El antiguo jefe de la CIA David Petraus ensalza la integración económica de EE UU, México y Canadá
Acapulco (México) 11 MAR 2016 - 22:27 ART
David Petraeus, durante la conferencia Pedro PARDO AFP
Después de dirigir la campaña sobre Afganistán, ser nombrado jefe de la CIA y renunciar a los dos años por un lío de faldas y secretos de Estado, David Petraeus se dedica ahora a dar conferencias sobre geopolítica. “Muchas veces me preguntan quién tomará el relevo de la hegemonía económica de Estados Unidos.
La gente suele pensar que si el siglo XX fue estadunidense, a China le pertenece el siglo XXI. Pero yo les digo que no. Al menos las próximas décadas son de una Norteamérica integrada económicamente”, explicó el exgeneral este viernes en el ciclo de conferencias de la Asociación Bancaria de México.
EE UU, México y Canadá suman juntos casi 20 billones dólares de PIB, más de 500 millones de personas y un acuerdo de libre comercio que los une desde hace 21 años. “Pese a la caída del precio del petróleo, su salud demográfica, tecnológica y energética, además de una cierta estabilidad geopolítica, le ha permitido mantener el crecimiento mientras que otras regiones sufrían retrocesos. Norteamérica está en disposición de disputar con éxito el primer puesto de China y el este de Asia”, afirmó.
Para reforzar su apuesta, Petraeus repasó el estado de forma del resto de potencias regionales: “China está sumida en un cambio de modelo que le está haciendo crecer menos. Atraviesa además una crisis política y demográfica. Brasil está sufriendo una fuerte recesión y el Gobierno peligra también por casos de corrupción. Europa no consigue superar la atonía económica, sus bancos siguen teniendo problemas y están viviendo una seria crisis de refugiados”.
EE UU es el principal destino de las exportaciones mexicanas con casi un 80% del total
Las tres economías de Norteamérica se apuntan moderados avances desde la precaria salida del crack financiero de 2008 que sumió a buena parte de la economía global en la Gran Recesión. En un entorno aún débil en el que el comercio internacional acusa una severa desaceleración –casi el 50% de las economías de la OCDE cerraron el 2015 con retrocesos en sus exportaciones- Petraeus ensalzó las virtudes el acuerdo de libre comercio firmado en 1994: el ensanchamiento de las rutas para los movimientos de capital y servicios en la región. “La integración de las tres economías aporta ventajas clave para competir en los mercados internacionales”, resaltó el exgeneral.
EE UU es el principal destino de las exportaciones mexicanas con casi un 80% del total. Mientras que las importaciones mexicanas rondan el 30% del total del comercio estadounidense. La industria del automóvil es uno de los ejemplos más diáfanos de la dependencia mutua entre los dos vecinos. El tirón de la demanda de EE UU, la facilidad logística y los bajos salarios son algunas de las ventajas competitivas a las que alude Petraeus. Tras desbancar a Brasil el año pasado, México ya es del primer productor de automóviles de América Latina, el séptimo productor y cuarto exportador del mundo.
Las grandes marcas internacionales han colocado sus fábricas al sur de la frontera de Rio Bravo. El nuevo escenario de vaciamiento de la industria estadounidense y el ocaso Detroit como la meca del motor, es uno de los caballos de batalla de Donald Trump, que asegura que si hace falta se saltará los acuerdos internacionales e impondrá un arancel a los coches armados en México. Del 2000 al 2010 los salarios en la industria manufacturera en México aumentaron apenas un 10%. El coste laboral por hora en el sector del motor mexicano es de 10 dólares. En EE UU, sube hasta a los 58 dólares según un estudio de la consultora Evercore.
http://economia.elpais.com/economia/2016/03/11/actualidad/1457736682_124706.html