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11versus08/01/2018 - 11:47 -
Con el clan "Cantero" acorralado por la Justicia, dos familias buscan adueñarse del manejo del narcotráfico en el sur de la ciudad. Anoche, un nuevo crimen recrudeció la disputa.

Los barrios Municipal, Tablada y Mercado, en el sur de Rosario, se convirtieron en el escenario de una sangrienta disputa de poder entre dos clanes. Dos familias que buscan adueñarse de las calles, para adueñarse del negocio mayor: el manejo del narcotráfico.

De un lado están los Funes. Del otro, los Camino, un histórico clan que tuvo su momento de esplendor cuando su máximo líder, Roberto “Pimpi” Camino, manejó la barra brava de Newell's. Sus diferencias parecen haber recrudecido en este comienzo de año.

Anoche acribillaron a Ulises Funes, uno de los tres hermanos que comandan la primera banda.

El fuego cruzado entre ambas familias dejó un saldo de más de 20 crímenes en los últimos tres años, según consta en los expedientes de la Fiscalía de Rosario. El más resonante ocurrió en marzo de 2016, cuando dos sicarios ingresaron al almacén de Mariela Griselda Miranda, la mamá de Los Funes, y la asesinaron a sangre fría.

Quien vengó esa muerte fue Alan, uno de sus hijos. Días más tarde ejecutó a Eugenio “Pupi” Solano, sindicado en el barrio como el autor material del homicidio. “Esto es por mi vieja”, le gritó a su víctima antes de disparar. A dos metros, un nene de 11 años y otro de 16 cayeron heridos en medio de la balacera.

Alan tenía 17 años cuando jaló el gatillo. Primero fue detenido en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente (Irar) y luego un juez le dictó la prisión domiciliaria. Su nombre volvió a las crónicas policiales en los primeros días de 2018. Un video casero lo mostró disparando una ráfaga de ametralladora en los festejos del Año Nuevo.

La policía lo fue a buscar a su casa, pero ya no estaba. La Justicia ordenó su captura nacional e internacional. Alan está prófugo como lo estuvo durante cuatro meses otro de sus hermano, Lautaro “Lamparita” Funes, buscado desde mayo y hasta septiembre de 2017, cuando finalmente cayó detenido. “Lamparita” está sindicado como uno de los jefes de una asociación ilícita dedicada a robos y usurpación de viviendas para instalar puntos de venta de estupefacientes.

El otro hermano se llamaba Ulises. Fue asesinado el domingo a la noche cuando caminaba junto a su novia. Le dispararon desde un auto. Un ataque similar recibió el 1º de enero su padre Jorge “Gordo” Funes, un veterano pirata del asfalto devenido en narco ante la proliferación de la droga en los barrios de la ciudad.

El hombre se había recluido en la localidad de Alvear porque sabía que lo estaban buscando. Lo encontraron y lo balearon. Pero sobrevivió.

Antes de iniciar la guerra los líderes de los dos clanes eran amigos: “Gordo” Funes y “Pimpi” Camino eran socios, pero el barrabrava fue asesinado en 2010 y todo cambió. En 2013 la casa de Funes en el barrio Municipal fue baleada y el hombre le apuntó a dos hermanos de “Pimpi” y a uno de sus hijos, Alexis, señalado como el continuador de los negocios ilícitos de su padre. Los Funes se corrieron al barrio Tablada, siempre en el sur de la ciudad, pero allí se inició una guerra que no tiene fin.

Un integrante de ese clan contó al ser citado como testigo de un crimen que la disputa comenzó en 2012, cuando los Camino quisieron reclutar a los Funes para que trabajaran como sicarios. “Mis hermanos iban a la escuela y para llegar tenían que pasar por el barrio Municipal. En ese barrio la familia Camino controlaba todo lo que pasaba: venta de droga, usurpaciones. Estos querían que mis hermanos fuesen sus sicarios y empiecen a matar gente para ellos. Nos enfrentaron y le salió mal. Cayeron detenidos y perdieron mucha plata. Así empezó todo”, detalló sobre los orígenes de la violencia entre los dos grupos.

A Alexis Camino, otro de los actores centrales de esta disputa, lo detuvieron en noviembre de 2016. Se lo acusa, entre otros crímenes, del que se cometió contra la madre de los Funes. A Miranda la asesinaron desde una moto. Le acertaron dos disparos. Camino está señalado como el conductor de la moto.

El muchacho manejaba el barrio Municipal rodeado de peligrosos y jóvenes laderos. La zona es conocida como “Pimpilandia”, por el poder que supo tener allí su padre. Alexis no ahorró acciones para quedarse con parte de ese negocio: en el barrio está apuntado no sólo por encabezar la pelea con los Funes, sino también como responsable de balear propiedades de sus tíos.

En la sangrienta disputa se mezcla el negocio de la droga, pero también la pelea de poder dentro de la barrabrava de Newell's. En uno o en otro tema sobrevuela, inevitable, el nombre de la banda delictiva más conocida de Rosario: “Los Monos”.

Para los investigadores el recrudecimiento de la pelea entre los Funes y los Camino tiene directa relación con buscar avanzar en el territorio ante el avance judicial que debilitó a la mítica banda narco. Eso, sin embargo, no terminó con “Los Monos”: fieles laderos de Ariel “Guille” Cantero son hoy los que manejan el poder en la tribuna de Newell's, un lugar que suele ser fuente de muchos negocios.

https://www.clarin.com/policiales/funes-versus-camino-nueva-guerra-narco-atemoriza-rosario_0_H1BCxZb4z.html

 

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