POBREZA EN TRES TIEMPOS: EL DRAMA EN LA CALLE, LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE Y LAS CIFRASEl ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, la próxima semana entregará en el Senado las metas de este Gobierno en el combate de la pobreza y el primer Informe de Políticas Sociales
Santiago 14 de Octubre 2011
La Segunda
A la espera del ingreso ético: "A un niño no le puede decir que no hay para comer..."
Celia Sánchez tiene 56 años. Está por cumplir 40 de matrimonio con Antonio Aravena -un mueblista que sufrió un accidente y no puede trabajar- y aunque a veces hay días en que comer no es un verbo que puedan conjugar, se declara una mujer completamente feliz: "Hay momentos difíciles, donde rabeo mucho, como todos, pero Dios me ha bendecido con una familia muy linda", asegura esta costurera que, gracias a una máquina de coser regalada, se asegura con $60 mil mensuales entre junio y septiembre, la temporada alta para hacer banderas.
Vive con cuatro de sus cinco hijos, una nuera, un yerno y 9 de sus 11 nietos: 17 personas en total. Los niños van a la escuela y los adultos se las arreglan como pueden: No tiene trabajo estable.
Este grupo es parte de las 130 mil familias más vulnerables del programa Chile Solidario que podrán aspirar al Ingreso Etico Familiar, un sistema que se iniciará en abril del próximo año y que bonificará monetariamente para proporcionar grados de dignidad a los más necesitados y superar la pobreza extrema en Chile de aquí al 2014.
El ingreso per cápita de este grupo no supera los $32 mil. Por eso privilegian a los niños y el pasaje de la micro de quienes salen a rebuscarse la vida.
"Hay que agradecer lo que hay"
Celia sólo atina a responder que cualquier ayuda extra que reciban la destinarán a sus nietos: "A un niño no le puede decir que no hay para comer... Los adultos podemos pasar dos o tres días sin hacerlo. Pero a un niño de cuatro o cinco años no le puede decir eso", dice mientras se le humedecen los ojos, graficando de esta manera las carencias que hay en este hogar de la población San Gregorio, de La Granja.
Viven en la que fuera propiedad de su padre -fallecido en 2010-, pero con el temor constante de que sus hermanos concreten la idea de vender la vivienda que, más que una casa, parece bodega.
"Cuando llegamos hicimos divisiones con madera terciada y empezamos a darle pieza a cada hijo", comenta, mientras muestra estos dormitorios de "tres por tres" en donde se apilan las camas...
El sistema para alimentarse es una olla común para los 17, que la mujer llena con la ayuda de todos: "Yo les digo a los nietos (la mayor tiene 16 años y el menor 2) que hay que agradecer lo que hay, porque a veces nos da para un arroz con vienesa, que si bien no es un plato exquisito, por lo menos sirve para pasar el día".
Su hija, Sidney Aravena, no puede trabajar por un severo lupus que se le complicó, y apostó sus fichas a un proyecto Fosis para comprarse una máquina que le permita coser en su casa. Es viuda y recibe una asignación familiar fiscal por sus dos hijos y un bono de Chile Solidario de cerca de $10 mil pesos, que destina íntegramente a pagar los $25 mil mensuales del colegio subvencionado de los niños, con el que confían entregarles más oportunidades que en uno municipal. "No sé cómo hacer para que una de mis nietas vaya a la universidad. Sé que hay muchos beneficios, como una beca, porque ésa es la única posibilidad que tenemos. Si depende de nuestro bolsillo, no podrá" ", reflexiona Celia .
Gran lujito: Un asado para el Dieciocho y Navidad
-¿Qué espera del ingreso ético familiar?
-Que sea realidad, porque muchas veces lo reciben personas que no lo necesitan...
-¿Cree que hay más o menos necesidad que antes? Porque se dice que el país ha crecido tanto y que hay más desarrollo .
-No creo que sea así, porque es jaguar de Providencia hacia arriba. Pero hacia acá, no. A un turista no lo traen a la población donde yo vivo. Van sólo para arriba.
