Las puertas del aula Magna de la Facultad de Derecho se abrieron de par en par para una iniciativa noble: un Congreso Internacional de Lucha contra la Mafia. Una agenda prevista fue la columna vertebral del evento, pero el espíritu del mismo, el alma de una idea hecha realidad, por ser inspirada por valores de Justicia, se fue delineando con mayor énfasis, trascendiendo el acto académico.

En la mañana del jueves 22, operadores de justicia, abogados, penalistas y universitarios, se dieron cita para ser protagonistas de un acontecimiento poco común, por más que las injusticias estén a la orden del día, porque parece ser, que cuando se trata de trabajar por corrientes del respeto mutuo y a la ley, las dificultades sobran.
Entonces fue así que nuestros amigos y hermanos Juan Alberto Rambaldo, e Inés Lépori White, junto a otros colaboradores igualmente empeñados en la idea, cargaron sobre sus espaldas la organización del evento, en una sociedad que mostró varias de sus caras. De todas formas el congreso se realizó con el apoyo y el auspicio de varias instituciones.
Con todo ese contexto, dibujadas por las formalidades de rigor comenzaron a escucharse, durante la primera jornada, las primeras ponencias. Nos tocó ser locutores y presentadores del Congreso, por esas circunstancias de la organización y pues por ello procuramos darle a ese rol la profesionalidad deseada.
Previo al momento de la apertura una periodista del informativo de Radio Rosario entrevisto a Giorgio Bongiovanni y a Lorenzo Baldo, haciendo lo propio con los jueces Antonio Ingroia y Leonardo Guarnotta, después todo el grupo visitante fue recibido en el Decanato por las autoridades de la Facultad, como antesala del evento. En el medio del encuentro se hicieron presentes periodistas y fotógrafos de los diarios “La Capital” y “El Ciudadano” concretando sus entrevistas. Casi enseguida dábamos apertura al encuentro.
¿El orden de intervención?: El Dr. Jorge Peyrano por el Ateneo de Estudios del Proceso Civil de Rosario; un profesional por el Colegio de Abogados de Rosario y el Decano de la Facultad de Derecho, Dr. Ricardo Silberstein. Hechas estas presentaciones en las que se valoró el esfuerzo para materializar el Congreso se dió paso a uno de los invitados italianos: el Dr. Leonardo Guarnotta, presidente del Tribunal de la República de Palermo.
Sus palabras avivaron el fuego de la nostalgia por su maestro y amigo, el Juez Giovanni Falcone asesinado en el año 1992; sus palabras marcaron a la platea, la profundidad de la experiencia del pool antimafia de la Oficina de Instrucción del Tribunal de Palermo; sus palabras fueron más que palabras: más se parecían a dardos dirigidos a nuestra conciencia, para despertarnos naturalmente.
“La estrategia que se pretendía poner en práctico era, por consiguiente, la de formar un grupo de magistrados, al principio verdaderamente reducido, que intentara por primera vez restablecer, respetando totalmente las normativas penales-procésales, el predominio del derecho y de la legalidad contra la violencia, la arrogancia y la insolencia ahora ya intolerables de la criminalidad común y, sobre todo, de la mafia, es decir de la Asociación para delinquir denominada “cosa nostra” como después se sabrá gracias a las declaraciones de Tommaso Buscetta, colaborador histórico de la justicia, “hombre de honor” carismático de la “familia” palermitana de Porta Nova.”
Contrariamente de lo que se cree ha sido posible comprobar que la mafia isleña (de Sicilia) no es una estructura formada por asociaciones independientes y a menudo en contraste entre ellas, sino más bien una organización, que aunque sea articulada y compleja, goza de una unicidad sustancial, por lo cual los conceptos como el de la “germinación espontánea del fenómeno mafioso” no corresponden a “cosa nostra”.
En conclusión <cosa nostra> cuenta, por decir así, con un “ordenamiento jurídico” constituido por normas de comportamiento que todos los asociados deben de respetar indefectiblemente y que están garantizadas mediante un sistema de sanciones que dependen de la gravedad de las violaciones (suspensión, expulsión, muerte).
