…y encontrarán a Matteo Messina Denaro.
Por Saverio Lodato – 10 de noviembre del 2020
Otro mafioso arrepentido, Alfredo Geraci, recién salido de la cárcel (en septiembre) y recién arrepentido (unas semanas después), vuelve a la carga con un tema espinoso, de esos que no les gusta a los medios de comunicación, evitado cuidadosamente por los comentaristas antimafia que van por cosas mayores, como es el atentado que se debe llevar a cabo, con 150 kilos de TNT, contra Nino Di Matteo.
Primero había hablado el jefe Vito Galatolo, quien relató una petición expresa del super fugitivo Matteo Messina Denaro a los jefes de Cosa Nostra que se remonta al 2012.
Casi un mandato perentorio bajado de las alturas, sin razones oficiales, que no contemplaba ni el "si" ni el "pero", motivado en el hecho de que Di Matteo, con su trabajo de investigación, "había llegado demasiado lejos".
Obvia referencia a las rigurosas investigaciones sobre la Tratativa Estado-mafia, que luego culminó en Palermo con el juicio de primera instancia y sus consecuentes condenas, debido a las cuales Di Matteo se convirtió en el representante más simbólico y querido de los italianos.
Galatolo se detuvo en los detalles y entretelones; cómo se había comprado el explosivo en Calabria, en qué barrio de Palermo estaba escondido y cómo el fiscal había sido seguido por sicarios de la mafia en busca de la mejor manera de llevar a cabo la emboscada.
El portador del mensaje fue Girolamo Biondino, jefe de San Lorenzo, quien también informó a los altos jefes de Cosa Nostra que Matteo Messina Denaro habría puesto a disposición un experto en explosivos "de su confianza", no conocido por los jefes. Lo cual, entre los mismos participantes del encuentro, abrió muchos interrogantes sobre los verdaderos autores de semejante plan de muerte.
Finalmente Galatolo, en el 2014, pidió reunirse con Di Matteo, a quien informó del complot.
La Fiscalía de Caltanissetta abrió una investigación.
Comenzó la búsqueda del explosivo.
Pero como nunca fue encontrado (otro arrepentido, Francesco Chiarello, contó en esa misma época que la mafia lo había trasladado a un lugar más seguro) las investigaciones se archivaron por ausencia del "hecho".
Finalmente, para que el cuadro sea completo, conviene recordar las declaraciones en la cárcel Opera de Totò Riina, cuando durante la hora de aire le confió a otro interno que a Di Matteo le quería dar "el final del atún".
Ahora Alfredo Geraci, interrogado por las fiscales de Palermo, Amelia Luise y Francesca Mazzocco, en el ámbito de una investigación sobre la extorsión a comerciantes de Palermo, confirmó y enriqueció las palabras de Galatolo.
Informó que la cumbre, a la que asistieron otros jefes, tuvo lugar en el segundo piso de un apartamento en Ballarò, propiedad de la hermana de su suegro, que él mismo había puesto a disposición de los conspiradores.
Pero esta parte del interrogatorio de Geraci fue clasificada como secreta.
En conclusión.
A la luz de esta declaración, no estaría mal que la investigación del atentado a Di Matteo se reabriera rápidamente.
Quizás volviendo a buscar los explosivos, los investigadores podrían incluso encontrarse con Matteo Messina Denaro, prófugo desde hace casi treinta años.
Por lo general, las bombas y los bombarderos van de la mano. Y el hecho de que hasta la fecha no hayan sido encontrados no significa que sean un ave fénix.
Con el debido respeto a ciertos minimalistas.
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*Foto originale © Paolo Bassani