Pin It

12crisis en siriaWashington acusó a Moscú de "echar más leña al fuego" con los bombardeos sobre Siria; Kerry y Lavrov, incómodos
SHINGTON.- La doble sorpresa dejó a la diplomacia norteamericana en una situación incómoda como hace tiempo no se veía y con difíciles opciones de salida.
"Quiero ser muy cauto en esto. Pero pienso que, con sus acciones, Rusia está echando más leña al fuego" en la crisis siria, disparó el secretario de Defensa, Ashton Carter. El responsable militar fue el primer funcionario de la administración de Barack Obama en dar la cara e intentar un abordaje del complejo momento.
Poco después se le sumó el secretario de Estado, John Kerry, forzado sobre la hora a redoblar la marcha y las gestiones con su par ruso, Sergei Lavrov, para abordar una salida.

Podemos hacer algo que cambie las cosas
Lo grave de la situación fue admitido por el vocero de la Casa Blanca. El paso dado por Moscú "abre dudas sobre su estrategia" en Siria y se "contrapone" con lo acordado hace apenas unas horas, dijo Josh Earnest.
Fue un día de intensas gestiones y malas caras. El nerviosismo podría palparse. Sobre el cierre de la tarde, Kerry y Lavrov comparecieron juntos con un lenguaje verbal que intentó llevar tranquilidad y otro, el corporal, que revelaba la incomodidad del momento. Entre lo poco que quedó en claro figura que "seguirán conversando" para "limar las diferencias" que ambas partes mantienen sobre Siria, según reveló Lavrov.
La comparecencia conjunta ocurrió en Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas (ONU). El dato político fue que ambos lograron presentarse juntos, en una manifestación verbal de la necesidad de desescalar la crisis. Pero, también, de "todo lo que falta hacer" para llegar a ese objetivo. De hecho, ambos dijeron que tenían que hacer nuevas consultas con sus capitales y volver a conversar.
De las palabras de Lavrov surge claramente la diferencia de criterio sobre la marcha del proceso político en Siria. Si bien no lo precisó, pareció una obvia referencia a la principal discrepancia, que estriba en la permanencia o no de Al-Assad en el poder. La estrategia de Moscú es clara en ese punto: no quiere saber nada con desplazar a Al-Assad, al que considera un líder "legítimo". La estrategia de Estados Unidos y de sus aliados europeos es un poco más incierta: quieren que Al-Assad deje el poder, pero para abrir paso a un "proceso de transición", que debería ser selectivo de modo de impedir, por ejemplo, que sea asumido por las fuerzas de Estado Islámico (EI).
Rusia dice que ese enfoque es "ingenuo". Por una paradoja de la historia, eso mismo decían ayer voceros republicanos, que no se cansaron de objetar como "un fracaso absoluto" la estrategia de Obama en Siria y un "riesgo para la seguridad" de Estados Unidos. El senador por Arizona y ex candidato presidencial John McCain fue el primero en abrir la crítica. Pero, enseguida, el curso fue seguido por muchos otros, incluso, con matices, también por algunos demócratas.
Fue un muy mal día para la estrategia de Obama en Medio Oriente. En cuestión de horas, no sólo se recalentaron los frentes de Siria y de Afganistán hasta niveles impensados, sino que los hechos arrojaron espesa sombra sobre los esfuerzos diplomáticos que se venían haciendo para atender ambos escenarios.
El foco de atención inmediato se puso, sin embargo, en la manifiesta incomodidad ante el paso dado por el ruso Vladimir Putin y el blanco elegido por sus aviones para los bombardeos en territorio sirio. En lugar de atacar el terrorismo de EI, los cañones apuntaron a las tropas "rebeldes" que intentan derrocar al dictador, dicen en esta capital. Una estrategia que choca con la acordada y ratificada, apenas horas antes, con el gobierno norteamericano. O, al menos, eso era lo que pensó Obama.
Fue la gravedad de ese traspié lo que relegó a un segundo lugar la otra gran crisis del día. La toma de la ciudad de Kunduz no sólo otorgó el mayor triunfo militar en años a la milicia talibana, sino que abrió dudas sobre la estrategia de retirada militar anunciada por Obama.
Aunque ayer no participó en ninguna de las tratativas, la escalada en la crisis abrió dudas sobre el impacto que su evolución podría tener sobre la aspirante demócrata a la presidencia Hillary Clinton. Si bien no le tocó lidiar con lo peor de la crisis, desatada hace ya cuatro años y medio, sí fue secretaria de Estado durante sus primeras y decisivas manifestaciones.
"Una de nuestras preocupaciones ahora es evitar que el severo encontronazo con Moscú ponga en riesgo la vida de militares norteamericanos y de la coalición internacional que, desde el aire, ataca posiciones de EI en territorio sirio."
La Casa Blanca estuvo incómoda desde la primera hora, cuando Earnest tuvo que admitir ante periodistas el sorpresivo giro de Moscú y las "dudas" que eso despertaba.
Ante preguntas reiteradas, el funcionario reconoció que, apenas horas antes, en su sonado encuentro cara a cara, Obama y Putin hablaron de la "transición política" en Siria.
El ataque a las tropas que desafían a Al-Assad se "contrapone" con lo que hablaron los dos presidentes, ratificó, una vez más, el vocero de Obama.
http://www.lanacion.com.ar/1832588-la-jugada-rusa-descoloco-a-la-diplomacia-de-la-casa-blanca

 

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina