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SENTENCIA200Día 19 dictan pena; fiscalía pidió máximo de 30 años y defensa pide nulidad del juicio

Por Jean Georges Almendras-14 de diciembre de 2017

Culpable, así fue declarado Vilmar “Neneco”Acosta.
Culpable de ordenar el asesinato del periodista Pablo Medina. Un asesinato que derivó también en la muerte de su joven asistente: Antonia Almada.
Ambos acribillados a balazos, por dos sicarios del clan Acosta, en las primeras horas de la tarde del día 16 de octubre de 2014, en un apartado camino rural de la zona conocida como Villa Ygatimí, en el departamento de Canindeyú.

Dos muertes que conmocionaron a la sociedad. Dos asesinatos que sembraron el dolor en varias familias paraguayas. Dos asesinatos que dejaron al descubierto la repulsiva red de vínculo entre el narcotráfico y un funcionario público, del partido colorado, que en ese momento era nada menos que el Intendente de la ciudad de Ypejhú.

Tres años y dos meses después del hecho de sangre que sacudió al periodismo paraguayo, el Tribunal de Sentencia dictó su veredicto, en una de las instalaciones del Palacio de Justicia.

Luciendo una remera en tono azul, rodeado de sus abogados y sin dejar de exhibir una risa burlona en su rostro, de pié, Vilmar “Neneco” Acosta escuchó atentamente la resolución.

Ramón Trinidad Zelaya, el presidente del Tribunal declaró culpable a Vilmar Acosta “del hecho punible de homicidio doloso en calidad de instigador”, dando por validas las evidencias presentadas por el Ministerio Público.

Perla Silguero, la periodista del diario ABC Color, publicación para la cual trabajaba Medina al momento de ser asesinado, informó en su crónica que en el juicio se probó, que el ahora acusado (Vilmar Acosta) tenía motivos suficientes para buscar silenciar a Pablo Medina.

Obviamente, el principal motivo para sacar del camino a Medina fue el cúmulo de publicaciones suyas sobre los vínculos entre Vilmar Acosta y su familia, con el sub mundo del narcotráfico de la zona, y con otros crímenes.

Obviamente, las denuncias del colega fueron lapidarias para el ex intendente (y seguramente para los hombres del sistema político, involucrados en las actividades al margen de la ley) de ahí que la mejor forma de silenciar esas vinculaciones, era silenciarlo a él, a puro plomo.

Y así ocurrieron los hechos. Y así, los sicarios no fueron otros que los integrantes del clan Acosta: un sobrino del ex intendente y un hermano suyo. Flavio Acosta, detenido en el Brasil, donde se estima será enjuiciado por el crimen) y Wilson Acosta, quien todavía permanece prófugo.

Precisamente, respecto a los motivos por los cuales Pablo Medina fue puesto en la mira de los grupos mafiosos de la zona, y en particular por el clan Acosta, la periodista de ABC Color Marcia Ferreira, escribía en fecha previa a la declaración de culpable de Acosta que “durante 16 años, Medina denunció en forma reiterada la manera en que operaba la narco política en esa zona del Paraguay. Las notas periodísticas de Pablo sobre los marihuanales en la reserva de Mbaracayí, sobre una red que ocultaba importantes cargamentos de las drogas en fosas acondicionadas en viviendas del lugar, y sobre la implicancia de miembros del clan Acosta en casos de ajusticiamientos, habrían determinado el ingreso del periodista en una “lista negra” en la que, a decir del testigo Casimiro Núñez, hermano del también asesinado Julián Núñes, Pablo figuraba en el puesto número cuarto”

Siempre sin dejar de bosquejar una sonrisa burlona (y cínica) Vilmar Acosta, ubicado en el medio de sus dos abogados, en la pasada tarde siguió el curso de los acontecimientos, en la sala del Palacio de Justicia, donde también se encontraban los familiares del periodista asesinado.

Uno de sus defensores pidió la división del juicio. Y en consecuencia, ya cumplida la primera etapa, en la que se declaró su reprochabilidad (o culpabilidad) por mandar a cometer el crimen, que terminó siendo doble, se pasó a la segunda etapa: definir los años de condena. Es decir, definir la pena.

Cabe consignar que la fiscal Sandra Quinónez y su par Vicente Rodríguez, presentaron sus conclusiones durante la primera parte del juicio oral, con la resolución de culpable, trascendiendo que la pena pedida fue de 30 años por el doble crimen, más unos diez años, como medida de seguridad.

En tal sentido, el presidente del Tribunal dispuso un receso y luego, cuando todos aguardaban el anuncio de la pena, sobrevino la novedad: en esa jornada no se daría a conocer la pena. Es decir no se dictaría la condena. Esa instancia fue derivada oficialmente para el próximo martes 19 de diciembre, a las 14 horas, momento en que el acusado y sus defensores serán notificados por los integrantes del Tribunal de Sentencia, de la condena, en su calidad de instigador de un crimen. No sin antes las dos partes hagan uso de la palabra.

