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lorenzobaldo1ATENTADO DE VIA D’AMELIO: SIGUE EL RECLAMO DE LA VERDAD
Por Lorenzo Baldo - 20 de Julio de 2012
Palermo. El edificio de  “Via D’Amelio” se encuentra envuelto aún por un compacto vallado de seguridad de color verde. La protección obligada para la refacción de los muros, que desde hace más de un año fuera impuesta al inmueble, fragmenta el recuerdo de las imágenes del apocalipsis del 19 de julio del '92. El destrozo filmado por las cámaras de todas las televisiones queda resguardado en los cables y en los tirantes, detrás de una red metálica que oculta un horror impreso en la memoria del tiempo. Salvatore Borsellino observa la puerta con el número 19, en el lugar en el que el coche Fiat 126 cargado de explosivos desmembró a su hermano y a sus ángeles de la guarda: Emanuela Loi, Walter Cosina, Vincenzo Li Muli, Agostino Catalano, Claudio Traina. Detrás suyo, bajo un sol ardiente, se entrevé una miríada de camisetas rojas vestidas por niños, chicos y adultos venidos de toda Italia. Esta calle no es un lugar para conmemoraciones estériles. El hermano del juez asesinado lo ha mandado decir sin medios términos: las coronas de flores llevadlas al cementerio. Aquí se recuerda a Paolo Borsellino vivo y se está cerca de los magistrados vivos.
En el palco ubicado en el fondo de la calle participan sucesivamente algunos magistrados. El primero en leer una especie de segundo capítulo de la carta imaginaria escrita a Paolo Borsellino el año pasado en Via D'Amelio es el ex miembro del pool antimafia, Leonardo Guarnotta. “A pesar de la gran cantidad de declaraciones del tipo 'no recuerdo' – explica el actual presidente del Tribunal de Palermo - nuestros colegas están firmemente determinados a descubrir lo que fuera tramado en aquellos terribles meses del 1992. Hemos conocido a los autores materiales del atentado, ahora queremos saber quienes fueron los mandantes”. “Si hoy tuviera que investigar sobre aquellos hechos me haría tres preguntas: ¿estos atentados fueron ideados únicamente por Cosa Nostra? Si así fuera ¿Quién actuó junto a Cosa Nostra? Y si desde el fallido atentado en el estadio olímpico no ha habido más atentados ¿quién ha puesto en práctica la llamada pax mafiosa?”.

“Vuestra fuerza es nuestra fuerza – dice posteriormente Roberto Scarpinato dirigiéndose a la multitud que ha llegado a Via D’Amelio – si no hubiera sido que la gente de Palermo se ha ceñido alrededor de los magistrados no se dónde estaríamos hoy”. “Hemos procesado a los intocables - subraya con fuerza el jefe de los fiscales de Caltanissetta –altos cargos  institucionales, presidentes del consejo, a una multitud de sepulcros blanqueados que se golpean el pecho en las iglesias, a un ejército de pequeños y grandes 'don Rodrigo' sin los cuales Riina y Provenzano no serían nadie”.

Refiriéndose a los hombres de las instituciones cómplices de los atentados ocurridos en Italia, el ex fiscal del proceso a Andreotti cataliza nuevamente la atención de la gente. “A pesar de que sean fuertes y poderosos – destaca Scarpinato – empiezan a tener miedo, saben que el Estado vendrá a golpear la puerta de sus lujosos edificios, el verdadero Estado. ¡Y ese día estarán desnudos frente a la verdad!” Un largo aplauso abraza a Scarpinato y recibe posteriormente a Vittorio Teresi. “Querido Pablo, mientras dentro de tu despacho – enuncia el fiscal adjunto de Palermo – tenías que luchar contra la ignavia demencial de quienes tenían que mantenerte lejos de las investigaciones, otros mantenían diálogos con exponentes mafiosos, entablando una inmoral negociación en beneficio de la mafia y en perjuicio del Estado de derecho”. “Pocos días después de tu asesinato, Paolo, recuerdo – agrega Teresi – que pedí la renuncia a toda la plana jerárquica de quienes eran responsables de tu seguridad: Comisario, prefecto, jefe de la policía, Ministro del Interior. No lograba creer lo inadecuado de su accionar, cuando el Estado habría tenido que hacer todos los esfuerzos posibles por protegeros, sobre todo después del homicidio de Giovanni Falcone. Es más, el mismo Ministro del Interior removió todo recuerdo o quizás no quiera recordar otros candentes aspectos de tu muerte. Responsabilidades de otros niveles, en el ámbito institucional, se entreven en la desaparición de tu 'agenda roja'. El Estado-mafia jamás habría podido tolerar a un procurador antimafia como tú que no estaba dispuesto a realizar ningún tipo de pactos con la mafia”.