Para verificar las eventuales responsabilidades, <cosa nostra> lleva a cabo “investigaciones” rápidas y a fondo, de manera que no se pueda cometer ninguna acción en el territorio de una “familia”, sin que la organización sepa, casi en tiempo real, los motivos y los autores, de manera que pueda analizar el caso y, si es necesario, aplicar las sanciones necesarias.
La sociedad italiana no se librará de este cáncer, de esta cizaña infectada, de esta corrupción perversamente arraigada en su tejido socio-económico-político mientras siga siendo auto-indulgente y tolere con facilidad dentro de si misma actitudes paternalistas, clientelares, conformistas, conservadoras, ilegales y no legales , en pocas palabras, actitudes mafiosas y para mafiosas.
Ya en el tramo final de su extensa y excelente ponencia, el Presidente Guarnotta dijo”:Para terminar mi exposición, permitidme dedicar un pensamiento lleno de emoción a los colegas Falcone y Borsellino, asesinados por la barbarie mafiosa, los cuales administraron la justicia en nombre del Pueblo Italiano prodigando los tesoros de sus inteligencias, de su gran equilibrio, de su altísima profesionalidad y de su gran humanidad. Los insustituibles e irrenunciables valores de justicia, legalidad y respeto de los derechos humanos por los cuales los inolvidables colegas han sacrificado el bien supremo de la vida, constituyen el testamento moral que todos nosotros deberíamos de cumplir”.
Una cálida demostración de reconocimiento se escuchó en el recinto del evento. Fuertes palmas hicieron vibrar el lugar. El ímpetu del magistrado entró en sintonía con una concurrencia que gradualmente fue asimilando el sentido del Congreso.
En seguida escuchamos a la Dra. Laura Cosidoy, vocal de la Cámara Federal Penal de Rosario, quien expuso sobre “La influencia de la Corrupción en el Tráfico de estupefacientes” sabemos allí que se trata de una mujer valiente que constantemente denuncia una diversidad de delitos vinculados al narcotráfico.
Horas después de la pausa, retomamos la actividad en el Congreso: esta vez con la intervención del Dr. Antonio Ingroia, Fiscal del Tribunal de la República de Palermo quien se referiría a “Las nuevas estrategias de la mafia y las perspectivas de la Antimafia en los años 2000”.
Con el carisma que lo caracteriza, el Dr. Ingroia habló francamente dominando la platea con sensibilidad, uno de los rasgos más salientes de su personalidad, sin desmerecer o empañar la figura y el carisma de su colega Guarnotta. Porque en realidad ambos se complementaron durante su participación en el congreso, como se complementan a diario allá en su Sicilia natal, en sus actividades de lucha antimafiosa.
Presisamente, rescatamos de su exposición lo referente al después de la captura de uno de los más grandes capos mafiosos de Cosa Nostra.
“ Y hoy? Hace 2 meses, Bernardo Provenzano, después de 43 años de prófugo, ha sido arrestado en una casa de campo en Corleone el pueblo donde nació. Un hecho importante e histórico, pero no capaz de cambiar la fisonomía de la mafia y de sus estrategias. Es difícil formular hipótesis ahora sobre el futuro de la mafia y de sus estrategias y establecer un balance definitivo de un período tan importante y complejo. Toca en el futuro por ejemplo, la decisiva batalla para contrarrestar el fenómeno de la economía mafiosa a trabes del más grande mercado de la economía ilegal. El desafío más importante del futuro está en la capacidad por parte de los estados y de las legislaciones nacionales de renunciar a un pedazo de “soberanía nacional” a favor de reforzar los instrumentos supranacionales que contraste a la criminalidad transnacional. Pero un desafío no menos importante del futuro es el de conseguir derrotar el fenómeno mafioso, transformar la economía ilegal en economía legar. En este sentido, una señal tangible del progreso lo representa la “otra Sicilia” y la “otra Italia”, esa parte del país que se ha puesto del lado de los magistrados incluso en los años más difíciles y que nunca ha cedido. La Sicilia de los hombres que trabajan en cooperativa en las tierras confiscadas a la mafia y que comercializan pasta, vino y aceite producido en esas tierras, sustraídas a la