Murió Luisa y se fue sin saber, así como les pasó a otras madres antes que a ella, pero todas ellas nos dejaron ese ejemplo y fuerza inquebrantable que demostraron durante décadas de lucha. A todas ellas junto a sus hijos las llevaremos y estarán con nosotros en la lucha de cada día sin parar hasta que haya verdad y justicia.
Como cuenta el Observatorio Luz Ibarburu ya desde hace cuarenta años en 1978 Luisa ya estuvo en primera línea desde la fundación de Familiares de Desaparecidos Uruguayos, desde el exilio.
La pelea de Luisa rompió el silencio e hizo posible que esta bandera de lucha fuera tomada por miles y miles, por generaciones a lo largo de estas décadas, pero no logró quebrar la impunidad.
Los años de lucha hicieron que recibiera reconocimiento, como cuenta Familiares: “Su lucha, logró quebrar el silencio, el aislamiento, pero no la impunidad. Se la reconoció como Honoris Causa de la UdelaR, como Ciudadana Ilustre, pero ningún gobierno aportó la convicción política de terminar con la impunidad de los delitos de esos años ni con todo lo enquistado por el Terrorismo de Estado que sigue vigente como una amenaza ladina a las legítimas luchas del pueblo.”
La hipocresía de los políticos y gobiernos de turno, el cinismo y las mentiras de los milicos, son nada en comparación con el legado de Luisa y el resto de las madres. En palabras de Luisa: “No pueden pedir reconciliación los militares con el pueblo uruguayo mintiendo como mienten todos los días. Alguno se debería acordar de vez en cuando y decir lo que supo, o lo que oyó o lo que vio.”
Los gobiernos no dejaron de sostener la impunidad como cuando en 2013 el Ministerio del Interior censuró buena parte de la información que hubiera ayudado a saber qué pasó con su hijo desaparecido bajo el Plan Cóndor en Argentina en 1976 Nebio Melo Cuesta y que se presume fue trasladado clandestinamente a Uruguay.
Los políticos y poderosos se cuidan bien de sostener la impunidad de quienes ejercieron el terrorismo de Estado contra los trabajadores y luchadores sociales de nuestro país y de la región bajo el Plan Cóndor. Por eso la lucha por verdad, juicio y castigo, es una también una lucha de los trabajadores.
Luisa una vez dijo “Nos moriremos nosotros, los más viejos también, pero vamos a dejar gente que siga luchando en esto, porque es natural que sigamos luchando por una verdad y una justicia que este país necesita para que nunca más haya dictadura.”
Así como nos marcó el camino nuestra abuela Blanca Nilo y todo el resto de las madres seguiremos luchando también en su memoria. Y como decía Luisa: “¡Los vamos a encontrar!”
--------------------------*Publicado en La Izquierda Diario
*Victoria Moyano: nieta restituída por Abuelas de Plaza de Mayo y referente del CeProDH
*Foto de Portada: www.radiouruguay.com
*Foto 2: junio de 1986, Nancy Urrutia; Semanario Brecha