Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico, con avances cada vez más rápidos y sorprendentes. Y esos son solamente los avances que conocemos: hay industrias que trabajan fuera de la vista pública, en secreto. La militar es la más conocida y secreta: sólo nos muestran lo que quieren que veamos. Siempre se guardan lo menos popular, lo que da más miedo. Sí, miedo, porque hay algo que siempre va por delante y “da ideas”: la ciencia ficción.

Con ella hemos “aprendido” que dar poder a las máquinas para pensar, y para controlar armas, puede ser peligroso. La serie Terminator es seguramente la previsión apocalíptica más conocida aunque no es la única. Ya sabes a qué nos referimos: empiezas dejando que las máquinas puedan atacar por su cuenta para defenderte. Y un día, te atacan a ti para defenderse a sí mismas porque creen que ahora la amenaza eres tú, humano. Ese primer paso es clave. Es decir, fabricar y programar máquinas capaces de decidir por sí mismas a quién “eliminar”. ¿Esto ya ha pasado?
El vídeo de los minidrones asesinos
Seguro que lo has visto: el vídeo de la presentación de un nuevo armamento militar que son minidrones asesinos. A nosotros nos lo han pasado ya varios grupos de WhatsApp y también está en redes sociales. El presentador nos vende la revolucionaria tecnología de unos drones que caben en la palma de una mano. Son drones de cuatro rotores como los que hay en cualquier juguetería actual.
No los pilota nadie, lo hacen por su cuenta a base de inteligencia artificial. Si detectan que te acercas, te esquivan. No están estacionarios más que fracciones de segundo para evitar francotiradores. Y cuentan con reconocimiento facial: si eres su objetivo, te reconocerán e irán a por ti. Son pequeños pero matones y nunca mejor dicho. Su carga de pocos gramos de explosivo es suficiente para taladrarte el cráneo y matarte.

El presentador nos los vende como la siguiente gran revolución armamentística. Un avión cargado con miles de ellos es capaz de eliminar a la “mitad mala” (literal) de una ciudad. No necesitas una bomba nuclear, sucia y destructora. Hasta ahí, digamos que bien… el problema es quién y cómo selecciona los objetivos. Como el vídeo entero describe tras la presentación, la misma inteligencia artificial podría decidir a quién atacar. Y el resultado podría no gustarnos nada, pues podría decidir en base a opiniones compartidas en redes sociales por ejemplo. Los drones atacarían universidades, matarían a mucha gente inocente, y serían casi imparables.
Sí, da miedo, por eso han hecho el vídeo: es todo una invención. Es obra de autonomousweapons.org y pretende que tomemos conciencia de este problema del futuro. Y que forcemos a los Gobiernos a crear normas que pongan límites a las armas autónomas. Y que se haga cuando antes, porque tal vez ya es tarde.

¿Demasiado tarde?
Sí, quizás ya no llegamos a tiempo. Las normas internacionales, como la Convención de Ginebra, suelen ir por detrás de la realidad. El uso de gases venenosos en la Primera Guerra Mundial, después prohibidos, es un buen ejemplo. Se prohibieron, sí, pero se sabe lo “útiles” que son, y desde entonces existen almacenes… secretos, claro. Pero también sabemos que han sido usados en algunos conflictos, por desgracia.

Con los drones y los próximos robots de guerra, por llamarles de una forma genérica, puede pasar lo mismo. Ya se están desarrollando porque ya hace tiempo que existe tecnología para que funcionen. Seguramente lo que hemos visto en alguna feria o en algún vídeo es la punta del iceberg. Y si es así, y ya existen, llegamos tarde. Porque una vez que un arma autónoma exista, no habrá quien la pare.
Es muy posible que así sea, y que las futuras normas corran mucha, mucha prisa. Por lo menos para evitar que estos aparatos se usen sin una causa muy justificada. O para evitar que se extiendan. Ya hay muchas voces entre los militares que discuten sobre esto. Una frase: las guerras del futuro necesitarán robots que puedan decidir si eliminar objetivos sin intervención humana. No es nuestra, es de un alto oficial. En 2015 más de mil expertos en tecnología y armamento pidieron una legislación que prohibiera los soldados-robot. Creían que faltaban años para que algo así llegara, pero dos años después ya son una realidad.

