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LAVADO DE DINERO INVESTIGA LA JUSTICIA URUGUAYA: ESTARÍAN INVOLUCRADAS UNA EMPRESA CAPITALINA Y UN HACKER PAKISTANI PROFUGO DE LA JUSTICIA DE LOS EE.UU
merrillPor Georges Almendras
En Montevideo, la Jueza Penal Gabriela Merialdo tiene a su cargo la investigación sobre un posible caso de lavado de dinero que vincula a la empresa Merril Lynch Uruguay con un socio suyo, un habilidoso hacker pakistaní, fugitivo de la Justicia estadounidense.

Precisamente en la portada de la revista Caras y Caretas, de fecha 29 de mayo de 2009, y en su contenido, este aspecto esta consignado, señalándose además que tanto la empresa Merril Lyinch, como la Oficina de Asuntos Internacionales de Estados Unidos – y obviamente el hacker (poseedor, según la publicación, de dos millonarias cuentas en dólares congeladas en Suiza y en Estados Unidos ) entrelazan un certero entretelón de lavado y dinero sucio, investigado por la justicia uruguaya.
Uno de los principales de la empresa Merril Lynch Uruguay, vale decir uno de los segundos del hacker requerido por la justicia estadounidense, es Claudio Ferreira dos Santos, un portugués hospedado en el hotel de la cadena Ibis de la rambla sur de Montevideo. Allí fue entrevistado por periodistas de la revista Caras y Caretas.
Oportunamente, gentileza de por medio, el portugués, explicó que aguardaba el resultado de la conciliación llevada a cabo por su abogado –el doctor Aníbal Martínez Chaer- y los abogados del estudio De Posadas. Los colegas de la revista, tomaron conocimiento que el día antes de ese encuentro en el hotel , la jueza Merialdo había citado a la sede judicial a Claudio Ferreira dos Santos para tomarle declaración sobre una causa que involucra –por su orden- a la empresa Meril Lynch Uruguay, sus maniobras de de lavado de dinero, cuenta en Suiza y Estados Unidos, un hacker pakistaní –prófugo de la Agencia Federal de Comercio estadounidense, sus empresas con base en Belice, Ucrania y Estados Unidos, un holding panameño y una Safi uruguaya, que la empresa Merril Lynch utilizó de fachada para sus movimientos de dinero, tres funcionarios de la off shore en Uruguay, el Banco de Canadá, la embajada de Estados Unidos, el ex juez uruguayo Colmenero y dos personas más. Lo cierto es que Claudio Ferreira dos Santos, fue interrogado por la Jueza -sobre todos estos temas- por alrededor de cuatro horas.
Unas dos personas –siempre como lo consigna la revista Caras y Caretas- que acompañaban a dos Santos en el hotel Ibis, resultaron ser: un testigo que acompañó a dos Santos en sus visitas a Merril Lynch Uruguay y un hombre vinculado con el ex magistrado Colmenero, alguna vez representante de la embajada de los Estados Unidos, en la causa . Ambos especificaron a los periodistas de la revista que dos Santos se había presentando en la sede judicial voluntariamente. Pero esta declaración hizo sospechar a los periodistas que este ejecutivo vino del Brasil a declarar –nada menos que por lavado de activos- solo porque sabía –perfectamente-que iba a ganar dinero o que no le iba a repercutir personalmente.
Un poco atrás en la historia de este caso, conviene recordar, que allá por el 2003 Carlos Massa –hombre del Departament of Homeland Security en Uruguay, pone en conocimiento que el Departamento ha comprobado que Merril Lynch lavaba dinero a través de movimientos de empresas creadas con ese objetivo. Todas las pistas conducían a un hacker paquistaní –Sam Jain o Jain Shaileshkumar quien se dedicaría a estafar gente y empresas a través de negocios de softworks con base en Ucrania, Argentina y Estados Unidos, entre otros países. Hacia él se dirigían las remesas de dinero que salían de las arcas de Merril Lynch Uruguay, la off shore localizada en la zona franca de Montevideo.
Según lo consigna la revista Caras y Caretas las investigaciones del 2003 determinaron que Merril Lynch habría utilizado dos empresas para enviar remesas de dinero literalmente sucio: una era Rivonal S.A , holding panameño , y la otra una Safi uruguaya, Volturno Corporation, instalada en un confortable estudio de plaza.
