La ONU propuso en la cumbre de Río abandonar el PBI como medida del desarrollo.
Elaborado por la Universidad de la ONU y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), esa investigación comparó los desempeños económicos de 5 de los casos para el período 1990-2008: en ese lapso, Estados Unidos aumentó en 37% su producción nacional; China subió 422%; Brasil 31% y Africa del Sur, 24%.
Los recursos naturales siguieron el camino exactamente inverso : disminuyeron 20% en EE.UU, 17% en China; 25% en Brasil y 33% en Africa del Sur.
Muchos de los casos estudiados llegaron a mostrar tendencias positivas en su desarrollo, a partir de considerar únicamente los datos del producto bruto y del índice de desarrollo humano. Pero ese buen desempeño escondía una aparente falacia. Cuando se incluyó la pérdida de recursos naturales en el cálculo de la riqueza, el balance inicial virtuoso se transformó en negativo. Los expertos de la ONU que definieron el nuevo indicador incluyeron dentro de la definición de capital natural a los combustibles fósiles, minerales, florestas, pesca y tierras cultivables .
Entre las naciones elegidas se cuentan Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Francia, Alemania, Inglaterra y Noruega. Pero también fueron convocadas a participar las de desarrollo medio, como Brasil e India, y varias economías sudamericanas: Chile, Colombia, Venezuela y Ecuador. En conjunto se buscó incluir países de alta, media y baja renta de todos los continentes. Algunos de estos países fueron escogidos en base a la hipótesis de la importancia de su capital natural en la base productiva (caso del petróleo en Ecuador, Venezuela y Arabia Saudita).
Pero otros (como la Argentina) no fueron alcanzados por el estudio por no disponerse de toda la información , según dijeron los responsables de la investigación.
El grupo de los 20 elegidos es sin embargo representativo, ya que involucra el 72% del PBI mundial y representan más de la mitad de la humanidad. A partir de estas conclusiones, Naciones Unidas postula que el mundo debe abandonar los criterios de Producto Bruto Interno y de Indice de Desarrollo Humano como herramientas de medición de riqueza .
Juzga, en ese sentido, que es más adecuado utilizar el nuevo IRI: “Río+20 es la oportunidad para abandonar el PBI como medida de prosperidad del siglo 21 y barómetro de una transición para una economía verde”. Los instrumentos tradicionales ya no servirían para medir el bienestar humano y el desarrollo social, dependientes de la situación de los recursos naturales, según el director ejecutivo de PNUMA, Achim Steiner.
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