La visita del presidente Mauricio Macri a Rusia dejó varias novedades en el rubro energético, entre ellas, la firma de un memorando de entendimiento para la exploración y explotación de uranio en nuestro país, que reportaría una inversión inicial de u$s 250 millones y la generación de unos 500 puestos de trabajo.
23/01/18
El titular de UrAmerica SA, Omar Adra, quien firmó el convenio junto al canciller Jorge Faurie (en representación del ministerio de Ciencia), y el presidente de la empresa rusa Uranium One Group, sostuvieron que Argentina "puede tener una Vaca Muerta en uranio".
"Eso es lo que dicen los expertos mundiales", explicó Adra en diálogo con ámbito.com: "Creemos tener una cuenca similar a la Kazajstán, por lo que podríamos autoabastecer, a costos bajos y mayor seguridad, las plantas nucleares en funcionamiento y las próximas por construir" (al mismo tiempo, la agencia estatal nuclear rusa Rosatom propuso la construcción de una central de energía nuclear en Argentina). "Podemos llegar a ser un proveedor de uranio mundial, pero especialmente para la región. Nuestro socio ya provee a Brasil, por lo que hacerlo desde nuestro país sería ideal", agregó.
De acuerdo a un informe especial elaborado por la Dirección de Economía Minera a fines de 2016, pese a que Argentina "integra el reducido número de diez países que dominan el ciclo de combustible" del uranio, no se lleva a cabo la cadena completa de actividades de explotación y concentración "debido a conflictos socio-políticos, legales y medioambientales".
Así, actualmente se importan en su totalidad las 250 toneladas anuales que consumen los tres reactores nucleares (Atucha I, Atucha II y CN Embalse) a plena potencia. En 2015, el monto de importación de uranio alcanzó los u$s 61.862.878.
UrAmerica lleva a cabo su proyecto en la meseta central de Chubut, dentro de la cuenca de San Jorge, al que intentará dotar del método de extracción "recuperación in situ", desarrollado por la rusa Uranium One, considerado el más eficiente en función de sus bajos costos y su mínimo impacto ambiental.
"No se utilizan ácidos, gracias a que el terreno alcalino permite licuarlo. En términos básicos: es como una esponja que se solidificó con jabón y quedó dura; al inyectarle agua hace espuma, esa espuma se retira y una vez que se precipita, se convierte en jabón, que vendría a ser el uranio", relata.
Aunque para un neófito el proceso puede remitir al tan cuestionado "fracking", Adra aclara que "no tiene nada que ver, porque el fracking necesita un nivel de presión de agua distinto. Además este procedimiento utiliza el agua del mismo yacimiento, que quedó impregnada en los fragmentos, y que luego se recicla y se vuelve a usar. El suelo no se toca en la superficie y con el tiempo el área desértica pasa a ser fértil y puede emplearse para producciones agrícolas".
Según el documento de Minería, la relevancia del uranio reside en ser el punto de partida del ciclo del combustible nuclear y, en consecuencia, de la generación nucleoeléctrica. "Su valor estratégico es de suma relevancia más allá de su costo en el mercado internacional", debido a su aporte a la "seguridad energética", asegura, además de ser "un tipo de energía libre de emisiones de dióxido de carbono".
Finalmente, detalla que la baja en los precios en los últimos años generó una caída en los emprendimientos de extracción, pero anticipa un incremento de los precios en la próxima década, que llevaría a la vez a un repunte de la actividad exploratoria de la mano de un alza en la demanda. China introdujo 20 nuevos reactores entre 2002 y 2014 y está construyendo otros 30. India tiene 6 en construcción y otros 22 en carpeta. Rusia posee 9 en proceso y planea 22 más. Corea del Sur tiene 12 nuevos reactores planificados y/o próximos a construir, mientras que varios países europeos extenderán la vida de sus centrales actuales. Por su parte, EEUU sumó 19 nuevos reactores y añadirá otros 5.
"Es una gran oportunidad. Es la primera vez que se aplicará este proceso en Latinoamérica, y esto recién empieza, porque seguiremos explorando. El socio es de una magnitud importante y tiene un interés claro en nuestro país. Somos una compañía argentina manejada por argentinos y con un equipo técnico argentino. Debemos ser líderes en la región en materia nuclear. Por eso, la inversión en principio es de u$s 250 millones, pero a futuro no tiene límites", concluye Adra.
