, mantienen la suspensión de la venta de granos y hacienda, incorporando la lucha en las ciudades y los pueblos con acampes frente a municipios y gobernaciones. Para esta fecha se encuentran en lucha las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Formosa, Misiones, Chaco, Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos. En todas estas se combinan cortes de ruta y Asambleas, concentrándose la actividad en las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, y Provincia de Buenos Aires.
El acto de Rosario constituyó un hecho político, no sólo por la participación de productores, sino por la fuerte presencia de población de las grandes ciudades. Este hecho significó una torsión en la relación de fuerzas con el gobierno, habida cuenta que fortaleció a la Mesa de Enlace y profundizó el enfrentamiento con el gobierno.
El gobierno contesta con el Poder Judicial deteniendo a dirigentes rurales y políticos de la oposición, interviniendo la Prefectura Naval arrestándolos en San Pedro, Provincia de Buenos Aires. La ofensiva se basó en criminalizar la protesta rural.
Como respuesta a esta medida se produce un corte total en Gualeguaychu (Entre Ríos) y el repudio de todas las organizaciones vinculadas al agro. Comienzan los grandes actos en ciudades de provincias en donde los más numerosos se concentran en el sur de Santa Fe, Córdoba y Provincia de Buenos Aires y se decide extender el paro agropecuario.
Paralelamente CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), denuncia ante la justicia a las empresas exportadoras del sector a las que acusa de actuar en forma cartelizada en la compra de trigo desde fines de 2006. Las empresas denunciadas son: Nidera, Bunge, Cargill, Dreyfus, Aceitera General Dehesa, ADM, Moreno, Noble, CURCIJA y ACA que manejan el 60% del volumen de trigo comercializado en Argentina.
Aducen que desde principios de 2006 las exportadoras y molinos de trigo reciben una presión de parte de la Secretaría de Comercio e Interior para no competir entre sí y mantener el precio doméstico a niveles más bajos. Según CARBAP esto llevó a que el perjuicio al productor ascendiera a 800 millones de dólares. Esta lucha logró dividir al país en dos. Observada la posición de los Intendentes de la Provincia de Buenos Aires, entre los cuales hay solo tres casos sin definición, los que apoyan al agro son 53 intendentes y los que adhieren a las políticas de gobierno, 43.
Después de 95 días de conflicto, son muy pocos los que pudieron mantenerse neutrales, tanto en las intendencias como en las legislaturas provinciales. En Córdoba, la casi totalidad de los intendentes se encuentran a favor del campo, salvo los de la ciudad de Córdoba y Villa María que están alineados con el gobierno. En Santa Fe de las 48 intendencias y 301 comunas, los apoyos se reparten entre un 70% para el campo y un 30% para el gobierno nacional, siendo más importante el apoyo al campo en la Legislatura provincial.
En Entre Ríos los diputados y senadores provinciales se pronunciaron a favor del campo, y en La Pampa y San Luis la mayoría de los Intendentes lo apoyan.
Hacia el 15 de junio se agrava el conflicto y se extiende a la Capital Federal. Hay manifestaciones de apoyo al campo, con cacerolazos frente a la residencia presidencial-Olivos- y un acto organizado por el Presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner en Plaza de Mayo. La gendarmería reprime un piquete en Gualeguaychú deteniendo a su dirigente Alfredo de Angelli de la Federación Agraria. Inmediatamente miles de manifestantes intentaron liberarlo y la Gendarmería decidió dejarlo libre, siendo llevado en andas por el pueblo hasta Gualeguaychú.
Esta represión fue el detonante de un hecho inédito en el país. Hacia la tarde del 15 se produjeron piquetes y cacerolazos en todas las provincias y en forma simultánea.
Paralelamente comienza la quema intencional de campos. 3000 ha. en Rojas (Pcia de Buenos Aires), varios campos ubicados sobre la Ruta 31 y caminos vecinales de la zona. En algunos de ellos fueron quemadas bolsas con granos y también en San Pedro, San Antonio de Areco, Baradero, Chacabuco, 9 de julio y Junín (Pcia. de Buenos Aires) incluyendo algunas viviendas. A la vez desconocidos tajearon silos bolsa donde se almacena la cosecha, en varias ciudades como por ejemplo Laboulaye, Río Cuarto y Chazón (Córdoba), Rufino y Villa Cañás (Santa Fe), 9 de julio y Junin (Pcia. de Buenos Aires), y General Pico y Quemu Quemu ( La Pampa) a partir de los primeros días de mayo.
Estos hechos lograron intensificar y a la vez incrementar en número los cortes de ruta, ahora acompañados por los cacerolazos. El 17 de junio se organiza una masiva marcha en la Capital Federal, reclamando al gobierno el cese del conflicto y desde las 20 hs. en todas las principales ciudades del país se llevan a cabo cacerolazos.
