UN `MANDARIN` CHINO MOVIA LOS HILOS DE LA MAFIA DE LA TRATA
Operación Mandarín, una investigación de dos años, desarticuló una de las mayores redes de trata de personas descubiertas hasta ahora. Su líder era un chino de 38 años que se presentó como empresario, residía en Montevideo y viajaba a menudo.
Detenciones. Paysandú fue un lugar clave para el desarrollo de la Operación Mandarín. Foto: Andrés Sánchez. El empresario chino llegó hace un par de años a Montevideo y comenzó a montar su pantalla de empresario con contactos internacionales. En ese lapso los investigadores de la Dirección de Crimen Organizado e Interpol comenzó a obtener información sobre un aumento inusitado del tráfico de ilegales chinos hacia Argentina.
En poco tiempo la figura de este presunto empresario de 38 años comenzó a despertar las sospechas de los detectives del Departamento de Investigaciones de Delitos Especiales (DIDE). Costó mucho tiempo obtener pistas más firmes y gracias a una investigación paralela abierta por la Jefatura de Policía de Paysandú, pudieron converger dos líneas importantes de investigación que hicieron cristalizar Operación Mandarín en la serie de operativos simultáneos llevados a cabo en Rivera, Salto, Paysandú y Río Negro, así como la capital. El resultado: 34 detenidos, entre ellos los seis ciudadanos chinos, hombres y mujeres cuyas edades oscilan entre los 20 y los 18 años. Entre ellos también estaba el líder, así como dos funcionarios de la Dirección Nacional de Migración que proveían documentación y facilitaban el pasaje por las fronteras, argentinos que se encargaban del transporte, y varios uruguayos que daban cobijo y alimentación a los ilegales.
"La vigilancia fue muy dificultosa, porque estas personas se movían con mucha cautela y tenían múltiples contactos tanto acá como en el exterior", explicó una fuente de la investigación. La compleja operación insumió días enteros de vigilancias y escuchas telefónicas, así como el intercambio de información con otras agencias.
El "mandarín" había colocado sus mejores piezas en las fronteras del país, para facilitar el ingreso desde Brasil, su pasaje por Uruguay y su traslado a Argentina a través de los tres puentes internacionales. Se valió para ello tanto de funcionarios, como de delincuentes vinculados al tráfico de drogas que se movían con soltura en las fronteras.
En el país vecino existe una extendida comunidad china que pronto conseguía colocar a los ilegales a trabajar en producción de textiles y supermercados, prácticamente en régimen de esclavos. En algún caso, estiman los investigadores, algunos ilegales conseguían al cabo de cierto tiempo documentación para entrar en Estados Unidos, objetivo final de las víctimas que habían huido de su país y habían caído en las redes de trata. Sin embargo, este extremo ha sido el más difícil de probar. En el curso de la Operación Mandarín los investigadores también hallaron claros indicios de lavado de activos. Ello abre otro capítulo en la compleja investigación, que continuará más allá de los procesamientos. (Renzo Rossello y Diego Castro)
El fallo

Al cierre de esta edición, la Justicia decidía la suerte de los detenidos por esta maniobra. Desde primera hora de la pasada jornada la justicia del Crimen Organizado llevó a cabo intensos interrogatorios con el fin de establecer que responsabilidad tenía cada uno de los implicados en el caso. Cerca de las 23:00 horas, investigadores del hecho señalaban que "el fallo está a punto de salir", sin embargo la decisión tardó más de la cuenta. La Operación Mandarín terminó, desde el punto de vista policial, con un total de 34 detenidos, entre ellos 6 chinos.
http://www.elpais.com.uy/informacion/mandarin-chino-movia-hilos-mafia.html