sab, 25 jun 2016
Estados Unidos de Norteamérica (USA), a pesar de su sintomatología de degradación moral, dependencia física y orgánica de una parte significativa de su población, por el consumo de drogas, no deja de ser un actor directo en cada lugar donde la muerte se cuente en masacres, ni abandona su posición de influencia a las políticas de otros, ni cesa en su empeño de promover a través del FMI, BID y BM el endeudamiento que crea dependencia y compromete los recursos del gasto social en acciones de seguridad para el capital.