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Por Jean Georges Almendras-1ero de diciembre de 2018

No alcanza la indiferencia. No alcanza con la pérdida de una vida. No alcanza. Y como no alcanza, hay que seguir aguijoneando a la víctima y a sus seres queridos. Hay que seguir denostando a los muertos. A los mártires de un crimen abominable. De un crimen de la narco política paraguaya.

Ocurre que ahora, a “iniciativa” de un grupo de vecinos de la ciudad de Curuguaty, en Paraguay,  se ha solicitado a la Junta Municipal el cambio inmediato del nombre de la plaza “Pablo Medina” alegando que no fueron informados en su momento sobre el cambio. La plaza se encuentra en el barrio industrial de Curuguaty, departamento de Canindeyú.

Según informaciones procedentes del Paraguay la plaza tendrá el nombre “8 de Diciembre”es decir su anterior denominación. Según la presidenta del cuerpo legislativo municipal Maricel Centurión, a pedido de un grupo de pobladores del barrio la mayoría de los ediles derogó la resolución Número 2018/2015 y dispuso el nuevo nombre. El documento habría pasado a la órbita de la Intendencia Municipal.

Ya el solo hecho de que haya surgido esa iniciativa es una atentado a la memoria de Pablo Medina. Y todo atentado tiene una razón ideológica. Un ideólogo o varios.

No bien la noticia del cambio de nombre se esparció como reguero de pólvora por la región  también trascendió la presunción de que detrás de este sorpresivo y sorprendente (e indignante) pedido de los vecinos estaba el ex diputado colorado Julio Colmán.

No bien la noticia del cambio de nombre se esparció por la región también se supo que una de las promotoras de la solicitud  fue Graciela Serfani, ex funcionaria pública y leal al concejal Julio Colmán, precisamente quien lideró el grupo que participó de la sesión en la que se realizó y aprobó el cambio de nombre .

A propósito de ésta situación periodistas del diario ABC Color (diario en el que Pablo Medina trabajaba al momento de ser asesinado) consultaron al intendente municipal Nelson Martínez Portillo (ANR Añerete) quien informó que deberá analizar la situación para vetar o ratificar pedido de cambio.

“Para vetar necesito cinco votos, para sostener el veto, pero en este caso creo que la mayoría aprobó este pedido, pero vamos a ver bien el tema para resolver” fueron sus dichos.

Por su parte Maricel Centurión dijo al explicar las características de la votación de la Junta, que no se trata de un tema personal contra Pablo Medina, sino que simplemente consideraron que no amerita que la plaza lleve el nombre de Medina.

En este contexto cabe recordar a los lectores de Antimafia Dos Mil que en el mes de octubre de 2015 –a un año del crimen de Pablo Medina- concejales municipales de Curuguaty  decidieron en su mayoría aprobar que una plaza ubicada en el barrio Industrial lleve el nombre del periodista. Fue mediante una solicitud que se hizo llegar a la Junta Municipal por parte de los vecinos del barrio. Oportunamente los ediles divulgaron la resolución 208/15, por medio de la cual se aceptaba la solicitud. Solo los Concejales Agustín Pió Ramirez (imputado por presunta deforestación) y Julio Colmán (investigado por presuntos hechos de corrupción) se opusieron a la aprobación relacionada con la designación de plaza “Pablo Medina”.  

Este periodista y otros redactores de Antimafia Dos Mil  (estando entre ellos el director de Antimafia Dos Mil Paraguay Dr. Jorge Figueredo) estuvimos en esa plaza y consideramos públicamente y en nuestros escritos que esa designación era verdaderamente lo mínimo que podían hacer las autoridades locales para rendir homenaje a uno de sus mártires.

Lo mínimo, porque todavía recuerdo que en oportunidad del aniversario del crimen de Pablo y de Antonia en una marcha que hicimos desde la plaza de Curuguaty hasta esa plaza del barrio Industrial, ventanas y puertas de viviendas de  curuguateños se iban cerrando a nuestro paso, en una dramática demostración no solo de indiferencia al homenaje a Pablo y a Antonia sino además del temor reinante al narcotráfico instalado (e imperante) en la ciudad. Una ciudad visiblemente contaminada por la narco política. Una ciudad rodeada de marihuanales.

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Hoy, a tres años de haberse aprobado el nombre de esa Plaza en homenaje a Pablo Medina resurge el destrato al homenaje. Un destrato a la figura de Pablo Medina. Un destrato vestido de un reclamo vecinal, notoriamente provocado por mentes y poderes que fueron (en días del ayer) señalados por el dedo acusador del periodista que tenía las ideas muy claras respecto a la corrupciones de la ciudad en la que residía junto a su esposa Olga y a sus dos hijos adolescentes.

Y el hecho de tener esas ideas bien claras, obviamente le costó la vida.

Hoy, a cuatro años del abominable crimen, no alcanzan las indiferencias de algunos paraguayos para un mártir del periodismo local e internacional, porque además surgen los embates desde las sombras para atentar una vez más ya no contra su vida, sino contra su memoria y contra su lucha por la justicia y por la verdad.

Dyrsen Medina, hija de Pablo Medina,  sobre esta resolución ha dicho: “Como hija estoy muy dolida. La narco-política sigue fuerte en Curuguaty y en el departamento de Canindeyú. No pueden soportar que una plaza lleve el nombre del periodista Pablo Medina quien lucho contra el mal del narcotráfico y desenmascaró  a muchos políticos ligados a la mafia narcotráfico y otros delitos. Con esta decisión estos Concejales demuestran que son cómplices morales en el mejor de los casos del crimen organizado ya que buscan acallar o borrar de la memoria el nombre de un mártir asesinado por la mafia, pero en cuya muerte también varias autoridades políticas fueron cómplices “

También ha dicho: “En varias oportunidades Pablo Medina había denunciado y dejado en evidencia las actividades ilícitas con que estaba relacionado Julio Colmán. El ideólogo principal de este cambio seria Julio Colmán porque tanto él como Pío Ramírez se habrían sentido molestos con las denuncias de Pablo”

Al momento de redactar estas líneas, desde el Paraguay, el director de la redacción de ese país, el abogado Jorge Figueredo me comunica telefónicamente que ya sacaron la placa de Pablo Medina de la Plaza del barrio industrial.

Ni siquiera tuvieron la delicadeza de aguardar la resolución final del Intendente de Curuguaty, quien incluso podría vetar el cambio de nombre.

No tuvieron (no tienen)  ni el más mínimo gesto de sensibilidad.

Así opera el sistema criminal.

Pablo Medina tu memoria no ha sido pisoteada. Ha sido enaltecida.

Verdaderamente enaltecida.

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*Foto de Portada: www.diarioabccolor.com

*Foto 2: Antimafia Dos Mil

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