Estimó que agosto o septiembre sería una fecha “razonable” para el juicio
El procurador General del STJ, habló de investigaciones judiciales por abuso a menores.
El procurador del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia, Jorge García, se refirió al dictamen de su par en la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Casal, sobre el planteo de prescripción que hizo la defensa del cura Justo José Ilarraz. “Casal se basa en dos cuestiones: que la discusión sobre la prescripción es prematura; y con mayor contundencia señala fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en cuanto a que la prescripción es una regla interna que cede ante la obligación de los Estados de investigar las violaciones de los derechos humanos”, explicó García y entendió que “la Corte adoptará igual criterio”. “Creo que pensar en agosto o septiembre para un juicio oral es razonable, por la importancia que tiene esta causa”, acotó el procurador. También habló de la causa contra el cura Marcelino Moya y la calificó de “compleja”. “Es una ciudad pequeña y lo que se dice puertas adentro, cuesta que se admita ante una autoridad”, contó. Además, consideró que “pronto” continuaría el juicio contra Javier Broggi. En diálogo con el programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), el procurador General de la provincia, habló del dictamen que emitió su par en la Corte Suprema de Justicia, sobre el planteo de prescripción en la causa Ilarraz impulsado por el abogado defensor Juan Ángel Fornerón. “El dictamen de Casal, que es quien hace los dictámenes en cuestiones penales, se basa en dos aspectos que venimos diciendo nosotros: que la discusión sobre la prescripción es prematura; y con mayor contundencia señala los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en cuanto a que la prescripción es una regla interna que cede ante la obligación de los Estados de investigar los delitos contra los derechos humanos”, explicó García.

Recalcó en el mismo sentido que “el dictamen del procurador de la Corte aconseja seguir” y estimó: “Suponemos razonablemente que la Corte Suprema va a adoptar igual criterio”. “Es de pensar que el pronunciamiento de la Corte será en poco tiempo. Puede ser que la Corte abra el debate y se vayan fundamentando los votos, o que mande la plancha y diga que no corresponde el planteo de prescripción”, acotó luego.

Sobre la continuidad de la causa en la provincia, Jorge García dijo que están “solicitando la elevación a juicio”. “Restan muy pocas cosas y las mismas resoluciones de la magistrada -Paola Firpo- que ha rechazado pedidos de defensa para que se realicen otras pruebas, van en sentido de correr la vista a Fiscalía para el pedido de elevación a juicio. Se tienen que terminar las chicanas. Porque hasta ahora, la única defensa que existe por parte del acusado o sus defensores, es el alongamiento del proceso. Este artilugio un día se termina”, asentó. Consideró también que una fecha “razonable” para el juicio oral sería “agosto o septiembre”. “Depende del calendarios de tribunales que fija Oficina de Gestión de Audiencias (OGA), pero ante la importancia que tiene esta causa, sería razonable pensar en agosto o septiembre para la realización del juicio oral”.

En referencia a un supuesto juicio abreviado, luego de que se conociera el contenido de la carta del Vaticano, donde Ilarraz hace una suerte de reconocimiento de los abusos y dice que se siente “sucio de espíritu”, el procurador manifestó: “Creo que por la manera y personalidad manipuladora que demuestra, nunca admitirá los hechos y los seguirá negando, en el marco de lo que era la política vaticana de ocultar todo esto. En ese marco es cuando debe haber pedido perdón por no haber guiado mejor a los chicos y haber permitido que confundieran esa imagen amorosa de él. Eso sobre lo que él dijo que pidió perdón, se da de bruces si admite los abusos. Entonces, no creo que vaya a propender con un juicio abreviado, sino que habrá una negativa absoluta. En general, este tipo de personalidades nunca admiten los abusos, siempre adjudican versiones conspirativas o como se ha dicho que las víctimas quieren dinero”.

“A través de los años, uno desarrolla de manera empírica algunos datos sobre las conductas y perfil psicológico de estas personas. Creo que se construye con el tiempo una negativa en los casos de abuso, se construye una realidad contraria a los hechos y las pruebas de un juicio, ellos siguen diciendo que son las víctimas y colocan la responsabilidad en la víctima”, subrayó. “Estas personas que son absolutamente manipuladoras sobre todo con los niños, se construyen otra realidad, se colocan como víctimas y acusan conspiración. Para saber eso, sólo basta ver la cara de Ilarraz en las fotos”, graficó García.

Sobre la causa Moya

“Hay muchas personas que tienen datos y que son reticentes a aportarlos”, explicó el procurador General. “Esto sucede mucho más en ciudades chicas y lo que se dice puertas adentro, hay que admitirlo ante una autoridad judicial. La estrategia de abusadores siempre fue decir que si se cuentan los hechos, se está atacando a la Iglesia, y esto es tremendo por lo que produce en los ciudadanos. Por eso nosotros siempre aclaramos que no vamos en contra de la Iglesia, sino en contra del abusador. En esto, el Papa nos ha dado la derecha”, opinó.

Causa Broggi

Por último, se refirió al juicio suspendido contra el ex responsable de Cultura en la Municipalidad de Urdinarrain, Javier Broggi. “El tribunal originario se excusó de seguir el debate porque su postura casi que fue prácticamente un adelanto de opinión. Creo que ya no hay más posibilidades de continuar con este tribunal y pronto se reanudaría el juicio. Yo creo que no se entendió el planteo fiscal, que decía no se quería pelear por todos los casos, porque algunos rozaban la prescripción, si bien son gravísimos, y no es lo mismo que Ilarraz. Entonces tomamos como estrategia llevar a juicio los últimos casos, que tal vez no son los más graves. Pero sí son los que no podían atacar con el planteo de prescripción y llevamos como prueba a los casos más viejos. Creo que a eso no lo entendió el tribunal”, manifestó García.

“Tenemos la mente tan entrenada en la técnica jurídica, que se nos vuelve tan obtusa para entender algo tan simple: cómo le vamos a decir a los abusados que cuando logran quebrar la tenaza del silencio, es tarde para denunciar y tienen que arréglese como puedan. Es tan perverso ese mecanismo”, completó.

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