Por Jean Georges Almendras-24 de octubre de 2020
En medio del asedio de las fuerzas de seguridad del gobierno argentino a la Lof Lafken Wilkul Mapu, en la zona de Villa Mascardi, en Bariloche, aparentemente con la intención de proceder a desalojar a los integrantes de la comunidad mapuche que allí se encuentran, en tensa espera y bajo fuerte sentimiento de incertidumbre, sorpresivamente surgieron algunas situaciones que verdaderamente preocupan: según la denuncia de mapuches de otras comunidades que están allí presentes, el periodismo al servicio del poder, estaría en clara actitud de provocación, y en clara postura de hostigamiento, seguramente con el afán de provocación, al menos así se desprende de los hechos.
Nuestro compañero de tareas de Antimafia Dos Mil, José Guzmán, quien estuvo allí en esa zona el día mismo en que comenzó a instalarse el cerco policial, al tomar contacto con integrantes de la Lof Lafken Wilkul Mapu, pudo detectar un nada agradable clima de inquietud y alerta entre los que se encontraban allí ocupando los territorios. Un estado de alerta que nace al observar no solo una fuerte presencia policial, sino además una verdadera orquestación mediática para eventualmente torcer la verdad, a la hora en que se produzca el desalojo.
En ese marco, a nuestro compañero de labor se le acercó un sólido testimonio que más bien tiene el tenor de una denuncia pública. Un testimonio que no pierde ni valor ni vigencia, porque sabido es, que cuando de pueblos originarios se trata, la malicia mediática no está ausente, sino en contrario, busca empecinadamente la quinta pata al gato para que se digan pestes de los mapuches. O al menos, desde una postura nada profesional y carente de toda ética, se busca materializar provocaciones que a la postre dejarían como saldo inevitable el desprestigio de la causa mapuche, lo que sería un obstáculo para la lucha de las comunidades. La lucha que se lleva desde hace años, con muchos sacrificios y con el alto costo de heridos, de golpeados y de muertes.
Es por esa razón, que al momento de redactarse este escrito, ignorándose aún cuál es el papel formal (porque de hecho, el cometido es intimidatorio, básicamente) que tienen las autoridades policiales a la hora de conformar un asedio al cerro donde se encuentra la Lof Lafken Wilkul Mapu, es que consideramos un deber, o más bien una obligación –como periodistas que no apoyamos los desvíos del poder- difundir la versión de una mujer mapuche que no es integrante de la Lof en cuestión, pero que es una militante y una referente de las comunidades de esa zona del territorio argentino, y en particular de la zona de la provincia de Chubut, donde se produjo la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, en el mes de agosto de 2017.
El testimonio contundente (y de denuncia) es de Soraya Maicoño: ”Soy una mujer mapuche de la zona sur este de nuestro territorio mapuche. No soy integrante de la Lof Lafken Wilkul Mapu por lo tanto no hablo como vocera de la Lof, solo puedo dar mi impresión, entendiendo también todas las noticias que se vienen desarrollando últimamente. En este momento lo más complicado que está sucediendo es el hostigamiento de TN (del grupo Clarín, ndr). Que pertenece a los grupos de medios de comunicación fascista de la República Argentina. Desde hace varios días que están apostados en la tranquera. Van y vienen y comandan drones, que van invadiendo la intimidad de la comunidad. Constantemente se les dice que no se les va entregar ningún tipo de declaración, de nota y así y todo, insisten. Lo que yo siento es que están generando un hostigamiento para lograr alguna situación de violencia. Sabemos que en unos días, sino es mañana mismo, va haber un programa de Jorge Lanata, con un tinte bien anti mapuche y bien fascista y se está denunciando esa situación, que TN no está queriendo entender, que ellos no le van a conceder una entrevista, una nota, una declaración y que deben entender eso, y deben realmente dejar de hostigar. Realmente son muy impunes, creen que pueden meterse en todos lados y después contar el relato que a ellos les parezca. Así que, en este momento, más allá de que se está en estado de movilización y de alerta, por el tema del desalojo, en un espacio, que en algún momento (en pleno momento de la dictadura) el obispado de San Isidro, en donde sucedieron hechos bastante lamentables que se están denunciando, si bien se frenó el desalojo de ese espacio que reclama el obispado, hasta ahora al menos, lo que concretamente se vive ahora es un hostigamiento. El hostigamiento de este medio hegemónico al servicio del poder empresarial nacional y extranjero. Así que estamos atentos a eso y también nuestros lamien desde muy temprano dieron un agradecimiento, porque hubieron manifestaciones de apoyo en diferentes partes del país”.
“Nosotros entendemos que este desalojo que se está queriendo perpetrar, estos constantes hostigamientos, denuncias, y judicializaciones no son exclusivamente contra una comunidad, sino es contra el pueblo mapuche. Tenemos una autoridad muy importante allí, para nosotros como pueblo. Y seguramente no es ajeno al poder, a los vecinos extranjeros, no es ajena esta información, por lo mismo es que quieren correr esta comunidad, porque claramente genera conciencia, despierta dignidad y conciencia para la lucha de nuestros lamien y mapu. Seguimos firmes, acompañando, porque como pueblo no podemos mirar para el costado, con lo que se está generando desde el Estado, desde el poder político, mediático y judicial. No podemos estar ajenos a lo que están perpetrando contra nuestros lamien”.
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*Foto de Portada: José Guzmán