En concreto, y con todos estos datos, se identificaron cuentas con depósitos millonarios quew fueron inmediatamente congeladas en bancos de Suiza y de los Estados Unidos, con remesas remitidas por Rivonal y Volturno, en Merril Lynch Uruguay. Ambas cuentas tenían por titular a un ciudadano brasileño con declaración de pobreza, es decir: Claudio Ferreira dos Santos, huésped del hotel Ibis de Montevideo.
La defensa de dos Santos dijo que éste conoció al pakistaní en un hotel de Copacabana, cuando el primero ya era un hombre con graves problemas de dinero y el segundo un fugitivo de la justicia. Es ahí cuando el pakistaní le ofrece al portugués : empleo y el pago de todas sus cuentas..
De esa manera –y a cambio de 1.600 dólares mensuales- dos Santos se convierte en la cabeza de una empresa informática de Río de Janeiro, necesitada de abrir cuentas en el exterior para recibir dinero, razón por la cual le solicita a Ferreira dos Santos que le firme un documento, en inglés, que creyó era un simple formulario sin mayor complicación que la de un trámite. Pero en realidad ese “formulario” lo transformaba en titular de una cuenta, en consecuencia una cuestión que le complica la vida desde el mes de setiembre del año 2004.
Los periodistas de Caras y Caretas consignan que poseen documentación que demuestra que el día 20 de setiembre de 2004 la empresa Merril Lynch de Suiza abre la cuenta número 43.972 a nombre de Claudio Ferreira dos Santos , con domicilio en la calle Pereira de Seque al número 75; sin embargo en el mismo documento -en el que consta una supuesta firma de dos Santos- se establece que la cuenta se abre en Montevideo, el 8 de agosto. Ahora bien, desde su filial del Uruguay, y utilizando esta cuenta, -cuyo titular desconocía- se habrían girado fondos por un valor no menor a los quince millones de dólares, donde sólo en la cuenta de un banco suizo había 13.6 millones de dólares.
En la nota de la revista se especifica que congeladas las cuentas en Suiza y producto de ésta medida, una delegación proveniente de aquel país arriba a Uruguay y solicita audiencia con el Juez Vomero, en cuya sede judicial se sustancia la causa. Vomero no los recibió y en setiembre de 2008 la causa pasó al juzgado de Merialdo.
En ese contexto dos Santos recibe una intimidación de la justicia brasileña que lo cita a declarar por requisitoria del gobierno suizo, enterándose así dos Santos – en Río de Janeiro- que tiene millones de dólares sucios depositados en Suiza y que tenía varias cuentas pesadas en el exterior, las que estaban congeladas por la Justicia y que enviaba dinero desde Uruguay, donde nunca había estado. Y por si fuera poco, también se enteró que su amigo pakistaní lo utilizó para mover dinero y que pesaba sobre éste una captura internacional.
Es el momento en que Claudio Ferreira de los Santos decide presentarse en Uruguay, en particular en las oficinas de Merril Lynch par interiorizarse de la situación. De su visita, además de algunas instantáneas en la plaza Independencia , quedan las actas que labró ante escribano público, de las que surge, que presentándose en las oficinas de Merril Lynch Uruguay, solicitó la presencia del señor Muzio o Muscio y quien dijo ser “vicepresidente de la compañía” a quien interrogaron sobre la existencia de cuentas o movimientos financieros de las sociedades Volturno y Rivonal, invocando a Claudio Ferreira dos Santos, en calidad de presidente y manifestando éste, su total desconocimiento sobre la existencia de apertura de las mismas.
En consecuencia, el 31 de marzo dos Santos és recibido nuevamente en la empresa Merril Lynch, por parte de Ramón Agote –director administrativo- acompañado de los abogados Gonzalo Cari y Juan Carlos Oreggia, del estudio de Posadas.
En éste reunión el abogado Agote le reconoce a dos Santos que “desde las oficinas de Estados Unidos le confirman que surge un registro de firma a nombre de Claudio Ferreira dos Santos”. De esa manera la empresa en cuestión es demandada por 20 millones de dólares, estando además acusada de falsificar la firma de dos Santos, incriminándolo así como propietario de sociedades que habrían lavado dinero realizando movimientos de dinero vivo a diferentes destinos. La empresa negó responsabilidades, despidiendo rápidamente a dos de sus funcionarios: Alvaro Muscio y otro de apellido Birimbaum, los que aceptaron un suculento despido. Pero cosa extraña, los funcionarios, 48 horas después volvían al sistema financiero como empleados del Bank of Canadá.
Cabe consignar que entre dos Santos y la empresa Merril Lynch hubo instancias de conciliación, de la que participó como representante de la empresa un profesional del estudio del candidato político de la UNA , Ignacio de Posadas. Al no haber acuerdo, dos Santos hizola demanda judicial ante la Jueza Merialdo.