En la actualidad Australia, seguida por Kazajstán, Rusia y Canadá, encabezan el ránking de reservas mundiales conocidas y económicamente explotables a nivel mundial, según datos de la World Nuclear Association. En ese punto, varias provincias argentinas siguieron el anuncio con interés. De acuerdo a las estadísticas oficiales, existen unas 30 mil toneladas de reservas comprobadas de uranio distribuidas en yacimientos ubicados en Mendoza, Salta, Chubut, La Rioja, San Luis y Córdoba.
Uranio: Chubut desconoce memorándum con Rusia
La provincia se negó a firmar el año pasado el Pacto Federal Minero en rechazo a la explotación, precisamente, de este mineral. Reparos del Gobierno y polémica en puerta.
La euforia que exudó Mauricio Macri tras la firma del memorándum con el Gobierno ruso de Vladímir Putin para la explotación de uranio en nuestro país chocó ayer con la reacción del Gobierno de Chubut, que advirtió que no sólo no fue informado sobre el contenido del acuerdo, sino que le recordó al Presidente que el recurso le pertenece a la provincia, donde, además, la actividad minera está prohibida por ley. Sin embargo, la restricción no alcanza al uranio, considerado como un recurso estratégico cuya extracción puede ser autorizada por la Comisión Nacional de Energía Atómica.
"Recordemos que por jurisdicción los recursos son nuestros, de la provincia y van a tener que venir a informarnos a la provincia" sostuvo el gobernador Mariano Arcioni. "Lo veo como una carta de intención que firmó la República Argentina con Rusia para poder tener una intención para explotar el uranio, simplemente eso, pero es muy clara la Constitución Nacional y Provincial y la Ley 5001", agregó el mandatario.
El lunes, en el marco de la gira presidencial por Rusia, el canciller Jorge Faurie (en representación del Ministerio de Ciencia) firmó un convenio con el presidente de la empresa rusa Uranium One Group y el titular de UrAmerica SA, Omar Adra, que podría reportarle a la Argentina una inversión inicial de u$s250 millones y la generación de unos 500 puestos de trabajo.
Pero el entendimiento, centrado en la potencialidad de los yacimientos Cerro Solo, Laguna Salada, Laguna Colorada y Meseta Central, esquivó la cuestión ecológica que, por caso, hace 30 años le costó a la provincia de Mendoza uno de los daños más graves de la historia ambiental, que requirió un crédito del Banco Mundial y el pago de una multa millonaria aplicada por la Corte Suprema.
En diálogo con Ámbito Financiero, Adra sostuvo que Argentina "puede tener una Vaca Muerta en uranio".
"Creemos tener una cuenca similar a la Kazajstán, por lo que podríamos autoabastecer, a costos bajos y mayor seguridad, las plantas nucleares en funcionamiento y las próximas por construir", calculó Adra y agregó: "Podemos llegar a ser un proveedor de uranio mundial, pero especialmente para la región. Nuestro socio ya provee a Brasil, por lo que hacerlo desde nuestro país sería ideal".
Los diputados provinciales Jerónimo García, de Chubut Somos Todos, y Gustavo Fita, del Frente para la Victoria, recordaron que el recurso natural le pertenece a la provincia. En idéntico sentido se manifestó el ministro Coordinador, Sergio Mammarelli.
"Como mínimo habrá que revisarlo y discutirlo. El canciller firmó esto en Rusia, sin la presencia de ningún funcionario o aval de la provincia del Chubut. Estamos sorprendidos", expresaron desde el ala política de la provincia.
El legislador provincial recordó que, al menos a título personal, "no le decimos que no a la minería, pero sí creemos que hay que ver los pros y los contras. Lo que está claro es que los recursos son de la provincia, y que es Chubut y los chubutenses los que deciden sobre ellos", enfatizó.
El año pasado, el fallecido gobernador Mario Das Neves se negó a suscribir el Pacto Federal Minero que suscribió Macri con los distritos productores, con excepción también de La Pampa y La Rioja, bajo el argumento no sólo de que la Nación no tiene por qué establecer un marco regulador sobre recursos que, de acuerdo con la reforma constitucional de 1994, le corresponden a las provincias, sino que la negativa del contrato social para esa actividad ha sido contundente, especialmente en la ciudad de Esquel.
Ayer, Arcioni retomó esa postura pero dejó abierto el canal de un debate. "La postura de este Ejecutivo con respecto a la megaminería está clara. Nosotros respetamos lo que se firmó con Das Neves en Rawson junto a los intendentes en la Cumbre Ambiental, en donde se firmó un acuerdo en rechazo a la megaminería", dijo aunque anticipó que está dispuesto a habilitar "el debate sobre la minería".
http://www.ambito.com/910264-como-es-el-memorando-firmado-con-rusia-por-el-uranio