A PRISIÓN CIBERACOSADOR Y PEDÓFILO; ERA UN EMPRESARIO DE SALTO, EN URUGUAY
Por Jean Georges Almendras
A prisión. A la cárcel. Allí fue a parar un empresario de 33 años, oriundo del departamento de Salto –ubicado en la región Norte del territorio uruguayo- a quien se le descubrió su oscura faceta de ser humano : este “buen” señor, con la fachada de ejecutivo de una empresa, venía acosando a menores de edad a través de Internet.
Oportunas y valerosas denuncias de algunas de sus víctimas permitieron abrir una investigación y ésta hizo que ese sujeto fuera sacado de circulación y ubicado entre rejas. Pero pese a la resolución judicial –del Juez Antimafia Jorge Díaz- las autoridades continúan trabajando en el caso, porque a los pedófilos no se les debe dar ni un ápice de ventaja.
En la jornada del pasado viernes 21 de agosto se ofreció una conferencia de prensa en la Jefatura de Policía de Montevideo. En esa reunión, Jerarcas de la Policía Nacional, estando entre ellos el Director de Investigaciones Inspector Milton Rodríguez Tito, el Jefe del Departamento de Delitos Complejos Crio Rosas y el Sub Comisario Gabriel Lima, Jefe de la sección Informática de esa repartición, dieron a conocer los detalles de la investigación. Una investigación, que –una vez más en la sociedad uruguaya- puso sobre el tapete público el tema de la pedofilia. Un tema escalofriante, desde todo punto de vista. Un delito que no conoce fronteras.
En esta oportunidad, las investigaciones policiales se centraron en una metodología delictiva conocida como “grooming”, que significa “seducción infantil” o “ciberacoso”. Y el “seductor” o el “acosador” resultó ser un empresario, soltero, que residía junto con sus padres en su casa de la ciudad de Salto y también en otro domicilio, ubicado en Montevideo. Resulta que este “buen salteño” tenía la paciencia y la constancia de infiltrarse en el Messenger utilizado por niños, para finalmente acosarlos, hasta obligarlos, en algunos casos, a tener relaciones sexuales. Pero, por si fuera poco, este sujeto también colgaba en la red fotos de los niños, que obtenía mediante extorsión.
El Director de Investigaciones Rodríguez Tito, explicó: “los padres pensamos que nuestros hijos están bien cuando están en casa pero debemos tener cuidado cuando están frente a la computadora. Este tipo de personas entra en los mails, suben fotos a la red y acosan menores”
Las investigaciones relacionadas con este empresario acosador de menores, se iniciaron precisamente en la ciudad que lo vio nacer, es decir Salto, donde las autoridades locales recibieron la denuncia por dos casos de abusos. Casi simultáneamente –según se informó en la conferencia de prensa- el Comando de la Jefatura de Policía de Montevideo recibía otras cuatro denuncias –de menores de ambos sexos, entre los 12 y 15 años- que aludían directamente a abusos sexuales y acoso.
En la jornada del pasado viernes 21 de agosto se ofreció una conferencia de prensa en la Jefatura de Policía de Montevideo. En esa reunión, Jerarcas de la Policía Nacional, estando entre ellos el Director de Investigaciones Inspector Milton Rodríguez Tito, el Jefe del Departamento de Delitos Complejos Crio Rosas y el Sub Comisario Gabriel Lima, Jefe de la sección Informática de esa repartición, dieron a conocer los detalles de la investigación. Una investigación, que –una vez más en la sociedad uruguaya- puso sobre el tapete público el tema de la pedofilia. Un tema escalofriante, desde todo punto de vista. Un delito que no conoce fronteras.
En esta oportunidad, las investigaciones policiales se centraron en una metodología delictiva conocida como “grooming”, que significa “seducción infantil” o “ciberacoso”. Y el “seductor” o el “acosador” resultó ser un empresario, soltero, que residía junto con sus padres en su casa de la ciudad de Salto y también en otro domicilio, ubicado en Montevideo. Resulta que este “buen salteño” tenía la paciencia y la constancia de infiltrarse en el Messenger utilizado por niños, para finalmente acosarlos, hasta obligarlos, en algunos casos, a tener relaciones sexuales. Pero, por si fuera poco, este sujeto también colgaba en la red fotos de los niños, que obtenía mediante extorsión.
El Director de Investigaciones Rodríguez Tito, explicó: “los padres pensamos que nuestros hijos están bien cuando están en casa pero debemos tener cuidado cuando están frente a la computadora. Este tipo de personas entra en los mails, suben fotos a la red y acosan menores”
Las investigaciones relacionadas con este empresario acosador de menores, se iniciaron precisamente en la ciudad que lo vio nacer, es decir Salto, donde las autoridades locales recibieron la denuncia por dos casos de abusos. Casi simultáneamente –según se informó en la conferencia de prensa- el Comando de la Jefatura de Policía de Montevideo recibía otras cuatro denuncias –de menores de ambos sexos, entre los 12 y 15 años- que aludían directamente a abusos sexuales y acoso.
Luego se indicó que de acuerdo a los datos que habían surgido en Salto fue posible identificar, en Montevideo, al individuo, estableciéndose que a través del chat les ofrecía dinero, celulares, recargas para Play Station a cambio de fotos eróticas. También se informó, que las investigaciones se iniciaron exactamente el 4 de agosto y que de esa forma, tanto en Salto, como en Montevideo, éstas se fueron intensificando, tomando intervención el Juez Antimafia Dr.Jorge Díaz quien apoyó plenamente la labor de los hombres del Crio. Rosas y del Comando de la Jefatura de Salto.