-¿Cuál es el lujito que se da cuando puede?
-Para el "18", la Navidad y Año Nuevo hacemos un asado. Todos ponemos algo y lo hacemos.
Celia Sánchez tiene 56 años. Está por cumplir 40 de matrimonio con Antonio Aravena -un mueblista que sufrió un accidente y no puede trabajar- y aunque a veces hay días en que comer no es un verbo que puedan conjugar, se declara una mujer completamente feliz: "Hay momentos difíciles, donde rabeo mucho, como todos, pero Dios me ha bendecido con una familia muy linda", asegura esta costurera que, gracias a una máquina de coser regalada, se asegura con $60 mil mensuales entre junio y septiembre, la temporada alta para hacer banderas.
Vive con cuatro de sus cinco hijos, una nuera, un yerno y 9 de sus 11 nietos: 17 personas en total. Los niños van a la escuela y los adultos se las arreglan como pueden: No tiene trabajo estable.
Este grupo es parte de las 130 mil familias más vulnerables del programa Chile Solidario que podrán aspirar al Ingreso Etico Familiar, un sistema que se iniciará en abril del próximo año y que bonificará monetariamente para proporcionar grados de dignidad a los más necesitados y superar la pobreza extrema en Chile de aquí al 2014.
El ingreso per cápita de este grupo no supera los $32 mil. Por eso privilegian a los niños y el pasaje de la micro de quienes salen a rebuscarse la vida.
"Hay que agradecer lo que hay"
Celia sólo atina a responder que cualquier ayuda extra que reciban la destinarán a sus nietos: "A un niño no le puede decir que no hay para comer... Los adultos podemos pasar dos o tres días sin hacerlo. Pero a un niño de cuatro o cinco años no le puede decir eso", dice mientras se le humedecen los ojos, graficando de esta manera las carencias que hay en este hogar de la población San Gregorio, de La Granja.
Viven en la que fuera propiedad de su padre -fallecido en 2010-, pero con el temor constante de que sus hermanos concreten la idea de vender la vivienda que, más que una casa, parece bodega.
"Cuando llegamos hicimos divisiones con madera terciada y empezamos a darle pieza a cada hijo", comenta, mientras muestra estos dormitorios de "tres por tres" en donde se apilan las camas...
El sistema para alimentarse es una olla común para los 17, que la mujer llena con la ayuda de todos: "Yo les digo a los nietos (la mayor tiene 16 años y el menor 2) que hay que agradecer lo que hay, porque a veces nos da para un arroz con vienesa, que si bien no es un plato exquisito, por lo menos sirve para pasar el día".
Su hija, Sidney Aravena, no puede trabajar por un severo lupus que se le complicó, y apostó sus fichas a un proyecto Fosis para comprarse una máquina que le permita coser en su casa. Es viuda y recibe una asignación familiar fiscal por sus dos hijos y un bono de Chile Solidario de cerca de $10 mil pesos, que destina íntegramente a pagar los $25 mil mensuales del colegio subvencionado de los niños, con el que confían entregarles más oportunidades que en uno municipal. "No sé cómo hacer para que una de mis nietas vaya a la universidad. Sé que hay muchos beneficios, como una beca, porque ésa es la única posibilidad que tenemos. Si depende de nuestro bolsillo, no podrá" ", reflexiona Celia .
Gran lujito: Un asado para el Dieciocho y Navidad
-¿Qué espera del ingreso ético familiar?
-Que sea realidad, porque muchas veces lo reciben personas que no lo necesitan...
-¿Cree que hay más o menos necesidad que antes? Porque se dice que el país ha crecido tanto y que hay más desarrollo .
-No creo que sea así, porque es jaguar de Providencia hacia arriba. Pero hacia acá, no. A un turista no lo traen a la población donde yo vivo. Van sólo para arriba.
-¿Cuál es el lujito que se da cuando puede?
-Para el "18", la Navidad y Año Nuevo hacemos un asado. Todos ponemos algo y lo hacemos.