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Por Jean Georges Almendras, enviado especial a Asunción, Paraguay

Mayo 12, de 2015

Muy prolijo en su apariencia y en su vestir. Con el cabello corto y bien afeitado. De rostro inexpresivo. Andar calmo. Prácticamente solo y dando la imagen de un hombre prisionero del miedo y  de la incertidumbre, Vilmar “Neneco” Acosta Marques se ubicó en una silla que le fue asignada oportunamente en la sala del edificio estatal de Campo Grande, Brasil, donde se llevó a cabo su primera audiencia pública de identificación de personas, antes de ser  -algún día de estos-  extraditado al Paraguay, imputado de ser  el autor moral (ideólogo y mandante) del crimen de Pablo Medina y Antonia Almada, entre otros graves delitos. Es el día viernes 8 de mayo de 2015. Día en el que “Neneco” Acosta, el ex intendente de Ypehjú, ahora muy distante de las comodidades y los buenos semblantes de aquellos tiempos de jefe comunal, esposado y celosamente custodiado por policias, se vio obligado a vivir seguramente una de las situaciones más incómodas y tensas de su vida, solo por el hecho de saberse a merced de las autoridades y vulnerable (con justicia por cierto) de ser puesto literalmente contra las cuerdas, o lo que es decir, sobre un avión para ser trasladado a la ciudad de Asunción donde sería juzgado y eventualmente sentenciado a una pena de 30 años de cárcel.

La audiencia de identificación, que se realiza en el marco del proceso de extradición que solicita la Justicia paraguaya a su par brasileña, tiene dos razones: explicar los motivos de su detención y el requerimiento de extradicion solicitado por el Estado paraguayo, y además establecer datos personales e identificatorios con el cometido de determinar si la persona detenida es Vilmar Acosta. Al término de las instancias indagatorias, en ese contexto, serán las autoridades brasileñas competentes las que tendrán la última palabra, de negar o de dar luz verde a la extradición del ex Intendente de Ypehjú.


Todos los medios de comunicación del Paraguay y de  la región -particularmente en territorio brasileño- dieron cuenta de la instancia judicial que forma parte de la indagatoria que se le inició a Vilmar Acosta, en el marco de las investigaciones relacionadas con los crimenes del periodista Pablo Medina y Antonia Almada, ambos acribillados a balazos de pistola y de escopeta de grueso calibre, en una emboscada que se les preparó el pasado día 16 de octubre del pasado 2014, cuando por cuestiones de labor periodística viajaban en una camioneta, por un apartado camino rural en la región de Villa Ygatimi, en Curuguaty. El atentado dejó una sobreviviente: la hermana de Antonia, Rut Almada, quien milagrosamente no fue alcanzada por los proyectiles, siendo que estaba ubicada en el asiento posterior del vehículo. Y ese fue un imprevisto perjudicial para los criminales, que no solo permitió conocer el doble crimen a escasos minutos de haberse consumado los hechos, puesto que la sobreviviente alertó a las autoridades por un celular y aún presa de una fuerte crisis de nervios, sino que además permitió identificar a los dos tiradores vestidos con ropas camufladas, siendo estos Wilson y Flavio Acosta, familiares directos (sicarios) de Vilmar Acosta , ideólogo absoluto del mortal ataque.

nenecoacostaservidob1Vilmar Acosta era hasta ese momento el Intendente de Ypehjú.
Ahora, a casi siete meses de aquella tarde de muerte y de plomo, Vilmar Acosta es un hombre acabado, y esposado como un reo de mafia, y que está mirando con recelo a todos los presentes en la sala donde se lleva a cabo la audiencia pública en el Tribunal Federal de Campo Grande.

Antes del atentado de Villa Ygatimi la sociedad paraguaya lo veía sonriente y ensimismado en su investidura de “ciudadano honesto” y de “alcalde” virtuoso, altruistra y consustanciado con la acividad política.

Este día 8 de mayo, la sociedad paraguaya (y el mundo) ya no lo ve igual. Lo asume como un delincuente, como un mafioso y como un individuo carente de todo escrúpulo, literalmente acorralado y a punto de ser arrojado a los brazos de la Justicia del Paraguay.

Periodistas paraguayos, funcionarios del Consulado paraguayo en Brasil y de la Fiscalia paraguaya (en carácter de observadores), funcionarios de la procuraduría brasileña y personal de seguridad de Campo Grande, constituyeron la platea de la sala. No había ni familiares ni amigos del ex Intendente, y  aunque se trataba de una audiencia abierta al público, no había tal. Vilmar “Neneco” Acosta estaba solo, contra el mundo. La prensa no pudo fotografiarlo ni filmarlo. Solo a  la defensa y a la fiscalía se le dio la libertad de grabar el audio de la instancia judicial, que fue presidida por el Juez Rodrigo Capez.