Son las 16:58, la hora exacta del estallido del coche bomba. Un silencio irreal desciende sobre Via D'Amelio. Decenas de brazos se levantan sosteniendo una 'agenda roja' en la mano. Un soplo de viento mueve algunos carteles que llevan la foto de Paolo Borsellino. La sensación de la cercanía del espíritu del juez sobre esa muchedumbre compuesta por gente de bien se hace cada vez más tangible. Luego se mencionan uno a uno los nombres de los mártires del atentado del 19 de julio.

Un largo aplauso abre paso a la lectura de la poesía “Juez Paolo” recitada con pasión vehemente por la poetisa Marilena Monti. La frase final del poema “Nosotros te haremos justicia” fue repetida por Salvatore Borsellino con un grito desgarrador.
Las palabras de Giovanbattista Tona retumban veloces en los techos de Via D'Amelio. “Querido Paolo, tu habías comprendido todo. Habías comprendido mucho más de lo que nosotros todavía hoy, después de veinte años, hemos logrado comprender; más de lo que los magistrados que hoy están investigando puedan estar en condiciones de demostrar en un proceso”. “Habías comprendido todo lo que no querían decirte y que hoy muchos tampoco nos lo quieren decir a nosotros”. “Todo lo que hemos logrado hacer, todo lo que aún podremos hacer, si es que podemos, será solamente mérito tuyo. Gracias por haber estado en este Palermo y en esta Italia, gracias por seguir estando: vivo, determinado e inquieto… como querrías que fuéramos todo nosotros”.

Después de expresar el deseo de una reforma de la ley sobre los arrepentidos Antonio Ingroia se adentra en el corazón de una jornada especial. “Si este 19 de julio es diferente a todo los demás es porque, sobre todo gracias a vosotros y a pesar de ciertos otros, la verdad está más cerca”. “Cuando se construye una verdad aparente alrededor de una mesa– especifica el fiscal adjunto de Palermo -, lo que se necesita para desmantelarla no son solo buenos magistrados sino también hace falta un País honesto. Habrá procesos que verificarán si la verdad que hemos logrado obtener es válida para ser escrita en las sentencias”. “Hoy siento más paz y serenidad que el año pasado – continúa - porque sé que por la verdad y la justicia estamos dispuestos a afrontar insultos, ataques, deslegitimaciones, porque así nos lo enseñó Paolo Borsellino, porque la verdad no tiene precio. Todavía hay demasiada oscuridad en la habitación de la verdad, ahora ya no le toca únicamente a la magistratura sino también a vosotros. Obtendremos la verdad en el momento en el que se derrumbe el muro de la reticencia institucional de los hombres de aquel tiempo”.

