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Por Jean Georges Almendras

¿Será que verdaderamente la extradición al Paraguay, del ex intendente de Ypejhú,  Vilmar “Neneco” Acosta va camino de concretarse y podamos ir avizorando en el horizonte un panorama de merecida justicia para el crimen del periodista Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada, hecho ocurrido el día 16 de octubre del pasado 2014? ¿Será que las noticias que llegan al Paraguay, sobre la resolución del Supremo Tribunal Federal de Brasil, negando una petición de suspender el proceso de extradición de Acosta, constituya la antesala del ansiado traslado del ex político y capo narcotraficante a territorio paraguayo para sentarlo en el sillón de los acusados?¿Será que corren buenos vientos en contra del manto de la impunidad que siempre ha cubierto a los asesinos de periodistas en la región fronteriza norte del Paraguay?¿Todas estas noticias desde el Brasil serán en verdad una buena nueva para todos nosotros, y para las familias de Pablo Medina y Antonia Almada?¿ Será acaso que no hay más escollos en el camino?

Ya culminada la semana Santa las agencias internacionales de noticias y los medios de comunicación paraguayos dieron a conocer que el magistrado José Antonio Dias Toffoli, responsable del caso, denegó la petición de la defensa, que alega que Acosta también tiene nacionalidad brasileña, lo que impediría su extradición.
Como se recordará, Vilmar Acosta, el ex intendente de la ciudad de Ypehjú siendo militante del Partido Colorado –partido oficialista- fue detenido en los primeros días de marzo  en territorio brasileño, sindicado como el autor intelectual del crimen de Medina y de su asistente Almada, siendo prófugo de la Justicia paraguaya. Por otra parte, también está imputado de producción, acopio y tráfico de marihuana.
Prácticamente, a poco de cometerse el doble crimen en un camino rural de Villa Ygatimi las autoridades, además de detener a varias personas, identificaron plenamente a Acosta como el ideólogo del mortal ataque cometido contra los periodistas. Tanto Medina como su asistente, como lo hicieron otros tantos colegas en tiempos precedentes, realizaban investigaciones periodísticas en una zona particularmente de conflicto, por tratarse de una región azotada por la presencia de grupos de narcotraficantes, muchos de ellos apadrinados por mafiosos brasileños y políticos paraguayos, ligados estrechamente con el brazo corrupto del poder policial de la región.
Según los despachos de la agencia EFE, ahora que el Supremo Tribunal Federal  dispusiera no suspender los trámites de extradición, se aguarda que la gestión en tal sentido, solicitada formalmente por el gobierno paraguayo, siga su curso y preferentemente con celeridad, tomando en cuenta la gravedad de los hechos, dentro de un contexto ya habitual en Paraguay, de cubrirse con el manto de la impunidad los ataques cometidos contra periodistas desde el año 1991, cuando  perdiera la vida el periodista Santiago Leguizamón.
En consecuencia, en el Paraguay y en los países de la región del Cono Sur, y en Italia, reina un clima de expectativa, especialmente en el ámbito del periodismo independiente, ante la eventualidad de que en cualquier momento pueda darse luz verde a la extradición de “Neneco” Acosta, quien por el momento –y al redactarse estas líneas- permanece recluido en un establecimiento de Campo Grande, Brasil.
Por otra parte se informó, que siendo que las autoridades paraguayas ya entregaran formalmente el pedido de extradición de “Neneco”, ya no existirían plazos para que el Gobierno brasileño pueda llegar a expedirse. En el pedido de extradición se incluyó la partida de nacimiento de Acosta, donde consta que el mismo -es ciudadano paraguayo- nacido en Ypejhú (Departamento de Canindeyú) el día 13 de julio del año 1975.
Oportunamente, al ser detenido en el Brasil, el ex intendente había exhibido un documento brasileño generándose una polémica en torno a su ciudadanía, hasta que finalmente el Gobierno del Paraguay demostró que Acosta es ciudadano paraguayo, lo que facilitaría su extradición, ajustado a la normativa vigente.
De acuerdo a las informaciones de la prensa de Asunción se pudo saber, por ejemplo, que Acosta está imputado de cometer otros crímenes. Asimismo se supo que en tres causas permanece prófugo y que en otra tiene un sobreseimiento provisional.
En el diario Ultima Hora.Com, de Paraguay, se consigna  que la primera de las causas se abrió en febrero de 2011 tras el hallazgo de restos humanos en la propiedad de su padre, Vidal Acosta, en Ypejhú. Por aquellos días Vilmar y su padre fueron imputados de cometer  un homicidio doloso. Además, el caso en cuestión, señala Ultima Hora. Com, fue investigado por la agente Ninfa Aguilar, quien tuvo como coadyuvantes a Diosnel Giménez y Miguel Angel Rojas. El primero, renunció a su cargo, mientras que  el segundo es actualmente magistrado.
En el diario paraguayo se señala también que a más de tres años del hallazgo de los restos humanos –huesos y cuero cabelludo- la Fiscalía nunca realizó una prueba de ADN para establecer a quien pertenecían. En consecuencia, el Fiscal que tomó la causa, Néstor Cañete, debió solicitar el sobreseimiento provisional para Vilmar Acosta y para su padre.
No hay que olvidar además que Acosta fue igualmente imputado como autor intelectual del homicidio de su rival político y también ex intendente de Ypejhú, Julián Núñez, quien fuera baleado en el barrio Virgen de Fátima. El Ministerio Público sindicó como autores materiales al hermano de Vilmar Acosta, de nombre Wilson, y a su sobrino Gustavo Acosta Gadea.
Y por si fuera poco, y una vez que “Neneco” no tuvo alternativa de ausentarse de sus lugares habituales, entre ellos de  la misma Intendencia de Ypejhú, las autoridades policiales (que ya lo sabían involucrado con el narcotráfico)  allanaron la estancia “Dos Naciones”, incautándose marihuana y estableciéndose que en ese lugar funcionaba un centro de procesamiento de marihuana.
Pero hay otro detalle que salió a la luz pública, en ocasión de las investigaciones en torno al crimen de Medina y de Almada, y que aludía especialmente a las armas utilizadas para el doble crimen. En el diario Ultima Hora.Com se consignaba que estudios científicos de la Policía confirmaron oportunamente que las armas que se usaron en el crimen del periodista y de su asistente, son las mismas que se utilizaron para dar muerte al ex intendente Julián Núñez, como así también a un capataz de nombre Teodoro González, e inclusive a un policía brasileño identificado como Marcilicio De Souza.
Ahora solo resta, con sobrada paciencia, aguardar el curso de los acontecimientos burocráticos para que de esa forma se pueda materializarse el traslado de “Neneco” al Paraguay en calidad de extraditado. Y se me hace imperioso sumar más interrogantes a las señaladas al inicio:¿Será que finalmente ciertos funcionarios públicos, del Brasil y del Paraguay, hayan comprendido, que después de unas 17 muertes dentro del periodismo, en manos del narcotráfico y en 23 años desde el advenimiento de la democracia tras la dictadura estronista, ya ha llegado la hora de que se haga Justicia y se haga añicos el manto de la impunidad? ¿Será que podremos lograrlo o todavía nos deparan más sorpresas? Y,  ni hablemos de los autores materiales del doble crimen, que todavía permanecen prófugos.
*Foto de Portada: Vilmar “Neneco” Acosta Foto de www.970 am