"LA VENDIERON A UNA ORGANIZACIÓN NARCO"
Desde el 7 de marzo pasado, María Luján Medina busca a su sobrina; teme lo peor
TARTAGAL, Salta (De un enviado especial).- Está desesperada. Ya pasaron siete meses desde el día que la vio por última vez. Teme lo peor. Piensa lo que pudo haber sucedido y arriesga una hipótesis: "La vendieron a una banda de narcotraficantes o la entregaron a una red de trata".

A pesar de que desde el 7 de marzo pasado todavía no tienen noticias de su sobrina Agustina Medina, María Luján Medina no detiene su búsqueda.

"Tengo miedo de que no aparezca más", afirma a LA NACION Medina.

La mujer no sólo está preocupada por Agustina, sino también por su sobrina nieta Guadalupe Medina, que tiene tres años y desapareció junto con su madre.

Medina hizo la denuncia en la subcomisaría de Aguaray, donde Agustina y Guadalupe vivían con ella. En la investigación interviene el juzgado de Instrucción Formal N° 2 de Tartagal, a cargo del magistrado Fernando Mariscal Astigueta, el mismo que instruye la causa del triple homicidio en Acambuco.

"Mis sospechas es que la entregaron a una red de trata de personas o la vendieron a una banda de narcotraficantes, la gente de la mafia es así y más cuando uno ve las cosas que pasan. La gente que la tiene la está haciendo prostituir. Vivir en la frontera", afirma Medina a LA NACION minutos después de salir del juzgado de Mariscal Astigueta.

Agustina tiene 20 años. Su hija Guadalupe cumplió los tres hace 19 días. Medina desconfía del padre de la pequeña. Sostiene que su sobrina se fue de la casa porque el hombre la trataba mal.

Según la denuncia policial a la que tuvo acceso LA NACION, cuando el 7 de marzo pasado Agustina se fue con un bolso lleno de ropa y para ir a visitar a su abuelo, pero nunca estuvo con él. El último contacto telefónico que tuvo Medina con su sobrina fue el 12 de marzo pasado, después no recibió más llamadas telefónicas y tampoco se pudo comunicar.

Según Medina, cuando hizo la denuncia, la policía le insinuó que su sobrina se pudo haber ido de su casa por una pelea familiar. "También me dieron a entender que mi marido pudo haber abusado de ella. Pero no puede ser. Yo me hice cargo de ella desde muy chica. La queremos como una hija y era muy apegada a mí. Si se hubiera ido por sus propios medios ya me hubiera llamado para decirme que está bien, que se fue porque ella quiso."

La mujer, angustiada, dice que no va a detener su búsqueda. "Para mí que ella sabía muchas cosas malas que hacía el padre de su beba. Eso pudo haber influido."
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