En este sentido, en una parte de la conferencia con los medios de prensa, el Sub Comisario Lima precisó que “los perfiles de los pedófilos son casi siempre personas de clase media; también era éste el caso, porque el ahora procesado, es decir el hombre de 33 años, carente de antecedentes penales tenía un puesto importante en una empresa de transporte internacional y nacional”
Obviamente, imagine el lector el revuelo que causó en la comunidad salteña que uno de sus integrantes haya sido descubierto nada menos que como pedófilo. Sorprendió a todos, pero especialmente a sus padres, que nada pudieron hacer para evitar que la Policía allanara su vivienda, incautándose una computadora. Precisamente en ella –y pese a que el “acosador” pretendiera eliminar pruebas antes del procedimiento- se ubicaron elementos precisos que lo comprometieron seriamente ante la Justicia.
Entonces, los resultados fueron contundentes: los testimonios de los denunciantes –de Salto y de Montevideo- , más las pruebas halladas a nivel informático y otros elementos de peso considerados por el Juez Penal especializado en crimen organizado, hicieron que éste resolviera enviar a la cárcel al repulsivo empresario, a quien se le caratularon en el expediente “dos delitos de violación y dos de atentado violento al pudor en reiteración con uno de promesas de retribución a menores de edad por ejecutar actos obscenos”
Ya en prisión este individuo el trabajo policial no llegó a su fin, porque todas las evidencias presentadas a la Justicia, sin duda dejaron no pocas interrogantes sin respuesta. Y las respuestas deberán de ser contestadas en términos policiales, de ahí que los investigadores de Delitos Complejos –y seguramente los de Salto- no han bajado los brazos: todavía hay que definir la identidad de más víctimas y determinar si este pedófilo mantenía intercambios con otras personas, de fotografías o filmaciones. Valiosa será entonces la labor que se tiene entre manos, porque al final de cuentas, en estos tiempos –en que dejamos a nuestros hijos, frente a la computadora- como padres, la cuesta se nos hace más difícil, con todos estos riesgos que sugiere la informática. Un desafío educativo que también es un arma de doble filo. Paciencia, dirán algunos. Basta, dirán otros. Entre los unos y los otros, el camino es áspero y tortuoso, lamentablemente. Denunciar, denunciar y denunciar, todos estos hechos, es la más directa de las acciones neutralizadoras que debemos adoptar, para que este tipo de delitos –y en particular sus responsables- queden al descubierto. Porque ya estamos hartos de estas aberraciones, que parecen incrementarse, a la par de los recursos tecnológicos e informáticos de nuestros días. !! Vaya legado, que tenemos que mordernos con mucha rabia, en esta sociedad moderna ¡!
En este sentido, en una parte de la conferencia con los medios de prensa, el Sub Comisario Lima precisó que “los perfiles de los pedófilos son casi siempre personas de clase media; también era éste el caso, porque el ahora procesado, es decir el hombre de 33 años, carente de antecedentes penales tenía un puesto importante en una empresa de transporte internacional y nacional”
Obviamente, imagine el lector el revuelo que causó en la comunidad salteña que uno de sus integrantes haya sido descubierto nada menos que como pedófilo. Sorprendió a todos, pero especialmente a sus padres, que nada pudieron hacer para evitar que la Policía allanara su vivienda, incautándose una computadora. Precisamente en ella –y pese a que el “acosador” pretendiera eliminar pruebas antes del procedimiento- se ubicaron elementos precisos que lo comprometieron seriamente ante la Justicia.
Entonces, los resultados fueron contundentes: los testimonios de los denunciantes –de Salto y de Montevideo- , más las pruebas halladas a nivel informático y otros elementos de peso considerados por el Juez Penal especializado en crimen organizado, hicieron que éste resolviera enviar a la cárcel al repulsivo empresario, a quien se le caratularon en el expediente “dos delitos de violación y dos de atentado violento al pudor en reiteración con uno de promesas de retribución a menores de edad por ejecutar actos obscenos”
Ya en prisión este individuo el trabajo policial no llegó a su fin, porque todas las evidencias presentadas a la Justicia, sin duda dejaron no pocas interrogantes sin respuesta. Y las respuestas deberán de ser contestadas en términos policiales, de ahí que los investigadores de Delitos Complejos –y seguramente los de Salto- no han bajado los brazos: todavía hay que definir la identidad de más víctimas y determinar si este pedófilo mantenía intercambios con otras personas, de fotografías o filmaciones. Valiosa será entonces la labor que se tiene entre manos, porque al final de cuentas, en estos tiempos –en que dejamos a nuestros hijos, frente a la computadora- como padres, la cuesta se nos hace más difícil, con todos estos riesgos que sugiere la informática. Un desafío educativo que también es un arma de doble filo. Paciencia, dirán algunos. Basta, dirán otros. Entre los unos y los otros, el camino es áspero y tortuoso, lamentablemente. Denunciar, denunciar y denunciar, todos estos hechos, es la más directa de las acciones neutralizadoras que debemos adoptar, para que este tipo de delitos –y en particular sus responsables- queden al descubierto. Porque ya estamos hartos de estas aberraciones, que parecen incrementarse, a la par de los recursos tecnológicos e informáticos de nuestros días. !! Vaya legado, que tenemos que mordernos con mucha rabia, en esta sociedad moderna ¡!