TEMOR EN EUROPA: GRECIA, OTRA VEZ CERCA DEL DEFAULT
Lunes 06 de febrero de 2012 | Publicado en edición impresa
Arduas negociaciones en Atenas
Los partidos políticos griegos se niegan a aceptar nuevos ajustes
ATENAS.- Una nueva ola de temor recorrió ayer la Unión Europa (UE) después del fracaso de una serie de reuniones en Grecia que dejaron al país otra vez al borde del default.

Las crecientes exigencias de austeridad de la Unión Europea, que presiona por la adopción inmediata de medidas de ajuste, se toparon con el firme rechazo de la coalición de partidos que apoyan al gobierno de emergencia y que se niegan a someter a los griegos a más sacrificios.
Luego de una agitada jornada de reuniones, el primer ministro griego, Lucas Papademos, no logró que los partidos políticos aceptaran los compromisos de mayor austeridad solicitados por la "troika", formada por representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Papademos se reunió anoche con los líderes de la coalición gubernamental, que se mostraron renuentes a aceptar las propuestas de la UE, en particular la exigencia de recortes salariales.
Los partidos Nueva Democracia y LAOS, conservador y de extrema derecha, respectivamente, se oponen con firmeza a nuevos recortes de sueldos y gastos, con el argumento de que eso llevaría a Grecia a una recesión más profunda e impondría una carga demasiado pesada a los griegos. "La verdad es que la gente está cansada. No pueden soportar más austeridad", dijo el vocero de Nueva Democracia, Yannis Michelakis.
"Nos están pidiendo más recesión. Y yo lucho contra eso", dijo, por su parte, el líder de Nueva Democracia, Antonis Samaras, a la salida de la reunión de más de cinco horas.
"Yo no contribuiré a que estalle una revolución que haría arder Europa", dijo, en tanto, Giorgios Karatzaferis, líder de LAOS.
Por su parte, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), la mayor formación parlamentaria, deberá estudiar las medidas en su Consejo Político, ya que actualmente el partido se encuentra sin un liderazgo claro y sumido en luchas intestinas.
Papademos, sin embargo, se niega a darse por vencido y dio plazo hasta hoy a sus socios para que decidan si aceptan o no las condiciones de la troika.
En juego está un segundo plan de rescate de 130.000 millones de euros (171.000 millones de dólares), sin el cual Grecia tendría que declararse en bancarrota antes de fines de marzo. El gobierno debe reunirse además con representantes de los bancos para lograr un canje de bonos que les supondría una pérdida del 70% en sus inversiones por una reducción del 50% en el valor nominal de las nuevas obligaciones, menores intereses y mayores plazos de amortización, con la esperanza de reducir la deuda soberana griega en 100.000 millones de euros (131.600 millones de dólares), del 160% al 120% del PBI.
Claro mensaje
Pero cada vez son mayores las señales de que la UE está perdiendo la paciencia con Grecia: anteayer, los ministros de Finanzas de la eurozona advirtieron que no aprobarían un plan para la reestructuración de la deuda de Grecia con sus acreedores privados hasta que garantice que implementará drásticas reformas.
Los ministros de Finanzas esperaban reunirse hoy para finalizar el segundo salvataje de Grecia, pero el encuentro fue postergado hasta pasado mañana debido a la renuencia griega a comprometerse con reformas. En lugar de eso, los ministros mantuvieron una teleconferencia para evaluar los progresos sobre el paquete financiero.
"Hubo un claro mensaje compartido por todos los que participaron en la teleconferencia [...] en el que se les dijo a los griegos que ya ha sido suficiente", dijo un funcionario de la zona euro. "Hay una enorme sensación de frustración respecto de que ellos se estén retrasando", afirmó.
Las autoridades de la zona euro también están descontentas con el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, dado que creen que el funcionario está más atento a su posición en el partido de cara a las elecciones de abril que a las negociaciones sobre las reformas.
"Hay una gran frustración con el ministro Venizelos, con quien es difícil estar en contacto porque está demasiado ocupado haciendo campaña por el liderazgo de su partido, el Pasok, y no está disponible para reunirse con los miembros de la troika", afirmó un funcionario de la zona euro.
La amenaza de default en Grecia será seguramente el tema dominante de la reunión que mantendrán hoy el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, que se trasladará a París con la mitad de su gabinete para seguir analizando la salida de la crisis europea.
Los últimos logros de Merkel sobre el pacto fiscal para 25 de los 27 países de la Unión Europea se verían mermados si se agravase la situación en Grecia y se diese el caso de que un miembro del bloque ya no puede ser rescatado.
LOS ALEMANES, POR EL DRACMA
BERLIN (Reuters).- La mayoría de los alemanes cree que la zona euro estaría mejor si la endeudada Grecia la abandonara, según una encuesta publicada ayer en el popular Bild am Sonntag. Según el sondeo de Emnid, el 53 por ciento de los alemanes cree que Grecia debería volver a su antigua divisa, el dracma, mientras que sólo el 34 por ciento considera que debe seguir con el euro. Además, el 80 por ciento de los alemanes se opone a autorizar el paquete de rescate si Grecia no aplica las reformas que exige la Unión Europea.