Pero está en puertas de este asunto, otra versión sobre la imagen, si se quiere angelical, de Claudio Ferreira dos Santos, tal lo consignado por la revista Caras y Caretas: el ex juez de Colonia, Colmenero participó en audiencia del pasado 2008 a cargo de la abogada Gabriela Eustachio, en representación del fiscal de Estados Unidos, donde fueron interrogados tres ex funcionarios de Merril Lynch, precisamente por la maniobra millonaria de lavado de dinero realizada por el empresario Jain Shaileshkumar, vale decir el pakistaní, ciudadano legal de los Estados Unidos.
De esta audiencia también participó un fiscal suizo, que tomó cartas en el asunto en esta causa de la que Claudio Ferreira dos Santos quiere desvincularse -tal la apreciación de la revista Caras y Caretas- aunque fuentes judiciales entienden que este se encontraría seriamente comprometido con el lavado de dinero.
En el entendido suyo, insiste dos Santos en alegar, que la cuenta corriente abierta por el pakistaní a su nombre, en la sucursal Merril Lynch, en la zona franca América, sería falsa. Aunque en la sede judicial de la doctora Eustachio, con documentación apropiada, se desacreditó ese testimonio, por surgir la autenticidad de la rúbrica de Ferreira dos Santos, en la apertura de la cuenta.
Puntualmente, en la revista en cuestión, se ha informado que el fiscal suizo, denunció que a través de la cuenta del brasileño –que éste dice corresponde al pakistaní- se lavó la friolera de 13.6 millones de dólares en un banco de Suiza. Vendría a ser, de confirmarse, que la plata que se ingresó a la zona franca América, de la ruta 8 de Montevideo, sería producto de actividades fraudulentas a cargo del pakistaní, a través de sus empresas que giran en el ramo de la computación, y que ahora también son motivo también de una causa penal judicial en Los Angeles y por la cual la Justicia de Estados Unidos ha solicitado la cooperación de Interpol para capturarlo.
Jain Shaileshkumar, consignan los periodistas de la revista Caras y Caretas, en el 2001, se vio envuelto en un escándalo cuando fueron filtrados en Internet los registros existentes entre los empleados de la compañía que desarrolló el ICQ de mensajes instantáneos y otros empleados. Los registros detallaban actividades tales como no pagar a sitios web que alojaban los anuncios publicitarios de la empresa, y mandar amenazas legales a los sitios que hablaban mal de Efront, una empresa involucrada.
Pero además este pakistaní, turbulento en sus maniobras, allá por el 20 de abril del año 2005 fue obligado a pagar 3.1 millones de dólares a Symantec, por vender software falsificados y haber violado las leyes de propiedad intelectual.
El hilo de la madeja, sin duda, resulta ser el señor dos Santos, quien vino al Uruguay para colocarse en mejor posición, sin tomar en cuenta que si se van hilvanando los entretelones de las causas judiciales en curso, quizás su situación sería de extremo compromiso con el lavado de activos.
A todo esto y en relación a la participación del estudio jurídico del abogado Ignacio de Posabas, dirigente del Partido Nacional, en su calidad de patrocinador, nada menos que dela empresa Merril Lynch Uruguay, el líder nacionalista Luis Alberto Lacalle salió al cruce indicando enfáticamente –en su oportunidad- que de Posadas era inocente, aludiendo a una expresión que marcó la intención de minimizar la situación: “Ignacio vende Safis, como el herrero cuchillos, lo que el cuchillero haga con su cuchillo, no es su problema”
Los periodistas responsables del artículo de Caras y Caretas consignaron finalmente, sobre la participación de de Posadas que “no es la primera vez que lo hace, ya en el año 2001 el Banco Central y funcionarios judiciales argentinos recogieron durante un allanamiento en Montevideo información que le comprometía. Se detectó entonces la existencia de la empresa off shore Merril Lynch Bank de Gran Caynman, que proveía fondos a Merril Lynch Group por medio de una transacción que se denominaba Merril Lynch Dragon. Esos fondos se canalizaban a través de distintas cuentas confidenciales –numeradas- que eran manejadas directamente por esa oficina. El procedimiento fue suspendido entonces por una presentación judicial de los abogados de Merril Lynch, Tomás Guerrero Costa y Juan Oreggia Carrau, éste último representante de Merril Lynch en la conciliación con el pobre angelito brasileño..que cayó del cielo”

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