“Neneco” Acosta, en esta oportunidad, solo estaba acompañado de sus abogados, los doctores Anderson Rodríguez y Hervitan Cristian Carulla. Cuando le llegó el momento de hablar, es decir de hacer sus descargos, fue muy específico. Se mantuvo en declararse como brasileño, como lo hizo desde el mismo instante en que se le dió la voz de alto en un pequeño comercio de la zona fronteriza a principios del mes de abril. Pero esta vez, a su arenga brasileña adosó el componente dramático anunciando que en el  Paraguay su vida correria peligro. Así de simple. Así de tajante. Así de descarado.


En diálogo con la prensa paraguaya, el Fiscal de Asuntos Internacionales Dr. Juan Emilio Oviedo (solo un observador)  -quien durante la audiencia se ubicó junto a la Fiscala brasileña Analicia Ortega Hartz- aludió a la intervención del ex intendente de Ypehjú recordando: “el dijo que no quiere ser extraditado, que es brasilero, que en Paraguay distintos políticos lo quieren ver muerto, que es una persecución y que temía por su vida” Cabe consignar, que  en la audiencia, además del fiscal Oviedo estuvieron presentes el director de asuntos legales del Ministerio de Relaciones Exteriores Dr. Rubén Ortíz, como así también el cónsul paraguayo en Campo Grande, Angel Gill Lesme.

Oviedo, que lapso después, accedió a dialogar con Antimafia Dos Mil Paraguay y Uruguay  en su oficina de la sede del Ministerio Público de la calle Chile, en Asunción, nos relató que Vilmar Acosta estaba literalmente nervioso. Que lo sentía como un hombre viviendo todos esos momentos sumido en la incertidumbre.

nenecoacostaservidoc1El fiscal Oviedo puso especial énfasis en señalar:  “nosotros le hemos dado todo en bandeja a la justicia brasileña  para que puedan resolver la extradición. Incluso, les entregamos un voluminoso resumen de calidad del expediente, con evidencias, tipificaciones, informaciones, documentos. Desde el Paraguay nosotros hicimos todo con celeridad. Y yo creo que el juez brasileño que intervino oportunamente esta convencido que Vilmar Acosta es paraguayo. Y él no se debe considerar un perseguido político.En absoluto, porque es responsable de un hecho criminal. Y va más allá de un homicidio. Este crimen va contra la libertad de prensa. Yo creo que la justicia brasileña va a entender que no extraditarlo traería consecuencias bilaterales. Quiero decirle además, que no es lo mismo ser juzgado en el Brasil, que ser juzgado en el Paraguay, donde se cometió el crimen. Acceder a su extradición desde el Brasil,  sería dar un mensaje en contra la impunidad”. También hizo precisiones respecto al crimen en sí: “se trató de un hecho criminal contra la vida de Pablo, y su origen se centra en los artículos que escribiera Medina. No se trató de un hecho político”. Oviedo  también nos dejó bien en claro
que en un Estado de Derecho no se pueden saltear ciertos requisitos y procedimientos legales. Afirmó que la extradición era el único camino viable y no su expulsión del Brasil, porque eso sería como estar aplicando los mismos parámetros que en los tiempos del Plan Cóndor.

Finalmente, el fiscal de Asuntos Internacionales no eludió respuesta al ser consultado sobre la eventualidad de que “Neneco” pudiera haber sido apoyado por políticos, bien sea para huir del país o bien para  mantenerse escondido de las autoridades policiales que ya lo tenían identificado  y cercado en sus lugares habituales.

“Tuvo apoyo de personas, nos consta, pero no podemos afirmar de que haya sido apoyado por políticos, al menos en su etapa de fuga tras el crimen. Como político, seguramente fue apoyado partidariamente cuando fue candidato  a Intendente, pero quiero aclararle que no surge de las evidencias, que su fuga o su huída de la Policia, haya sido apoyada por políticos”

¿En cuánto tiempo se podría tener la resolución de la Justicia brasileña?. El doctor Juan Emilio Oviedo fue categórico: “Hay plazos. Hay procedimientos. Es imprevisible. Como se lo dije anteriormente,  la Justicia del Brasil tiene todo en sus manos. Repito. Todo lo tienen como en bandeja. Esperemos que la extradición de “Neneco” no tarde tanto como Peirano, en ser extraditado al Paraguay, desde el Uruguay”.

Los medios de prensa paraguayos, en las horas y  en los días siguientes a la audiencia que se llevó a cabo en Campo Grande desplegaron una importante cobertura mediática procurando hallar más respuestas  a las múltiples interrogantes en torno al futuro de “Neneco”. Y las consultas se dirigieron inevitablemente al fiscal Oviedo, quien siguió dando entrevistas y dando explicaciones.

