Fecha: 03/08/16
El lago se ha evaporado y junto a él todo un intrincado sistema ecológico que jamás volverá a ser lo que fue.
Este desastre ambiental por donde se le mire no debe quedar impune ni caer en la bolsa de los recuerdos. Da pena cuánta atención generó cuando las autoridades y la prensa dieron a conocer el suceso, y ahora que prácticamente nadie habla más del tema, fue confinado al “baúl de los recuerdos”.
Es un desastre ambiental de magnitudes sin precedentes y si ahora fue el turno del “Poopó”, mañana podría ser otro lago en casi cualquier lugar del planeta, generando impactos negativos en los factores ecológicos y socioeconómicos.
Sin agua, con un lodazal, la gente que vivía de la pesca se quedó sin su principal fuente de trabajo convirtiéndose en refugiados ambientales debiendo migrar a otros países o regiones.
Las causas de la hecatombe ambiental
La científica Lisa Borre, del “Cary Institute for Ecosystem Studies de Nueva York“ señala que la estrategia del responsable de este desastre medio ambiental es querer culpar como única causa a las largas sequías y desvío de tributarios sin mencionar que las autoridades del rubro tenían que haber actuado diseñando y ejecutando planes de manejo integral de cuencas, según se lee en el artículo sobre el tema, publicado por la afamada revista “National Geographic“.
En los años 1990 la superficie del lago era de 2.000 km2, informa “inhabitat” y mientras el Fenómeno del Niño sucedía una vez cada 10 años, ahora se da una vez cada tres años siendo la alteración del clima, con mas sequías, su rasgo más distintivo.
Los especialistas consultados por los medios de comunicación lamentan indicar que es casi imposible que el lago recobre su agua y la vida que contenía en él, se puede leer en el portal digital del “Japan Times“, por citar una de las tantas fuentes.
El lago Poopó, localizado en el departamento de Oruro, Bolivia, tenía una superficie de 1.000 km2. El 17 de diciembre de 2015, la agencia Reutersreportó que solo el 2% de su superficie tenía agua. Las imágenes tomadas por la misma son más que evidentes.
Que la opinión científica global haya puesto sus ojos en lo que fuere un lago con aguas salobres localizado en un lugar remoto y sin mayor trascendencia en lo económico o turístico, tiene una importante razón:
Conociendo al detalle lo sucedido, nos permite como sociedad global saber qué hicimos mal (o qué no hicimos), cómo el cambio climático golpeará a los cuerpos de agua y tener una idea sobre el problema de la creación de nuevos refugiados ambientales, sin descontar la falta de manejo, planificación, e incumplimiento de deberes y obligaciones.
El biólogo Mark B. Bush, del Instituto de Tecnología de Florida dice que la tendencia a largo plazo por el cambio climático y las políticas equivocadas del hombre amenaza directamente los nevados andinos, señaló el periódico “The New York Times“.
Más de un centenar de minas (el país, después de la exportación de gas natural tiene a la minería como principal fuente de exportación), contaminan o contaminaban el agua con metales pesados como el plomo y el cadmio, los peces se contaminaban y las personas se los comían. ¡Vaya peligro para la salud de las personas!
Un estudio realizado en 2010 escrito por el periódico “Biología del Cambio Climático” indicaba que la principal ciudad de Bolivia, La Paz, deberá enfrentar una amenaza sin precedentes: la falta de agua, tornando las fuentes de aprovisionamiento como “inhospitables y de clima árido”. Ojo que hablamos de una población cercana a los 3 millones de habitantes.
Qué tiempos aquellos
El lago Poopó llegó a albergar una variada fauna (peces y más de 75 especies de aves) por lo que mas de un centenar de familias vivían de la pesca. La profundidad llegó a los 5 metros. En los últimos 60 años, la temperatura se incrementó en 0,9ºC como fruto del calentamiento global y hoy vemos el desastre.
Si aún se puede salvar este lago demandaría acciones contundentes como relocalizar o dotar los adecuados sistemas de tratamiento de residuos de minería que son tan contaminantes.
El desvío del agua para la agricultura debería ser realizado bajo un esquema de optimización del recurso agua. El manejo integrado de la cuenca es vital y no solo aplicado para determinadas zonas, sino ser un procedimiento que sea cumplido y diseñado por gente competente.
El cáncer y la minería
Una universidad local, la UPDS de Tarija, realizó un estudio donde el resultado de las encuestas señalaba que 4 de cada 10 personas tuvieron o tienen un pariente cercano con alguna clase de cáncer.
Y no, no hay un centro oncológico para el tratamiento de los pacientes debiendo salir del país o viajar a otras ciudades para realizar su tratamiento.
No es necesario ser un especialista para encadenar las variables de las colas de producción de las minas (artesanales, sin ordenamiento legal, medidas de prevención y remediación ambiental) que van a parar a los cuerpos de agua.
El Poopó recibía cantidades importantes que al ser consumidas por la extinta fauna piscícola y ésta por el humano, automáticamente lo sentenciaba a poder desarrollar una enfermedad sería ¡Hablamos de metales pesados!
La misma marea tóxica llega por quebradas y otras depresiones a los ríos de donde se utiliza agua para regar hortalizas que la población las consume, entonces, ¿debería llamarnos la atención esos niveles de cáncer en la gente?
El año más caluroso de la historia
Se determinó con bases científicas y sin dejar dudas que desde 1880 hasta la actualidad el año 2015 fue el más caluroso de la historia que tenemos registros. La conexión del calentamiento global con las actividades del hombre.
La quema de combustibles fósiles, de vegetación, las emisiones agrícolas, industriales y domésticas de gases de efecto invernadero (GEI) son las causantes. Otra variable más de la desaparición del lago Poopó bien podría ser la que quieras.
El apoyo gubernamental es clave. En Bolivia se habla mucho de laPachamama y su cuidado pero suceden tantos impactos ambientales que caen en un discurso opuesto. Hablar de una manera y actuar de otra.
No solo pidamos dinero a la cooperación ambiental, convirtamos en políticas ambientales la preservación y restauración del patrimonio natural con personas especializadas en la materia y con los ciudadanos. Es hora de actuar y dejar en pausa los discursos políticos.
Link: http://www.lagranepoca.com/medio-ambiente/77794-desaparicion-lago-poopo-ecologia-evaporacion-hecatombe-cambio-climatico.html