TEMOR Y DESCONCIERTO POR LAS RÉPLICAS DEL TERREMOTO EN ITALIA
Jueves 31 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Una región castigada / El día después del desastre
Más de 60 temblores volvieron a sacudir la zona de Emilia-Romaña; hay miles de evacuados
ROMA.- La tierra siguió temblando ayer en el norte de Italia, donde se sucedieron por lo menos 60 réplicas luego del devastador terremoto de anteayer, que dejó 17 muertos en la región de Emilia-Romaña, varios de ellos operarios que fueron aplastados por el súbito derrumbe de las fábricas y depósitos donde trabajaban.

El "mayo negro" que sacudió a Italia dejó en total 23 muertos -si se suman las seis víctimas del sismo del 20 de mayo en Finale Emilia-, 350 heridos y unas 14.000 personas en la calle, que ven como una pesadilla el regreso a sus hogares por la voraz secuencia de temblores.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología prevé más réplicas de consideración y no descarta nuevos terremotos en la zona, lo que fogonea aún más la justificada angustia de los residentes, sometidos a un largo estado de vigilia.
Según los geólogos, bajo la llanura Padana el suelo es blando, casi líquido, lo que hace que la tierra pueda oscilar durante mucho tiempo.
Los habitantes de una de las regiones más productivas de Italia, dominada por el fértil valle del río Po, están ahora divididos entre el miedo a que el suelo vuelva a estremecerse y el temor a perder su trabajo, en un país golpeado desde hace meses por la recesión.
Varias fábricas en los alrededores de Módena -una llanura salpicada de plantas industriales, granjas y viñedos- habían abierto el lunes pasado luego de una semana paradas debido al sismo del 20 de mayo.
"Tras el primer terremoto mucha gente volvió al trabajo porque hay una crisis económica y querían salvar sus empleos", dijo Mauro Baraldini, cuyos dos hijos sobrevivieron de milagro cuando las fábricas en las que trabajaban se derrumbaron. "Ahora lo pensarán dos veces antes de volver", añadió.
En tanto, la fiscalía de Módena anunció la apertura de una investigación judicial para aclarar el derrumbe de edificios y naves industriales en esa zona -eje de la pequeña y mediana empresa italiana-, muchos de ellos de construcción reciente.
"La política nacional para la construcción de inmuebles industriales ha sido suicida", denunció el fiscal Vito Zincani.
Once de las 17 víctimas eran trabajadores industriales. Ayer, los bomberos recuperaron en la localidad de Medolla el cuerpo de un obrero atrapado bajo los escombros de un edificio industrial. Fue el último de los cadáveres retirados de los escombros de las decenas de plantas y depósitos que se vinieron abajo por el sismo.
Falta de previsión
También sonaron con fuerza las críticas por la falta de previsión y por la decisión de autorizar el acceso a escuelas, viviendas y empresas luego del sismo del 20 de mayo. Los sindicatos acusaron a las empresas de haber forzado la vuelta al trabajo de los empleados en estructuras que podían haberse dañado por el terremoto anterior y que no fueron aseguradas de forma correcta para eventuales terremotos.
Ayer, el gobierno del primer ministro Mario Monti aprobó en un Consejo de Ministros en Roma nuevas medidas de ayuda y decretó para el próximo lunes una jornada de luto nacional. El ejecutivo amplió, además, a las provincias de Reggio Emilia y Rovigo el estado de emergencia decretado el 22 de mayo en Bolonia, Módena, Ferrara y Mantua.
También se aprobó el aumento de dos centavos de euro en los impuestos a los combustibles hasta el 31 de diciembre próximo, cuya recaudación se destinará a las zonas devastadas, al igual que fondos derivados de las nuevas medidas de austeridad instauradas para el recorte del gasto público.
Monti dijo que "nadie será dejado solo" y llamó a la unidad de los italianos ante la tragedia , mientras muchos políticos y otros ciudadanos insistieron en el reclamo de que este año se suprima el desfile militar por el Día de la República, pasado mañana, y se destinen los fondos a la reconstrucción.
FUERTE GOLPE A LA INDUSTRIA Y EL AGRO
MIRANDOLA, Italia (Reuters).- Confindustria, la mayor asociación empresaria italiana, dijo que los dos sismos, que en conjunto dejaron más de 20 muertos, tendrán un impacto prolongado, agravando una ya profunda recesión en la tercera economía de la zona euro. Sólo en el campo, la influyente asociación agrícola Coldiretti estimó que los daños al sector alcanzarían los 620 millones de dólares.