La grave crisis económica y laboral que atraviesa la Argentina afecta prácticamente todos los sectores de la sociedad. Los medios de comunicación no escapan a esta realidad.
El 26 de junio de 2018 la empresa Télam comenzó a enviar telegramas a un centenar de trabajadores de las áreas de Periodismo y Administración. En total fueron despedidas 357 personas, cerca del 40% de la planta.
El vaciamiento producido tras los despidos redujo la cantidad de corresponsalías a 21, lo que implicó que varias provincias argentinas dejaran de tener cobertura, a esto se le suma el cierre de programas regionales en Radio Nacional y el cierre en 2017 de la agencia D y N marcando un intento del Gobierno de generar un cerco mediático el cual es manipulado por grupos empresarios de medios de comunicación hegemónicos al gobierno.
De esta forma los sucesos ocurridos en las provincias se ven invisibilizados y desvirtuados ante la dominación de los “Grandes Medios” los cuales se concentran en Bs As y dirigen desde allí el pensamiento de los incautos ciudadanos que son guiados hacia una visión irreal y muchas veces irrelevante de la realidad; podríamos decir que Huxley tenía razón en su visión del futuro en “Un mundo Feliz”.
Bernarda Tinetti, una de las trabajadoras de prensa despedidas con 18 años de antigüedad en la agencia Télam decía:
“La situación de los trabajadores de prensa es muy complicada, en este momento muy compleja, primero porque ya hay más de 3000 despedidos en total. Dentro de esos 3000 despedidos, hay compañeras y compañeros que directamente fueron despedidos de medios que cerraron. Hoy en la Argentina tenemos menos diarios, menos radios y ahora vamos a tener una agencia de noticias pública completamente vaciada.
Es muy difícil hoy plantear que la democracia informativa y por ende la democracia en Argentina existe, ya que está en riesgo cuando hay tanta censura. Porque la censura también viene a causa de los despidos, porque cuantos menos trabajadores de prensa hay, va a haber menos pluralismo, eso es clarísimo. Hay menos voces diciendo o escribiendo lo que piensan de determinados hechos o escribiendo sobre determinados hechos. Entonces hoy hay un claro riesgo para nuestro país, teniendo en cuenta que a esto se le suma la fusión de Telecom y Cablevisión firmada por el presidente hace muy poco.”
¿Consideran que estos despidos están dentro del acuerdo que firmó el gobierno con el FMI?
“Si eso está clarísimo, se firma el acuerdo, se conoce la letra chica y nosotros somos los 354 primeros despedidos del fondo monetario internacional, cuando digo 357 porque estamos agregando 3 despidos anteriores que habían ocurrido durante el año previo que empiecen a caer estos telegramas, pero si somos los primeros despedidos después de la firma del fondo monetario Internacional”.
¿Estas políticas tienen una relación con los direccionamientos que está dando el fondo monetario internacional como algunos lobbies que financian a la argentina y que le dan directivas al gobierno?
“Exactamente por eso la brutalidad y el ajuste que parece entre comillas que va a dejar de ser gradual, para ser un ajuste brutal”.
Han pasado más de 50 días desde que en la agencia Télam los trabajadores mantienen ocupadas las dos sedes de la empresa estatal en la ciudad de Buenos Aires en rechazo a los despidos masivos. Las autoridades ofrecen algunas reincorporaciones pero los trabajadores lo consideran insuficiente. Télam, fundada en 1945 se crea bajo la idea de romper el duopolio existente en materia informativa de las agencias estadounidenses y con la idea de fondo de que el tráfico de información estaba íntimamente vinculado a las operaciones de inteligencia existentes a fines de la segunda Guerra Mundial y comienzos de la Guerra Fría, y sobrevive a los Gobiernos de facto (1955, 1963 y luego 1976), y es en la última dictadura cívico- militar donde muchos periodistas fueron perseguidos, torturados, llegando algunos a pasar a la condición de “desaparecidos”, luego participa como agencia vocera durante la Guerra de Malvinas, y se ve sacudida por las políticas Neoliberales y por el intento de algunos de establecer un Nuevo Orden Mundial de la Información.
Hoy la información en la Argentina la dirige el establishment generando sistemáticamente en la opinión pública una idea que se manifiesta en forma repetitiva y sistemática siendo un ejemplo de ello la figura del enemigo interno; de la misma manera que los medios Paraguayos establecieron el fantasma del EPP para reprimir a los campesinos con las acciones violentas que se le atribuyen, consiguiendo cada vez una mayor antipatía en la sociedad. Sin embargo, su violencia sirve perfectamente para reprimir a la población campesina que se opone a la expansión del extractivismo que arrasa bosques, contamina el ambiente y desplaza forzosamente a los habitantes rurales. O sea, el marco de referencia para entender lo que pasa en Paraguay no es la guerra de guerrillas sino el extractivismo. Los grandes medios ocultan el verdadero problema culpando a un fantasma, son asesinos de escritorio.
La exención hoy son los medios alternativos esos que desde el 2015 dejaron de estar contemplados por la ley de medios por el DNU 267/15 donde el gobierno argentino viola los estándares internacionales de Derechos Humanos con una autoridad de facto (ENACOM) y afecta los derechos de las audiencias y los radiodifusores imposibilitando que exista pluralidad de voces, ideas y opiniones.
Esos que están presentes en cada accionar represivo, que comunican, difunden y son cooperativos entre sí ya que su fin es la búsqueda de la verdad por sobre todas las cosas, en una República Argentina donde las fuerzas represivas se encuentran actuando impunemente. Haciendo que la frase del periodista y escritor rionegrino Rodolfo Walsh -quien fuera llevado a la Escuela de Mecánica de la Armada en marzo del “77 y nunca más apareciera con vida- se vuelvan más certeras que nunca: “El periodismo es libre, o es una farsa.”
Foto: Pájaro rojo