ACCIDENTE DOMÉSTICO”, SEGÚN LA POLÍTICA ● ANDRÉS GIL DOMÍNGUEZ
Domingo | 08-01-2012
El Estado constitucional de derecho plantea como nexo entre el Estado y el Derecho una Constitución que tiene fuerza normativa e irradia sus contenidos formales y sustanciales a todas las relaciones que pueden suscitarse en una comunidad.
Lejos de ser una mera expresión de deseos que pueda ser rellenada al antojo de los deseos de la política, intenta configurarse como una regla que reconoce como válidos o inválidos los actos u omisiones de las personas y de quienes detentan el poder .
Se trata ni más ni menos que del viejo principio de legalidad, que desde su señorío se aplica a todos sin importar el cargo o el lugar que ocupen , elevado a la cúspide del ordenamiento jurídico en pos de garantizar la convivencia pacífica de sociedades heterogéneas.
En las democracias constitucionales modernas, la mirada exhaustiva posada en la organización del poder cedió su lugar a la preocupación por hacer efectivos el ejercicio de los derechos fundamentales y los derechos humanos sabiendo que la institucionalidad o el respeto de la política por los mandatos constitucionales eran una materia consolidada.
Los recientes episodios desarrollados en forma de tragedia griega en la provincia de Río Negro colocan en el foco del debate las relaciones existentes entre Constitución y política .
Ante el fallecimiento del gobernador acaecido en un marco delimitado, el vicegobernador (Alberto Weretilneck), sin esperar la intervención del Poder Judicial, dictaminó que se trataba de un episodio de “naturaleza doméstica” , anulando cualquier atisbo de responsabilidad penal e imponiendo al juez de turno la voluntad de la política sobre la legalidad igualitaria emanada de la Constitución .
¿O acaso una persona común ante un trance semejante dispondría de una prerrogativa tan beneficiosa como inédita que no está contemplada en las normas procesales penales vigentes? ¿No es esta imposición de la política la creación de facto de un fuero personal que se desliga de la igualdad ante la ley? ¿Qué diría el relato oficial de una situación similar si ésta se produjera en los dominios de un opositor?
La perplejidad constitucional se profundizó cuando ante las manifestaciones del presidente del Tribunal Superior de Justicia provincial -un jurista de reconocido prestigio- mediante las cuales se intentaba encuadrar a la política en la legalidad e igualdad constitucional, la respuesta automática desde la política fue la amenaza de un juicio político que también generaría una causal inédita en la materia: la de opinar como máxima autoridad de un órgano de poder que tiene por finalidad impartir justicia.
Es que la teoría del accidente doméstico impuesto por la política no podía ser cuestionada siquiera por la invocación de las normas procesales penales que se aplicarían sin dilaciones a cualquier otra persona.
Que una Constitución tenga vida se vincula con un hecho cultural basado en una creencia laica de que la legalidad se aplica por igual a todos , aunque la política intente desde el biopoder generar excepciones para los amigos que serían punitivas cruzadas fanáticas si el otro en iguales circunstancias fuera un crítico, un adversario, un opositor o tan solo un adherente incapaz de percibir las virtudes taumatúrgicas del modelo.
Publicado originalmente en diario Clarín
El autor es abogado constitucionalista
Los recientes episodios desarrollados en forma de tragedia griega en la provincia de Río Negro colocan en el foco del debate las relaciones existentes entre Constitución y política .
Ante el fallecimiento del gobernador acaecido en un marco delimitado, el vicegobernador (Alberto Weretilneck), sin esperar la intervención del Poder Judicial, dictaminó que se trataba de un episodio de “naturaleza doméstica” , anulando cualquier atisbo de responsabilidad penal e imponiendo al juez de turno la voluntad de la política sobre la legalidad igualitaria emanada de la Constitución .
¿O acaso una persona común ante un trance semejante dispondría de una prerrogativa tan beneficiosa como inédita que no está contemplada en las normas procesales penales vigentes? ¿No es esta imposición de la política la creación de facto de un fuero personal que se desliga de la igualdad ante la ley? ¿Qué diría el relato oficial de una situación similar si ésta se produjera en los dominios de un opositor?
La perplejidad constitucional se profundizó cuando ante las manifestaciones del presidente del Tribunal Superior de Justicia provincial -un jurista de reconocido prestigio- mediante las cuales se intentaba encuadrar a la política en la legalidad e igualdad constitucional, la respuesta automática desde la política fue la amenaza de un juicio político que también generaría una causal inédita en la materia: la de opinar como máxima autoridad de un órgano de poder que tiene por finalidad impartir justicia.
Es que la teoría del accidente doméstico impuesto por la política no podía ser cuestionada siquiera por la invocación de las normas procesales penales que se aplicarían sin dilaciones a cualquier otra persona.
Que una Constitución tenga vida se vincula con un hecho cultural basado en una creencia laica de que la legalidad se aplica por igual a todos , aunque la política intente desde el biopoder generar excepciones para los amigos que serían punitivas cruzadas fanáticas si el otro en iguales circunstancias fuera un crítico, un adversario, un opositor o tan solo un adherente incapaz de percibir las virtudes taumatúrgicas del modelo.
Publicado originalmente en diario Clarín
El autor es abogado constitucionalista