economía mafiosa y que han sido transformadas en tierras de la legalidad. La Sicilia de los párrocos-coraje que obran en los barrios más difíciles de Palermo. La Sicilia de los profesores y de los estudiantes que todos los días realizan con entusiasmo en las escuelas de todos los niveles muchísimas iniciativas antimafia. La Italia de muchísimas asociaciones de voluntariado que han creado en todo el territorio nacional una cultura concreta de la legalidad y un empeño auténtico antimafia para construir de verdad otra Italia. Para dar más fuerza a esta Italia “nueva” y de la legalidad es necesario el apoyo de la opinión pública nacional e internacional. En particular, estoy convencido de que es posible enfrentarse a un poder mafioso cada vez más internacional solo mediante un movimiento antimafia internacional, un movimiento antimafia que se traduce en iniciativas internacionales para obtener por parte de las instituciones internacionales empeños concretos precisos y acciones concretas. Por esta razón estoy convencido de que depende de todos nosotros y de todos vosotros el que se haga realidad la profecía de Falcone (la mafia como fenómeno humano ha tenido un inicio y tendrá un final), aunque se trate de un contexto internacional así de complejo, cada uno de nosotros puede tener un rol y tiene una responsabilidad. El final de la mafia depende de cada uno de nosotros, ciudadanos del mundo.
Una sincera faceta de un hombre comprometido con una causa que transciende todos sus años de jurista, por el solo hecho de haber sido uno de los discípulos de Paolo Borsellino. Lleva en su piel cada enseñanza que le fuera entregada por su maestro; también el Presidente del Tribunal de Palermo Leonardo Guarnotta lleva en su alma la fuerza y el coraje; y la sabiduría de su amigo y compañero de trabajo Giovanni Falcone.
Sin embargo el Congreso debía continuar su curso por lo que subió al estrado la Licenciada en Sociología Beba Carmen Balvé directora del centro de investigaciones en Ciencias Sociales (CICSO) de la ciudad de Buenos Aires.
Conocimos que es una mujer con agallas especialmente a la hora de denunciar sin restricciones las barbaridades del imperialismo yanqui y del sionismo, desplegado por el mundo, refiriéndose entre otros temas al atentado contra la sede de la AMIA, revelando irregularidades graves en las investigaciones y en el cometido mismo del atentado de años atrás.
Su exposición fue el broche de oro de una jornada donde los temas más preocupantes a nivel regional y mundial se abordaron cristalina y académicamente.
Al día siguiente, mientras los magistrados Ingroia y Guarnotta junto a las Doctoras Inés Lépori y Andrea Paola Carrizo, se encontraban con integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, en una de las aulas de la Facultad de Derecho, nos aprestábamos a continuar con las actividades previstas: en primera instancia intervino un abogado de la capital Federal, el Dr. Ricardo Monner Sans, presidente honorario de la Comisión Anticorrupción, cuya exposición trató sobre: “ La indigencia, la riqueza y la corrupción”.
Ante una concurrencia integrada por abogados en su mayoría, también por periodistas entre ellos el colega de Radio Rosario Francisco Bessono – quien además hizo de moderador durante el debate – el profesional bonaerense dio a conocer un profundo análisis sobre los índices y modalidades de corrupción en el medio argentino. Exponiendo ejemplos concretos de tales anomalías del sistema jurídico.
En su extensa pero detallada ponencia, descubrímos a un abogado luchador y embanderado con sus principios y que además se mostró como la mayoría de los presentes, verdaderamente fascinado con todas las sólidas exposiciones de los magistrados italianos, los cuales, a la hora del debate continuarían dándonos cátedra de alto nivel.
Pero previa a esta instancia, sobrevino la intervención de nuestro Director de la Revista “Antimafia Duemila” Giorgio Bongiovanni, luciendo un traje en tono oscuro se ubicó en la mesa de los ponentes y con ojos expresivos mirando fijamente a cada uno de los presentes desarrolló su tema relacionando cifras sobre la facturación de las mafias debido a la naturaleza oculta de su patrimonio.