El gobierno realiza un acto en Plaza de Mayo-18 de junio- y la Presidenta de la Nación declara, que a los dirigentes de la Mesa de Enlace nadie los votó ni los eligió.
A partir del 21 los dirigentes deciden levantar los piquetes porque consideran que cumplieron su objetivo. La estrategia ahora es iniciar un debate con los legisladores nacionales, para lo cual se trasladan a la Capital Federal e instalan una carpa al frente del edificio del Congreso Nacional. Aproximadamente 500 intendentes de provincias argentinas, van al Congreso de la Nación en apoyo a la Mesa de Enlace.
Paralelamente grupos del movimiento piquetero, cubren la superficie de la plaza del Congreso con numerosas carpas contando con el apoyo del gobierno.
A lo largo de todo este tiempo las escasas reuniones convocadas por el gobierno a la Mesa de Enlace fueron frustrantes porque no se discutían los problemas que afectan al sector, y se prolongaban a lo largo del tiempo. Esto cortó el diálogo y la Mesa de Enlace decidió, además del acto en Capital Federal –zona de Palermo- empezar a discutir con diputados y senadores nacionales su propuesta y ganar consenso.
El 15 de julio se realizan dos actos en la Capital Federal. El originario programado por la Mesa de Enlace, que concentra en la Avenida Figueroa Alcorta, frente al Monumento de los Españoles y, que en realidad es el Monumento a la Carta Magna, logra reunir 237.000 personas con la presencia de muchísimos productores rurales llegados desde distintas provincias. Y el acto del gobierno, organizado por Néstor Kirchner frente al edificio del Congreso, ante una presencia de asistentes cercana a los 100.000, en su mayoría convocados por organizaciones sociales afines al gobierno e intendentes del conurbano bonaerense.
Esta manifestación de fuerza, que ya trasciende la Mesa de Enlace, demostró que el campo logró convertir su lucha, en una lucha de carácter nacional. Como también en su petitorio planteaba los problemas de los pueblos de las provincias, y la necesidad de que se respete la coparticipación federal y que las retenciones pasen a ser coparticipables, ganó en las calles la batalla política. En el petitorio la Mesa pedía que el tema de las retenciones pasara a ser resuelto en el Parlamento porque era el lugar fijado por la Constitución.
Al finalizar el acto la Presidenta Cristina de Kirchner anunció que enviará al Parlamento para su aprobación a libro cerrado, la Resolución 125/08 de Retenciones Móviles, medida que formaba parte de los reclamos del sector agropecuario.
La decisión del gobierno fue una reacción a los “cacerolazos” llevados a cabo en todo el país y tanto, la presidenta como Néstor Kirchner acusaron de “golpistas” a los que protestan pidiendo que se encarcele a los “estancieros” que cortan ruta.
Mientras tanto el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, confirmó que los Diputados y Senadores no pueden modificar el contenido del Proyecto de Ley.
El 26 de junio Kirchner presiona a Diputados para que apoyen el proyecto oficial. En el bloque oficialista son cuarenta los que piden cambiar el proyecto.
En la Cámara de Diputados, el 6 de julio, por sólo siete votos se aprobó el Proyecto de Retenciones Móviles, pero el gobierno debió aceptar modificaciones para su sanción. Quince legisladores oficialistas votaron en contra luego de diecinueve horas de sesión. El total de votos fueron 253, afirmativos 129 y por la oposición 122 y dos abstenciones. Aunque insuficiente, los ruralistas creen que se consiguieron algunos cambios y que el resultado de la votación no fue una derrota. Quedan a la espera de la decisión del Senado.
Para el 16 de julio el sector del campo había organizado un acto frente al Monumento de los Españoles. Néstor Kichner, presidente del Partido Justicialista (PJ), decide hacer un contracto frente al edificio del Senado para presionar a los Senadores. En su discurso acusó a los ruralistas como “grupos de tareas” y “comandos civiles” y también pidió acatar la decisión que tome el Senado. Los organizadores del acto calculan 300.000 asistentes y los medios periodísticos aproximadamente 100.000. Paralelamente y dos horas después comienza el acto del sector agropecuario y las poblaciones de los pueblos del interior sumados los de Capital Federal y Gran Buenos Aires. La presencia de 237.000 personas resultó una contundente demostración de adhesión popular. A la vez como en ese momento, estaba sesionando los Senadores, deciden quedarse en ese lugar para seguir el desarrollo de las sesiones por televisión.
Aproximadamente a las 21 horas la distribución de votos en la Cámara Alta era 35 a favor, 33 en oposición y 4 dudosos. Finalmente el resultado fue un empate 36 a 36 debiendo desempatar el Presidente del Senado y Vicepresidente de la Nación, Julios Cobos con las siguientes palabras:”Que la historia me perdone si me equivoco. Mi voto no es positivo, mi voto es negativo”.
Los líderes ruralistas estallaron de alegría.