Posteriormente sube al palco el ex Fiscal del proceso por el atentado de Capaci, Luca Tescaroli, en medio de una creciente emoción. “La presencia en Via Mariano D'Amelio, donde la furia homicida atacó vilmente hace veinte años - recuerda el magistrado véneto -, adquiere un valor simbólico y testimonia, concretamente, cuánto compartimos los valores en los que creías al punto de sacrificar lo más precioso que tenías: la vida; valores que para ponerlos en práctica es necesario un gran empeño, día tras día, silencioso, para restablecer la legalidad tan gravemente humillada en nuestro País, en el cual, de todos modos, ningún otro magistrado o exponente de las Fuerzas del orden fue asesinado. Si es cierto que pertenecen a tu ciudad los horrores de la mafia, también es cierto que son patrimonio de esta ciudad muchos de los anticuerpos que se han opuesto a la cultura de la muerte, hasta el sacrificio final”.
La gente sigue aplaudiendo. Nino Di Matteo es el último magistrado en participar. El abrazo de este variado pueblo lo recibe inmediatamente casi como queriéndolo proteger físicamente de los recientes ataques. “A las vacías proclamas de pedido de la verdad – recuerda el Fiscal de Palermo - se contraponen los demasiados silencios y reticencias institucionales, cuando algunos han comprendido que nuestras investigaciones no terminarían archivadas, pusieron en marcha una serie de ataques frontales y desordenados. Lamentablemente también hemos visto el silencio de muchas instituciones que tendrían que haber tenido el deber de reaccionar y que hacen más daño que los ataques. Pero vuestro apoyo - exclama el magistrado dirigiéndose a la multitud- es más fuerte que cualquier intento de deslegitimación y aislamiento, de donde sea que éstos provengan. En este lugar de muerte, pero también de vida y de reacción, os digo gracias”.

Entre los presentes algunos están visiblemente conmovidos; Marco Bertelli llama al palco a los parientes de los agentes de escolta de Paolo Borsellino. Con una gran compostura y un dignísimo e infinito dolor suben uno detrás del otro, padres hermanos y hermanas de Emanuela Loi, Walter Cosina, Vincenzo Li Muli, Agostino Catalano, Claudio Traina, que un Estado-mafia envío a morir.

Salvatore Borsellino entrega a cada uno una placa que representa una “agenda roja” con el nombre de su pariente impreso. La emoción gana terreno, la voz de Salvatore se quiebra al agradecer a estos hombres y mujeres marcados en el cuerpo y en el alma por el sacrificio de sus seres queridos. Antonino Vullo, el único sobreviviente del atentado, observa en silencio la calle frente a él. En sus ojos todavía está presente todo el infierno de aquel domingo de hace 20 años. Salvatore recuerda cómo el mismo Vullo se arrojó sobre el ataúd de Borsellino y no podía despegarse. El hermano del juez lo abraza fuertemente mientras se eleva un fragoroso aplauso. También sube al palco el intendente de Nápoles, Luigi De Magistris, en apoyo a los magistrados de Palermo y Caltanissetta.

Después de una melodía tocada por la orquesta sinfónica infantil “Falcone y Borsellino” llega el turno de Marco Travaglio, quien de manera mordaz, exhaustiva y sumamente comprensible ilustra punto por punto cronológicamente cómo ocurrió la “negociación” entre mafia y Estado llegando culminando en el día de hoy con los ataques desordenados del Quirinal (Residencia del Presidente de la República) hacia la Fiscalía de Palermo. Las  canciones de Daniele Silvestri hacen de cierre de una nutrida jornada de pasión civil. Rabia, dolor, memoria, compromiso y un infinito, inexorable reclamo de la verdad.

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Video Leonardo Guarnotta y Roberto Scarpinato – Cartas imaginarias a Paolo Borsellino - Via D'Amelio 19/07/2012

http://www.youtube.com/watch?v=1DDbPLnjPRQ

VIDEO Marco Travaglio - Via D'Amelio-19 de Julio 2012

http://www.antimafiaduemila.com/2012072038305/cronache-italia/video-marco-travaglio-via-damelio-19-luglio-2012.html

Via D’Amelio veinte años después: la hipocresía institucional contra el descubrimiento de la verdad

http://www.antimafiaduemila.com/cronaca/via-damelio-ventanni-dopo-lipocrisia-istituzionale-contro-laccertamento-della-verita.html

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