POR FAVOR, NO GOLPEEN A LOS MANIFESTANTESCiudadanos protestan frente al Congreso en Madrid.| Alberto di Lolli.
• Amnistía Internacional denuncia los abusos de los cuerpos de Seguridad
• Alerta de un aumento del uso desproporcionado de la fuerza, que queda impune
Eduardo Álvarez | Madrid
Actualizado jueves 25/10/2012 15:15 horas
La profunda crisis económica está teniendo consecuencias devastadoras en la economía de los países miembros de la UE y también para la paz social. Las manifestaciones se han multiplicado y en muchas ciudades se registran permanentes concentraciones de ciudadanos indignados con la situación. Amnistía Internacional (AI) denuncia que lo que también está creciendo es la violencia con la que las fuerzas de Seguridad reprimen esas manifestaciones.
La organización ha presentado este jueves un informe que, bajo el título Actuación policial en las manifestaciones en la Unión Europea, recoge escalofriantes ejemplos de un uso desproporcionado de la fuerza policial en los dos últimos años en manifestaciones de España, Grecia y Rumanía, los tres estados objeto de esta última investigación.
La directora adjunta de Amnistía Internacional España, Eva Suárez-Llanos, admite que el trabajo de la policía puede no resultar sencillo a la hora de garantizar la seguridad en las concentraciones. Sin embargo, insiste en que los estándares de los derechos humanos deben respetarse siempre, cosa que, según denuncia la organización, no se hace en muchos casos.
Uso desproporcionado de la fuerza
Al contrario, el informe revela que está aumentando el uso desproporcionado de la fuerza, el mal uso o la utilización injustificada de determinados sistemas antidisturbios, así como la obstrucción por parte de los agentes de Seguridad al acceso médico de las personas que resultan heridas como consecuencia de brutales cargas policiales.
Y, además, Amnistía Internacional denuncia que cuando se producen estos hechos, no se llevan a cabo las investigaciones exhaustivas oportunas, e incluso muchas veces no se llega a abrir ningún tipo de investigación. Por ello, AI denuncia la impunidad de estos abusos.
"Con el uso excesivo de la fuerza, la disolución injustificada de las manifestaciones y las detenciones arbitrarias" se corre el riesgo de que la indignación contra los gobiernos se torne en "indignación contra la Policía", subraya AI.
Un ejemplo lamentable que AI considera paradigmático de este patrón de comportamiento policial fue la operación en Madrid del pasado 25 de septiembre. Las cargas brutales, con decenas de heridos y de detenidos, registradas en las inmediaciones de la estación de trenes de Atocha, han sido criticadas incluso por sindicatos policiales.
En la presentación del informe ha participado Gabriel Jiménez, uno de los detenidos por participar en aquella manifestación, convocada bajo el lema Ocupemos el Congreso. Jiménez ha denunciado la brutalidad con la que fue golpeado por varios agentes de policía.
Uno de los impactos le provocó una gran herida en la cabeza, por la que tuvo que recibir seis puntos. Asegura que en ningún momento él se mostró agresivo, aunque pesa sobre él una denuncia, y relata como un verdadero infierno los dos días en que permaneció detenido en el calabozo, por el trato degradante que sufrió, la falta de asistencia sanitaria y, sobre todo, por lo que considera una terrible manipulación policial, ya que alguien colocó varias piedras en su mochila que él no llevaba, siempre según su versión.
Denuncias a España
Amnistía Internacional recuerda que España ha sido condenada en varias ocasiones por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por no investigar a fondo las denuncias de malos tratos y torturas por parte de agentes del orden y la Seguridad. Y la organización invita a los ciudadanos a participar en una ciberacción, dirigida al actual ministro del Interior, para exigirle un cumplimiento escrupuloso de los derechos humanos y el compromiso expreso del Gobierno español de que no se van a tolerar más abusos de la policía. Asimismo, se pide un uso proporcionado y adecuado del material antidisturbios.
La utilización de pelotas de goma por parte de la policía es una de las cuestiones más criticadas. La periodista Paloma Aznar, víctima también de malos tratos policiales cuando cubría la llegada a Madrid de la Marcha Negra de los mineros, recoge desde hace años testimonios e información sobre las consecuencias de este material, considerado como "menos lesivo" en términos policiales.
Aznar asegura que, en la última década, en España (sin contar Ceuta y Melilla) han muerto dos personas, más de 50 han resultado heridas y 23 han perdido un ojo por impactos de pelotas de goma, convertidas en auténticos misiles lesivos. Aznar se pregunta que "si la policía está para protegernos, ¿quién nos protege de ella a los ciudadanos?".
