08encarceladaLa abogada iraní de derechos humanos Nasrin Sotoudeh se halla recluida en la prisión de Evin de Teherán desde su detención el 13 de junio. Se enfrenta al cargo de “difundir propaganda contra el sistema”, entre otros, por su trabajo como abogada defensora de mujeres que han protestado pacíficamente contra el uso obligatorio del velo (hiyab). Es presa de conciencia.


La galardonada defensora de los derechos humanos Nasrin Sotoudeh, de 55 años, fue detenida en su casa, en Teherán, el 13 de junio y conducida a la prisión de Evin, en cuya ala de mujeres se halla recluida. En el momento de su detención, la informaron de que la detenían para que cumpliera una pena de cinco años de prisión basada en cargos por los que jamás ha sido juzgada ni condenada. Posteriormente le dijeron que se enfrenta a nuevos cargos de “difusión de propaganda contra el sistema” y “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”. Se ha negado a depositar la fianza de 6.500 millones de riales (150.000 dólares estadounidenses) que le piden, porque considera que los cargos son infundados y falsos.

Los cargos presentados contra Nasrin Sotoudeh se deben a su trabajo pacífico como abogada defensora de mujeres detenidas y procesadas por protestar pacíficamente contra la práctica degradante del uso obligatorio del pañuelo en Irán. Estas detenciones comenzaron en diciembre de 2017, a raíz de que una mujer realizara un acto solitario de resistencia consistente en quitarse el pañuelo de la cabeza y ondearlo en silencio con un palo, subida a una estructura elevada. Su gesto fue repetido por incontables mujeres en todo el país, en el marco de una campaña conocida como “Chicas de la calle de la Revolución”. Las actividades realizadas por Nasrin Sotoudeh en su función de abogada defensora, como mantener reuniones con sus clientes, parecen haber servido para entablar una causa penal contra ella. Según su esposo, Reza Khandan, Nasrin Sotoudeh ha dicho que, como actualmente no puede defender a esas mujeres por estar detenida y puesto que cree que el uso obligatorio del pañuelo es “inhumano y contrario a los derechos humanos”, piensa quitarse el pañuelo de la cabeza en prisión hasta que quede en libertad.

Antes de su detención, Nasrin Sotoudeh había criticado públicamente la decisión de la Magistratura de obligar a las personas detenidas por determinados cargos —entre ellos algunos relacionados con la seguridad nacional— a elegir a su abogado defensor de entre una lista de letrados que han sido investigados y aprobados por el presidente de la Magistratura, lo que menoscaba su derecho a un abogado de su elección. Los defensores y defensoras iraníes de los derechos humanos han expresado su indignación por el hecho de que la lista confeccionada para la provincia de Teherán contenga a ex fiscales y jueces que no son independientes. Según Reza Khandan, las autoridades se han negado a autorizar al abogado elegido por Nasrin Sotoudeh para defenderla y le han dicho que tiene que elegir a otro de la lista de la provincia de Teherán.
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