“Si Vilmar  dice ser brasileño, no puede pedir asilo. Creo que es una estrategia que el reveló por si se le declara paraguayo, entonces él pide el asilo. En realidad no debería ser asilo, sino refugio. A mi criterio es una cuestión que no debería correr” fueron las afirmaciones del fiscal Oviedo dadas a un periodista del diario Ultima Hora.


“Tras esta audiencia la defensa de Vilmar Acosta tiene diez días para presentar sus alegatos. Posteriormente, se correrá traslado a la Fiscalía General de Brasil para que presente su dictámen en éste proceso de extradición” explicó Oviedo a periodistas de ABC Color


“De forma paralela al proceso por la extradición de “Neneco” se tramita una causa en la que se trata la cuestión de su nacionalidad. Este caso esta a cargo del juzgado de Sete Quedas, donde este mes Vilmar deberá enfrentar otra audiencia. La Fiscalía paraguaya sostiene que Acosta es paraguayo y que nació en Ypehjú, mientras que la defensa del detenido imputado de  ser el autor moral del crimen de Medina y de Almada asegura que Vilmar Acosta nació en Paranhos, Brasil , y es de nacionalidad brasileña” dijo Oviedo a los colegas de Ultima Hora.

Según lo consignado por la prensa de la capital paraguaya, la audiencia de Sete Quedas tendría que  darse inicio alrededor de las 13 y 30 horas del día 25 de mayo y en ella, se definiría si se confirma la revocatoria de la nacionalidad de Vilmar,  

Mientras el fiscal de Asuntos Internacionales Juan Emilio Oviedo, en conversación con los colegas de ABC Color, calificó de auspicioso el avance  del proceso y el desarrollo de la audiencia, en la que por primera vez Vilmar Acosta tuvo la oportunidad de declarar públicamente, dando su versión, si acaso a las autoridades del Brasil, el fiscal general del Estado, Dr. Javier Díaz Verón, entretanto,  aseguró que en caso de ser extraditado Vilmar Acosta  éste tendría garantizado un debido proceso.

De quienes no se tiene ni rastros, es de Wilson Acosta y Flavio Acosta (hermano y sobrino respectivamente de Vilmar Acosta) los autores materiales del doble crimen, que siguen prófugos, libres, pero no como pájaros.


El ritmo ciudadano en las calles de Asunción, en estos frescos días del mes de mayo, no se aletarga ni se detiene por las audiencias judiciales que se realizan por el caso Medina. Todo transcurre con sincronización admirable. Todo se desenvuelve con naturalidad increíble. Esa naturalidad  garantizada por la rutina de los pueblos. Pueblos a veces ajenos a lo que ocurre allende su horizonte, porque estan adormecidos por la lucha por la vida. Esa lucha diaria y con frecuencia cruel, por ese consumismo violento y dañino que  somete y narcotiza. Los ciudadanos del tercer milenio, de ahora -los trabajadores, de siempre- se apiñan en los colectivos que circulan   a los saltos, porque los asfaltos malos sobran, en las avenidas y las calles de Asunción. Avenidas y calles de tráfico pesado y de autos de alta gama, entremezclándose con las gentes de bolsillos livianos y de caras cansadas o stresadas por las facturas sobregiradas o a punto de serlo, y las presiones. Avenidas y calles de Asunción en las que se ven niños y jovencitas casi adolescentes (muchas de ellas ya  madres)  subsistiendo, como  vendedores informales o deambulando sin rumbo fijo, porque es mejor eso a volver a un hogar de violencias, malos tratos y abusos sexuales. Avenidas y calles de Asunción, donde en sus plazas se venden y se revenden esperanzas, artesanías y jugos de naranja. Donde se lustran zapatos y se arriendan vueltas de terere. Avenidas y calles de Asunción donde los vendedores informales, exhibiendo sus chalecos municipales, como cédulas, se siguen codeando apretujados en los colectivos de la ciudad.  Una ciudad a ritmo de pueblo luchando para vivir el día a día. Un día a día que se codea con el narcotráfico, con la narcopolítica y desde hace siete meses con la muerte del periodista Pablo Medina. Pero claro, una muerte, que aunque muy famosa y muy mediática, todavía no ha sido beneficiada por los brazos de la justicia, porque todavía su ideólogo sigue arañando la impunidad cobijado por las legalidades. Y en eso se está en el Paraguay,  rasgando la impunidad, pero ya no solo para que se haga justicia, sino para que se puede creer en ella y en los hombres que dicen que la administran.


#Foto de Portada Vilmar “Neneco” Acosta. Foto de Abc Color
#Foto inferior. Fiscal de Asuntos Internacionales Juan Emilio Oviedo dialogando con Jean Georges Almendras de Redacción Uruguay y Omar Cristaldo de Redacción Paraguay, Foto ADMParaguay
#Foto inferior. Carátula del resumen del expediente que derivo la Fiscalía del Paraguay a la Justicia del Brasil , Foto de ADM Paraguay.