Periodistas con casco
Y, por último, sostiene que la situación, lejos de mejorar, en el último año se ha agravado, y dice con sorna y amargura que los periodistas ahora son víctimas de toda clase de agresiones policiales en las manifestaciones, "porque no se quieren testigos incómodos". "El casco se ha convertido en un instrumento más de trabajo de los periodistas, igual que la cámara o el bolígrafo", asesegura.
http://www.elmundo.es/elmundo/internacional.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/25/internacional/1351167150.html
La organización ha presentado este jueves un informe que, bajo el título Actuación policial en las manifestaciones en la Unión Europea, recoge escalofriantes ejemplos de un uso desproporcionado de la fuerza policial en los dos últimos años en manifestaciones de España, Grecia y Rumanía, los tres estados objeto de esta última investigación.
La directora adjunta de Amnistía Internacional España, Eva Suárez-Llanos, admite que el trabajo de la policía puede no resultar sencillo a la hora de garantizar la seguridad en las concentraciones. Sin embargo, insiste en que los estándares de los derechos humanos deben respetarse siempre, cosa que, según denuncia la organización, no se hace en muchos casos.
Uso desproporcionado de la fuerza
Al contrario, el informe revela que está aumentando el uso desproporcionado de la fuerza, el mal uso o la utilización injustificada de determinados sistemas antidisturbios, así como la obstrucción por parte de los agentes de Seguridad al acceso médico de las personas que resultan heridas como consecuencia de brutales cargas policiales.
Y, además, Amnistía Internacional denuncia que cuando se producen estos hechos, no se llevan a cabo las investigaciones exhaustivas oportunas, e incluso muchas veces no se llega a abrir ningún tipo de investigación. Por ello, AI denuncia la impunidad de estos abusos.
"Con el uso excesivo de la fuerza, la disolución injustificada de las manifestaciones y las detenciones arbitrarias" se corre el riesgo de que la indignación contra los gobiernos se torne en "indignación contra la Policía", subraya AI.
Un ejemplo lamentable que AI considera paradigmático de este patrón de comportamiento policial fue la operación en Madrid del pasado 25 de septiembre. Las cargas brutales, con decenas de heridos y de detenidos, registradas en las inmediaciones de la estación de trenes de Atocha, han sido criticadas incluso por sindicatos policiales.
En la presentación del informe ha participado Gabriel Jiménez, uno de los detenidos por participar en aquella manifestación, convocada bajo el lema Ocupemos el Congreso. Jiménez ha denunciado la brutalidad con la que fue golpeado por varios agentes de policía.
Uno de los impactos le provocó una gran herida en la cabeza, por la que tuvo que recibir seis puntos. Asegura que en ningún momento él se mostró agresivo, aunque pesa sobre él una denuncia, y relata como un verdadero infierno los dos días en que permaneció detenido en el calabozo, por el trato degradante que sufrió, la falta de asistencia sanitaria y, sobre todo, por lo que considera una terrible manipulación policial, ya que alguien colocó varias piedras en su mochila que él no llevaba, siempre según su versión.
Denuncias a España
Amnistía Internacional recuerda que España ha sido condenada en varias ocasiones por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por no investigar a fondo las denuncias de malos tratos y torturas por parte de agentes del orden y la Seguridad. Y la organización invita a los ciudadanos a participar en una ciberacción, dirigida al actual ministro del Interior, para exigirle un cumplimiento escrupuloso de los derechos humanos y el compromiso expreso del Gobierno español de que no se van a tolerar más abusos de la policía. Asimismo, se pide un uso proporcionado y adecuado del material antidisturbios.
La utilización de pelotas de goma por parte de la policía es una de las cuestiones más criticadas. La periodista Paloma Aznar, víctima también de malos tratos policiales cuando cubría la llegada a Madrid de la Marcha Negra de los mineros, recoge desde hace años testimonios e información sobre las consecuencias de este material, considerado como "menos lesivo" en términos policiales.
Aznar asegura que, en la última década, en España (sin contar Ceuta y Melilla) han muerto dos personas, más de 50 han resultado heridas y 23 han perdido un ojo por impactos de pelotas de goma, convertidas en auténticos misiles lesivos. Aznar se pregunta que "si la policía está para protegernos, ¿quién nos protege de ella a los ciudadanos?".
Periodistas con casco
Y, por último, sostiene que la situación, lejos de mejorar, en el último año se ha agravado, y dice con sorna y amargura que los periodistas ahora son víctimas de toda clase de agresiones policiales en las manifestaciones, "porque no se quieren testigos incómodos". "El casco se ha convertido en un instrumento más de trabajo de los periodistas, igual que la cámara o el bolígrafo", asesegura.
http://www.elmundo.es/elmundo/internacional.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/25/internacional/1351167150.html