Una síntesis

Esta ponencia se inicia con un análisis que distingue el fenómeno que aparece “retenciones móviles” del problema real que es político. Se demuestra que no sólo es un problema político, sino que toma alcance nacional y exige un alineamiento en relación a dos fuerzas sociales en pugna. Es este hecho el que permite que emerjan las relaciones políticas para imponer un programa cuya meta implica el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad y la recomposición del estado-nación.
En realidad se produjeron tres crisis: a) crisis institucional;b) crisis política y c) crisis de gobierno. En cuanto a la crisis política conceptualizamos el momento contrarrevolucionario a partir de 1983 llegando a la crisis general de 2001. Esto llevó a la crisis del centralismo orgánico electoral parlamentario y de partidos y al dominio del centralismo de carácter burocrático que se impuso a partir de la crisis de 2001.
Pero ésta como toda crisis abre dos vías de realización y dos caminos. 1) La vía de carácter burocrático, personificada por funcionarios sin participación del pueblo por la crisis de los partidos políticos y 2) la vía de carácter democrática que requiere del dominio de las relaciones políticas y sociales por medio de cuadros políticos, y de un Estado que garantice el desarrollo de las fuerzas productivas sociales para lo cual, en estos momentos se requiere prácticamente de una revolución de carácter democrática con participación de masas. Lo que quedó trunco en 1976 como meta a realizar, emerge nuevamente embrionariamente en estos 130 días de lucha.
Y en relación a esta revolución es el alineamiento.
Para ello rescatamos un análisis de Lenin acerca del régimen en Rusia durante el siglo XIX, que impuso el nihilismo en tanto negación de toda creencia, dominando las vulgaridades. Esta política tenía por objeto la destrucción radical de las estructuras sociales sin pretender sustituirlas por ningún estado definitivo. La imposibilidad del progresismo autóctono para comprender el proceso social que describimos, anida en una capa social que se encuentra bajo la influencia del nihilismo combinado con el relativismo en donde la combinación implica la negación de la búsqueda de la verdad. Es decir se encuentra imposibilitada de comprender el carácter revolucionario que tiene este movimiento. No es un problema de voluntad ni de los sesos de los individuos, sino de cómo se organizó y desenvolvió un momento de la lucha de clases en Argentina en medio de una crisis financiera mundial.
Bien. Si los enfrentamientos sociales en Argentina y en general en todos los países dependientes se encuentran en relación “nación-imperialismo”, para este caso, la lucha de los pueblos que en su mayoría se encuentran vinculados a la producción agropecuaria y al mercado mundial, vía comercio exterior, tiene como enemigo el kártel anglosajón de la guerra alimentaria donde seis transnacionales controlan granos y cereales y en donde dominan en los contratos a futuro los ominosos fondos de cobertura de riesgo en las Bolsas de materias agrícolas de la Bolsa de Cereales de Chicago, y la de Kansas-Mineapollis-Londres.
Una docena de compañías claves aliadas a unas cuarenta empresas medianas dominan la cadena alimenticia, en cuya cúpula se encuentran el kártel de las seis transnacionales de granos: Cargill, Continental, CGC, Archer, Danields,Midland (ADM), Louis Dreyfus, André y Bunge y Born. Su dominio prácticamente absoluto en el mundo de los cereales y los granos desde el trigo, maíz y avena, pasando por el sorgo, cebada y centeno, hasta las carnes, lácteos, aceites y grasas comestibles, frutas, vegetales, azúcar y especias. Los alimentos en general.
