El mismo juez a cargo del caso, Norberto Oyarbide, ante requisitorias de la prensa, hace más de dos meses, lo había incluido como posible citado a brindar explicaciones ante la Justicia. Ayer su nombre circuló entre los de los próximos e inminentes imputados.
Una versión indicó que el juez podría llamarlo a declaración indagatoria pero sin detenerlo. Otra versión indicó que podría ser detenido. Ayer Capaccioli -un hombre que llegó al Gobierno de la mano de Alberto Fernández- no pudo ser ubicado en sus teléfonos. Allegados a él dijeron que se encontraba fuera de la ciudad.
En defensa de Capaccioli indican que fue "muy corto" el plazo en el que estuvo a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud, el organismo encargado de controlar a las obras sociales.
"Falta de control" es justamente lo que le achacan desde la otra vereda sus detractores a la hora de encontrarle algún rol en la maniobra investigada por la Justicia. "¿Lo ves a Héctor adulterando un remedio?", le preguntó ayer a este cronista un allegado al ex funcionario.
La Justicia investiga los vínculos entre Capaccioli y el dueño de la droguería San Javier, Néstor Lorenzo, uno de los ocho nuevos detenidos que tiene la causa manejada por Oyarbide. Lorenzo es uno de los hombres clave de la causa, según dicen en Tribunales.
El ex superintendente de Servicios de Salud ya tuvo que ir recientemente a los tribunales federales de Retiro pero para declarar en otra causa y como testigo. Allí le dijo al juez Claudio Bonadio que él no tuvo a su cargo el manejo de los fondos por reintegros pagados por la Administración de Programas Especiales (APE) al gremio de los camioneros del titular de la CGT, Hugo Moyano.
En Tribunales sospechan que Capaccioli tiene relación con los remitos de aportes por casi un millón de pesos a la campaña de la Presidenta hallados en un allanamiento a la casa de Lorenzo.
Los aportes de las droguerías a la campaña presidencial de Fernández de Kirchner significaron casi un 25 por ciento del total de dinero recaudado a ese fin. Capaccioli tenía el doble rol de recaudador de campaña y controlador de las obras sociales desde su rol en la Superintendencia.