Drones asesinos y soldados robot
Sí, existen suficientes ejemplos e indicios como para pensar que las grandes potencias militares están desarrollando armas de este tipo. Y tienen algunas operativas, otra cosa es que las usan, o lo hagan público. Además las siguen desarrollando, porque esto ya sabemos cómo funciona. Si sabes que tu posible enemigo la tiene, necesitas tener una mejor por si acaso…

Un primer ejemplo de algo parecido a lo del vídeo es esta demostración de las Fuerzas Aéreas americanas. De esto hace un año: dos cazas F18 liberan en vuelo 103 pequeños drones. Unidos en forma de “enjambre”, los drones cumplen varias tareas de reconocimiento. Destaca que iban pilotados pero en grupo: no usaron 103 pilotos, sino sólo uno, los demás le seguían. Los drones volaban por ello como un enjambre y hubieran podido llevar a cabo ataques.
La agencia rusa que informó de esta prueba afirmó que ellos también cuentan con sistemas similares. Incluso con contramedidas: pueden interceptar las órdenes al dron “guía”, o eliminar la comunicación entre ellos. Así se dispersarían perdiendo su eficacia.

Por tierra, mar y aire
El aire es quizás el medio más llamativo para estos nuevos drones asesinos (o protectores, según se mire). Pero no es el único: hay desarrollos también para la tierra, y para el agua. Por tierra hemos visto unos cuantos: un tanque ruso no tripulado llamó mucho la atención hace poco. Los rusos de hecho tienen unos cuantos robots soldado terrestres. En principio los manejan a distancia, pero se sabe que cuentan con inteligencia para poder ser autónomos en parte. Como los aéreos, habrá situaciones en las que no se puede esperar la reacción del piloto remoto para tomar una decisión. También Estados Unidos cuenta con sus compactos tanques sin tripulantes. Pueden ser pilotados a distancia o hacerlo autónomamente.
Pero los soldados robots tendrán una aplicación a corta escala, y quizás acaben ayudando a los policías. Un poco al estilo Robocop, vaya, ya avisamos que la ciencia ficción se adelanta a la realidad. Servirán para las guerras a pequeña escala, en acciones locales. Los aéreos pueden llegar más lejos, pero pueden ser detectados y consumen mucha energía. El agua es, parece, el entorno donde es más probable que se desarrolle la primera guerra sin humanos. Lo submarino es muy difícil de detectar a distancia, y requiere menos energía que algo volando.
Submarinos: ya funcionan
China está avanzada y se sabe que cuenta con varios tipos de drones submarinos. Algunos, podrían estar ya en marcha en los océanos: se sabe que tienen robots científicos “investigando”. Han batido récords de duración o profundidad, eso es público. De ahí a espiar, o a ejecutar alguna orden militar, hay muy poca distancia… Estados Unidos también trabaja en los suyos, de hecho estrenó oficialmente este verano el primer escuadrón de drones submarinos. Rusia no anda a la zaga, por supuesto. Todo saben que el control de los océanos puede ser clave en caso de conflicto.
¿Cometeremos los humanos el error de dejar en manos de robots nuestra defensa, para ser víctimas suyas? Ojalá que no sea así, pero ahora mismo es muy legítimo hacerse esa pregunta porque es una amenaza muy real. Tal vez la inteligencia artificial no llegue a ese “momento Skynet”: ser tan lista para decidir nuestro fin. Pero sí será posible que alguien hackée estos drones con efectos imprevisibles. Sea como sea, da bastante miedo ¿a que sí?
https://www.tuexperto.com/2017/11/19/la-verdad-tras-el-video-de-drones-asesinos-que-circula-por-la-red/