Es este el mapa de los dueños del mundo vía el comercio de granos y, cuya política responde a las necesidades del capital financiero internacional y usurario.
La lucha de clases desarrollada en la Argentina a lo largo de cinco meses combinó acciones de masas, lucha política y lucha parlamentaria, creando una situación de masas y es esto lo que le da carácter revolucionario al momento en relación al estado previo de esta sociedad.
Toda situación de masas implica una crisis revolucionaria y también una torsión que cambia la correlación de fuerzas en relación al estado del poder entre las clases sociales.
La emergencia de una revolución de carácter democrática, que es lo que estamos presenciando, implica de hecho la realización de una alianza de clases de carácter democrático donde confluyen fracciones de burguesía, proletariado, técnicos y distintos sectores de la población urbana-rural.
Ahora se establecieron las condiciones para la realización del poder de una fuerza social que expresa los intereses De la Argentina Profunda.
La lucha por la recuperación de la soberanía del Estado-Nación implica también la recuperación de la República democrática. Esto es lo que ha quedado planteado como meta a realizar desde1976 por el pueblo argentino.
Finalmente. La relación de dependencia entre el Estado, el Comercio Exterior, y el Mercado Mundial contradictoria a los intereses de un sistema productivo agro-industrial, organizó un vasto movimiento social que recorrió la mayoría de las provincias y territorios económicos del país haciendo emerger el interés nacional. Detrás del Estado se encontraban los intereses de los Kártels de los alimentos y su imposición usuraria en detrimento de los productores rurales, la industria de máquinaria dedicada a las tareas rurales, los profesionales, etc.
Hemos descripto como a partir de las ventas a futuro basadas en la especulación, e hipotetizando acerca del precio de los granos a futuro, el Estado argentino que cobra retenciones por las exportaciones modificó incrementando las alícuotas en julio de 2007, después en noviembre y finalmente en marzo de 2008. Como los contratos de compra se hacen antes de que comience la cosecha, empezaron a bajar los precios de los cereales a comienzo de 2008 y en este caso, los grandes exportadores mundiales de cereales perdían grandes sumas de dólares, y para evitar esa pérdida el gobierno aumentó la alícuota y la convirtió en móvil de acuerdo a los precios fijados en la Bolsa de Chicago y otras.
Este fue el detonante de un conflicto que terminó en una crisis política.
¿Qué distancia existe entre “mafias” y los “kártels internacionales”? Que ambos aplican los mecanismos y las técnicas de los conflictos de baja intensidad que incluyen el terrorismo mediático, ideológico, y atentados. En este caso quema de campos y de los cereales almacenados, amenazas, etc. creando una situación y una atmósfera de caos social.
Ahora vemos que en el colapso financiero mundial de setiembre de 2008, tuvo participación la especulación financiera de los kártels de los alimentos, petróleo, etc. además de bancos, seguros, y en especial los fondos de inversión. Todos estos participaron y son responsables de la crisis económica y política de la Argentina.