“La primera persona que lo ha afirmado fue el juez Giovanni Falcone y hoy son muchísimos los expertos de nivel internacional que están de acuerdo en decir que “el crimen organizado constituye un peligro para las democracias modernas, por la extraordinaria capacidad que tiene de acumular enormes riquezas y de condicionar a las instituciones”.
Para hacernos una idea de la entidad del problema quisiera presentar algunos datos más bien recientes. Es necesario hacer presente que no es para nada sencillo hacer un cálculo sobre la facturación de las mafias, debido a la naturaleza oculta de por sí de su patrimonio, de todas maneras muchos estudiosos están de acuerdo sobre algunas cifras.
En mi país, Italia, el ex-Procurador Nacional Antimafia Piero Luigi Vigna ha declarado que la facturación de las mafias italianas es de alrededor de 200 mil millones de las viejas liras italianas al año, que corresponde a un 9.5 del Pil (Producto interno bruto) italiano.
Esto solo en Italia.
Sin embargo el fiscal auxiliar nacional Antonio Laudati en una entrevista que concedió a nuestro periódico ANTIMAFIA Duemila, hace apenas un par de años, explicaba que el balance de las grandes mafias: la rusa, la colombiana y la italiana superan el balance de por lo menos 150 países que forman parte de la ONU. Tomando en consideración que los países que forman parte de la ONU son menos de 190, es fácil entender el poder de las grandes mafias sobre todo de los narcotraficantes en los países pequeños o en vía de desarrollo.Por lo tanto este es un primer dato: algunas organizaciones criminales tienen una disponibilidad de dinero y un balance superior que la mayor parte de los estados del planeta.
Otro dato muy significativo es que estos balances han aumentado la facturación diez veces más del valor inicial en los últimos años. Por ejemplo se calcula que gracias al tráfico de cocaína se obtiene un beneficio de la inversión de 1 a 5, es decir que a una inversión de 100 millones para la compra de cocaína corresponde una ganancia de 500 millones en una semana una vez colocada en el mercado del consumo.
Las mafias han desarrollado una capacidad empresarial paralela a la legal que es capaz de crear una especie de “zona gris” donde, según algunos estudios llevados a cabo por importantes economistas de la Universidad Bocconi de Milán, algunas actividades económicas “nacen o se nutren gracias a inversiones de capitales, que tienen origen ilegal, en la economía legal. Es más, en algunos casos “parece ser que a menudo los empresarios no contrarrestan la infiltración de capitales criminales, sino que incluso lo aprecian y lo solicitan.
De hecho, si las economías criminales no pueden someterse a las normas de la economía legal, crean otras nuevas y más ventajosas para todos. Por consiguiente, explican los expertos: “obligados a “unirse al coro”, los empresarios legales no se han quedado atrás. El modo nuevo de obtener beneficios se ha difundido, pero las consecuencias no las han pagado las empresas, sino el sistema económico en su complejo”. Y si en un primer momento el riesgo era altísimo solamente en las zonas caracterizadas por un sistema económico débil, actualmente el fenómeno se ha extendido y difundido de tal forma que las “acciones anti-competitivas de las organizaciones criminales se convierten en un modelo a imitar y, lo que es más grave aún, aceptado socialmente”.
Efectivamente los medios de los cuales las mafias se sirven para multiplicar su facturación son los mismos de los que se sirven los grandes grupos económicos y financieros que se han visto implicados en escándalos últimamente tanto en Italia como en el extranjero: dumping, especulaciones en la bolsa, falsedad en el balance, violación de libros de contabilidad y de los costos de transferencias, fraudes, evasiones fiscales a través de filiales off-shore y de sociedades anónimas, sustracción de créditos públicos y mercados falsificados, etc. .“
Absortos en cada una de las butacas universitarias, aquellas de mesa plegable los asistentes disfrutaron de toda la exposición de Giorgio Bongiovanni cuya intervención había generado una marcada expectativa, eran pasadas las 12 horas cuando Giorgio concluyó en estos términos:
“Para concluir quisiera repetir las palabras de otro gran magistrado italiano que ha sacrificado la vida para restituir a la justicia y a la legalidad su verdadero significado.
