Miles de ciudadanos hicieron ruidos con sus cacerolas en distintos puntos del país tras la aprobación de la reforma jubilatoria.Miles de manifestantes protestan contra la reforma previsional propuesta por el Gobierno argentino.
El martes por la madrugada (hora local) el Congreso argentino aprobó la reforma previsional, que modifica el cálculo para pagar jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales. La nueva ley generó el rechazo de miles de personas que se manifestaron en la vía pública con sus cacerolas, instrumento de cocina utilizado para protestar durante la crisis económica del 2001.
La primera manifestación ocurrió el 14 de diciembre, cuando miles de argentinos concurrieron a la Plaza del Congreso mientras en la Cámara de Diputados se debatía el proyecto de ley. Sin embargo, por los disturbios ocasionados fuera del recinto, donde hubo civiles heridos y detenidos, la sesión se suspendió. Según La Izquierda Diario, dos trabajadores de la Coordinadora de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) sufrieron daños graves: a uno le debieron extirpar un ojo y otro perdió la vista.
Finalmente, el debate se pasó para el 18 de diciembre. Durante el día, los opositores al proyecto de ley ocuparon las cercanías del Parlamento y hubo más incidentes, con 162 heridos —88 policías y 74 civiles—, publicó Télam. En aquella jornada, los efectivos se vieron ampliamente superados por los manifestantes, como muestran las imágenes:
Por su parte, el presidente Mauricio Macri visitó a uno de los oficiales en el hospital y publicó su apoyo a las fuerzas de seguridad en su cuenta de Facebook:
La votación se extendió hacia la madrugada del 19 de diciembre, mientras miles de personas sin banderas políticas se convocaron nuevamente en las cercanías del Congreso argentino. Cerca de las 3:00 (hora local) la Policía dispersó a los manifestantes, a pesar de no existir incidentes, que en pocos minutos desocuparon las calles.
Segunda noche en el Congreso
Así las cosas, la ciudadanía comenzó el martes sabiendo que los diputados habían aprobado la reforma impulsada por el oficialismo. Nuevamente, en la noche del 19 y madrugada del 20 de diciembre, las cacerolas resonaron desde las ventanas de los edificios y luego en las esquinas de la capital.
Cientos de ciudadanos volvieron a presentarse frente al Parlamento para expresar su repudio. Asimismo, dentro del Congreso se debatía una nueva reforma propuesta por el Gobierno: la tributaria, que plantea cambios en materia impositiva.
Muchos carteles de protesta se vieron frente al Parlamente argentino en la madrugada del 20 de diciembre. / Cortesía de Leandro Lutzky
Vale destacar que en el sistema presidencialista de este país sudamericano el mandatario tiene la capacidad de vetar leyes aprobadas por los legisladores previamente.
Un niño sostiene la bandera argentina en la segunda noche de protesta contra la reforma previsional. / Cortesía de Leandro Lutzky
Por citar un ejemplo, en mayo del 2016 Macri ya vetó la ley de emergencia laboral, que prohibía los despidos frente a la crisis ocupacional.
Muchos protestantes también recordaron a Santiago Maldonado en la madrugada del 20 de diciembre. / Cortesía de Leandro Lutzky
Por ello, algunos manifestantes intentan ejercer presión social en las calles para hacer rever la sanción de la reforma previsional, aunque el martes Macri expresó en rueda de prensa: "Lo que hemos hecho con esta reforma es defender a los jubilados".
Mientras tanto, resta por ver si las organizaciones sociales, partidos políticos y sindicatos de Argentina organizan nuevas protestas contra el paquete de reformas planteadas por Macri, donde se destaca la modificación a la ley laboral, que aún no se debatió en el Congreso local.
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