26 Octubre 2018

El Consejo de Seguridad de la ONU debe considerar la trata como un problema de derechos humanos y garantizar una mayor participación de las mujeres en los procesos de construcción de la paz para evitar tanto ese delito como la explotación antes, durante y después de los conflictos.

La relatora especial de la ONU sobre trata de personas, Maria Grazia Giammarinaro, recordó este viernes que la trata afecta sobre todo a mujeres y niñas y que, en muchos casos, conlleva embarazos no deseados, abortos forzados y enfermedades de transmisión sexual.

“Sin embargo, por lo general los procesos y acuerdos de paz no contemplan medidas de protección como acceso a albergue, alimentos o educación para los niños. Tampoco incluyen salvaguardas reproductivas ni sexuales”, apuntó la experta en su informe anual a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Mayor participación y conciencia

Según Giammarinaro, si las mujeres tuvieran más participación en las respuestas a los conflictos y en los escenarios post conflicto, aumentarían la conciencia sobre la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas.

“Para evitar la trata e impulsar el empoderamiento de las mujeres es esencial diseñar e implementar medidas de ayuda y recuperación a las víctimas de trata en colaboración con sobrevivientes y organizaciones que promuevan los derechos de la mujer”, puntualizó.

Si no se combate, se arraiga

 La relatora especial advirtió que, de no combatirse, la trata podría arraigarse en los países que empiezan su reconstrucción después de un conflicto.

Afirmó que las medidas contra la trata deben entenderse como intervenciones que salvan vidas y que evitan la violencia de género.

Giammarinaro consideró vital que el Consejo de Seguridad integre la trata a su agenda sobre “Mujeres, paz y seguridad”, que se basa en cuatro principios: prevención de conflictos, participación, protección y ayuda y recuperación.

https://news.un.org/es/story/2018/10/1444422