El cambio climático ya es un hecho. El calentamiento global viene en aumento desde la era preindustrial, incrementándose en los últimos 50 años. Con la revolución industrial, periodo que inició a mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña y se extendió luego al resto de Europa, la sociedad se vio enormemente beneficiada en su progreso. Pero lo que al principio fue un gran éxito, más tarde se convertiría en el mayor problema del siglo XXI. El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite a la Tierra mantener las condiciones necesarias para albergar vida: la atmósfera retiene parte del calor del sol; sin el efecto invernadero, la temperatura media del planeta sería de 18° bajo cero. El problema comienza cuando las distintas actividades del hombre aumentan la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ésta retiene más calor del necesario, provocando que la temperatura media del planeta aumente.
Hoy en día la Antártida es la que nos muestra cuánto puede afectar el calentamiento global. En los últimos meses experimentó un aumento de temperatura, llegando a su punto máximo el 6 de febrero con 18.3 grados centígrados. El hielo comenzó a derretirse, visualizándose grandes charcos de agua. Una de sus islas se vio afectada con el derretimiento de un 20% de nieve de manera instantánea. Todo esto se debe a las altas temperaturas sostenidas en el tiempo, sumado al debilitamiento de los vientos que cruzan el hemisferio sur encargados de evitar que esas altas temperaturas ingresen en el extremo norte del continente. Según la Organización Meteorológica Mundial, las capas de hielo de la Antártida contienen suficiente agua para elevar el nivel global del mar en más de 60 metros. Y como si fuera poco, en octubre del año pasado se desprendió un bloque de hielo de 1580km cuadrados, comparable con casi la mitad de la superficie de Argentina. Y a principios de este año, como consecuencia de las temperaturas cálidas del mar, se desprendió un iceberg de 300 km cuadrados.
Mientras todo esto ocurre y se visibiliza a nivel mundial a través de los informes de agencias ambientales que advierten de este problema que afecta al continente blanco, en Ushuaia una ciudad famosa por ser la más austral del mundo que dista a 4000km de la Antártida, un bar turístico ofrece sus bebidas con hielo antártico. Por las redes sociales del mismo, se puede ver el marketing del hielo aplicado a sus bebidas. Este hecho causó gran desaprobación en los habitantes de la ciudad, que además atraviesa el festival denominado “Semana Antártica” destinado a promover los conocimientos sobre el continente blanco. El puerto de la localidad es famoso por el amarre de grandes cruceros de lujo, algunos de los cuales tienen como siguiente parada la Antártida.
¿Cuáles son las causas del cambio climático?
La Tierra ya se ha calentado y enfriado en otras ocasiones de forma natural, pero lo cierto es que estos ciclos siempre habían sido mucho más lentos, necesitando millones de años. Mientras que ahora y como consecuencia de la actividad humana el tiempo se está acelerando.
Uno de los mayores problemas que enfrentamos es la utilización de combustibles fósiles. El mayor financista mundial de empresas que se dedican a la producción de estos combustibles es JPMorgan, una empresa financiera estadounidense creada en el año 1799. Un informe realizado por sus economistas David Mackie y Jessica Murray dice que la crisis climática afectará la economía mundial. Lejos de preocuparse por nuestro planeta, sólo apuntan a no perder los 75 millones de dólares que han proporcionado en servicios financieros a las empresas que se expanden más agresivamente en sectores como el fracking, la exploración de petróleo y gas en el Ártico, datos extraídos de un análisis compilado para The Guardian el año pasado.
“Algo tendrá que cambiar en algún momento si la raza humana va a sobrevivir ", dice el informe que data del 14 de enero. Una afirmación un poco amplia para quienes se llevan la mayor parte de las causas del cambio climático. Lo cierto es que el modelo de negocio de las compañías de combustibles fósiles también se está debilitando a medida que las energías renovables toman más protagonismo. Para estas compañías, el cambio climático representa una pérdida económica. Según una nota realizada por The Guardian, la empresa Black Rock el mayor administrador de activos del mundo, afirmó que reduciría su apoyo a la inversión en combustibles fósiles. Jim Cramer, el experto en dinero de CNBC, empresa líder mundial en noticias de negocios y cobertura del mercado financiero en tiempo real, sorprendió a muchos en su campo cuando declaró: “El mundo se ha vuelto contra ellos. En realidad, está sucediendo un poco rápido. Estamos viendo la desinversión de muchos fondos diferentes”.
El cambio climático ya no es una especulación o una proyección a muchos años. Es algo que está pasando ahora. No alcanza con lanzar afirmaciones abundantes de términos científicos, pero carentes de acciones. Es cierto que debemos comenzar a actuar ya, exigiéndoles a nuestros gobernantes políticas climáticas reales si queremos seguir llamando a la Antártida continente blanco.
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*Foto de portada: diario El País.