Sobre el particular, Jorge Figueredo, director de la redacción paraguaya de Antimafia Dos Mil, que siguió de cerca todo lo atinente al juicio oral y público, conjuntamente con los familiares de Pablo Medina –en particular Dyrsen, hija mayor del periodista asesinado; Francisco y Gaspar, hermanos de Pablo; y Pablo Medina, padre del colega- tras la resolución de la víspera, dijo: “Esta sentencia de condena de Vilmar “Neneco” Acosta significa un pequeño paso para el Tribunal de Sentencia, pero un gigantesco avance para la historia de la justicia paraguaya. Nunca en ningún caso, si no me equivoco, fue condenado el instigador de un crimen contra un periodista en Paraguay. Lo máximo que se ha llegado es al autor material”

Desde otro ángulo, en este contexto de juicio oral y público a Vilmar Acosta, la fiscal Sandra Quiñónez, fue entrevistada por periodistas de Radio Ñanduty y en la oportunidad dio su punto de vista sobre las actuaciones del Ministerio Público y de la Policía Nacional.

“Estoy muy conforme. Ha sido un buen trabajo. Solamente nosotros que estamos en esa soledad del trabajo, a veces incomprendido, podemos hoy en día estar con una satisfacción inmensa. Con una emoción de poder decir que por fin…bueno muchas cosas significa todo esto para un profesional. Un trabajo arduo. Se dijo por ahí que las Fiscalía debía construir el caso de la instigación, y así mismo fue, junto con la Policía Nacional, encabezada por el Comisario Gilberto Fleitas, hemos podido lograr esto, declarar reprochable la conducta de Vilmar” fueron las expresiones de la Fiscal..

En el extremo opuesto, también habló a los colegas de radio Ñanduty, uno de los abogados defensores de Villmar Acosta. Su versión es diametralmente opuesta: “Lo que el tribunal ha demostrado es que no ha trabajado en las cuestiones de los incidentes, como tampoco ha trabajado en investigar. Solamente se sujetó a la acusación de la Fiscalía. Esta persona (por Vilmar Acosta) fue acusada de asesinato en un lugar que no hubo comunicación. No pudieron demostrar que haya existido nexo causal. Es un fantoche este Tribunal. Debe investigarse seriamente quien mató a Pablo Medina. Desconozco quien fue, pero mi cliente no tuvo responsabilidad, porque la supuesta persona que habría sobrevivido al caso, nunca fue entrevistada por nadie. Esa testigo posiblemente ni ha estado en el lugar ni pudo reconocer a alguien que salió sorpresivamente del monte. Como lo dije inicialmente, para posteriormente preparar el libreto. El Tribunal se ciñe estrictamente a lo expresado por la Fiscalía”

La familia Medina reclama se aplique la máxima pena: o sea los 30 años más lo diez de seguridad, lo que sería un total de 40 años, en reclusión.
La sociedad paraguaya y nosotros otro tanto.

Y aún como están las cosas, la defensa de Vilmar Acosta insistió en el pedido de nulidad de la acusación.

No es una ilusión la resolución del Tribunal: Vilmar Acosta, el ex intendente de Ypejhú, figura emblemática en esa localidad fronteriza, ha sido declarado culpable. No creemos que sea por una fantochada. Hay contundentes pruebas de su culpabilidad.

Y aún como están las cosas, nos cabe una pregunta: ¿Pero Vilmar Acosta será el único instigador? Técnicamente fue hallado culpable de haber instigado el asesinato. ¿Hay otros personajes atrás?

Creemos que sí. Creemos que el tecnicismo del Ministerio Público no ha sido suficiente. La responsabilidad de culpable. De culpable instigador, no creemos que sea la definitiva resolución del caso. Mejor dicho, no creemos que sea el sinónimo de una justicia completa, aún siendo el primer caso histórico en el que se apuntó sobre un ideólogo, que fue literalmente puesto contra las cuerdas.

El sistema político paraguayo, contaminado por el narcotráfico paraguayo, no ha sido afectado en absoluto con la declaración de culpable, de Vilmar Acosta.. Y no precisamente porque aún resten ser sometidos a la justicia los dos sicarios del clan Acosta. Si no, porque la cabeza del monstruo todavía no ha sido cortada.

Eso lo tenemos que tener muy presente: hoy mismo, con esta novedad y el martes que viene, cuando a Vilmar “Neneco” Acosta se le dé a conocer la pena: los años de reclusión, que le esperan.

Tenemos que tener muy presente, que la impunidad sigue presente, aún con esta declaración de culpable.

Nuestro amigo y redactor colaborador Pablo Medina, no ha sido muerto para aplaudir una declaración de culpable. Sus denuncias, iban a mucho más. Por esa razón, el camino para hacer justicia, vive su primer peldaño. Vive su primer eslabón para desentrañar un tenebroso sendero de criminalidad, en el Paraguay de hoy.

Solo su primer eslabón. Hay aún que desenmascarar muchos más eslabones. Hay mucho por hacer. Mucho.

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*Foto de Portada: www.abccolor.com

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