El juez Paolo Borsellino escribía así en sus apuntes:
Es necesario que cada uno de nosotros recupere el sentido ético de la vida, el conocimiento de que no se puede perseguir el bienestar para ventaja personal o familiar en perjuicio de los demás; que es este el deber moral principal de nuestro tiempo al nivel de todo el planeta”.
¡Entonces! Queridos amigos, ante este cuadro dramático no se puede decir mucho más. Me permito solo de hacer dos preguntas. Una a los laicos y una a los creyentes de las tres religiones más grandes del mundo: cristianos, musulmanes y hebreos.
A los laicos pregunto: ¿Estamos de frente o no a una nueva forma de imperialismo criminal donde a menudo los dominadores entrelazan sus intereses en perjuicio de los más débiles y de los más pobres?
A los creyentes pregunto: ¿Tenemos que buscar todavía el rostro del Anticristo? ¿Tenemos que interpretar todavía las Sagradas Escrituras o Satanás ha conseguido condicionar las mentes y el Espíritu de muchos, muchísimos hombres?
A vosotros las respuestas. Gracias por haberme escuchado”
Un fuerte y profundo aplauso nos hizo comprender la contundencia de sus datos ajustados a una realidad dramática, reflejando los siniestros alcances de una organización culturalmente sostenida por el crimen desde hace 200 años y enquistadas en la sociedad italiana y en el mundo.
Si el primer día temíamos que la asistencia iba a ser escasa, hoy aún no siendo tan numerosa la concurrencia (debido a que nos cambiaron de sala y los estudiantes y docentes consideraron que el asueto por el deceso del profesor Luis Adorno, continuaba sin más trámite) el efecto éxito fue rotundo.
Durante las instancias del debate, que demandaron más de 60 minutos, el entusiasmo ante tanto despliegue de información académica y de estructuras jurídicas de parte de los visitantes italianos resultó más que oportuno.
En la ciudad de Rosario donde naciera el “Che” Guevara cuya estela de lucha social marcó que generaciones de todo el mundo, también ésta tarde nacían entre las paredes de la Facultad de Derecho, corrientes de lucha jurídica con conciencia antimafiosa. Más que un Congreso resultó ser una verdadera cátedra para que los operadores de justicia argentina puedan vislumbrar horizontes esperanzadores para neutralizar, dentro del sistema jurídico vigente, al avance flagelo mafioso.
No hubo persona que no valorara el evento, no hubo espíritu que no vibrara al sentir de Giorgio, las palabras alusivas al rostro del Anticristo; no hubo jurista que no comprendiera perfectamente en términos académicos los alcances de una legislación endeble y frugal para el combate de las mafias.
Un grupo de rosarinos y bonaerenses vivieron en estas 2 jornadas momentos de privilegio.
Se encendieron en Rosario, las llamas de una lucha global contra los mafiosos. Se encendieron en Rosario las luces de la esperanza, para contener el avance de un verdadero cáncer que nos viene carcomiendo las entrañas de nuestra sociedad poniendo en peligro a nuestros hijos. Tuvimos el privilegio de conocer la mafia de primera mando, en cada concepto de los magistrados, en cada una de sus enseñanzas, en cada momento de su tiempo, disponible para calmar nuestros miedos y en especial para aprender en cada partícula de su ser. Menudo trabajo aguarda ahora a los organizadores del Congreso y a todos aquellos que se comprometieron con los valores de justicia, en el diálogo fraterno durante el debate.
Pero la coronación de tanta entrega quedó sellada más tarde durante el almuerzo al momento del brindis fraternal, sincero y reconfortante, con las dos almas puras que ofertaron su sacrificio a la justicia desde hace años allí en Sicilia, desde los sitiales de la magistratura y de la procuraduría, fueron el marco ideal para construirse como hombres de ley con mayúsculas, por encima del bien y del mal: más diría, con la pureza propia de dos seres inolvidables e íntegros venidos de Palermo de quienes nos costó separarnos a las 6 de la mañana del día sábado.