Durante la hegemonía del capital financiero rentístico, el patrón de medida es la usura y sus guardianes los contratistas, organizaciones armadas privadas y paraestatales. 
El objetivo en esta lucha es, para unos, la destrucción del Estado-Nación y con él las relaciones políticas y, por parte de los pueblos, su defensa. 
Y para finalizar. A lo largo del desarrollo del capitalismo y fundamentalmente en su etapa monopólica y luego financiera, hay sólo dos escuelas en la teoría económica. La del librecambio, la que comúnmente se denomina el liberalismo ó el neoliberalismo, que tiene su origen en Inglaterra en la época en que ésta dominaba el mercado mundial. Por supuesto la acompañaba toda una superestructura política y jurídica. A ésta en el siglo XVIII comienzan a enfrentársele la del estructuralismo Alemán que enfatiza el papel del estado en el proceso de desarrollo con sus instituciones y reglamentaciones. En una palabra, la democracia del capital privado que impone el Consenso de Washington a partir de 1980, y el capitalismo de Estado convertido en enemigo de la democracia. Era y es una lucha en el marco del mercado mundial.
Ahora se ha impuesto como una religión la libertad de mercado exigiendo que la política no interfiera. Pero, ¿qué se va a entender por mercado? El mundo de la circulación de las mercancías y dentro de ella el del dinero. Pero ahora el dinero no es la expresión de una mercancía objetiva y material sino que es algo totalmente inmaterial sin respaldo, y que se incrementa producto de la fantasía de los llamados operadores y en particular los fondos de inversión. Y es por ello las imágenes de la burbuja, el estado febril de las bolsas y la ausencia terrenal de los operadores.
Entonces ¿a quién se dirigen cuándo hablan de libertad de mercado? A la clase política de los distintos gobiernos para que den libertad a ésta operación especulativa en detrimento de los pueblos, los trabajadores y, las naciones.
Sofismas, tautologías, a los efectos de engañar a los pueblos y en donde son los intelectuales, los medios de comunicación, los aparatos de inteligencia, los contratistas y los cuadros políticos los que le dan forma de “relato”. 
La historia como siempre, está en manos de los pueblos.

1 En marzo próximo pasado la autora escribió un artículo titulado “El paro agrario: Una guerra de carácter nacional”desarrollando esta problemática y que antecede esta investigación, en tanto formalización del problema. Publicado entre otros medios en Nacional y Popular, 6 de abril de 2008 y Revista Política y Desarrollo 7 de abril de 2008 versión digital.
 
2 Directora de CICSO-Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales- Buenos Aires, abril 2009. Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
 
3 Cfr. Imperialismo-dinero-guerra, Beba C.Balvé en: Revista Antimafia-Duemila. Italia,Año VI, Nro.50,año 2006.
 
4 “La política del entredicho” en: Estudios Sociales 22-23(revista universitaria semestral) UNL, año XII-2002.
 
 5Mario Cafiero y Javier Llorens. Informe ampliatorio. Las verdaderas razones del dictado de la resolución 125.
 
6 Cronología. Fuente, Diario La Nación.
 
7 La primera Comisión de Enlace se creó en noviembre de 1970. Allí, Luis Firpo Miró (SRA), Juan Antonio Pirán (CRA), Alberto Beltramone (Coninagro) y Antonio Di Rocco ( FAA) firmaron la institucionalización de la unión. Fuente. Diario La Nación 2 de agosto 2008.
 

 

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