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georges almendrasPor Jean Georges Almendras-6 de mayo de 2020

Las fábulas y los cuentos infantiles, como por ejemplo el de “Pinocho” (un clásico de Carlo Collodi) aquel muñeco de madera (creado por el viejo carpintero Gepetto quien deseaba se convirtiera en un niño de verdad) que cada vez que mentía –por ser desobediente– sufría el castigo de ver crecer su nariz de madera, hasta que finalmente (y gracias a su amigo Pepe Grillo) cobró vida y fue feliz con su creador, en algunas circunstancias , épocas y lugares se hacen realidad, o en alguna medida son el espejo más descarado del comportamiento de algunos personajes de la comunidad humana, de ahí que no son pocas las veces que encontramos “Pinochos” en la cotidianidad de la vida política de un país.

En Italia, la de nuestros días, la de los días del COVID 19, hay un personaje del sistema judicial italiano cuya investidura no le fue obstáculo alguno para que su persona (y su discurso) en un programa de televisión de gran audiencia, hizo que perfectamente recordáramos al muñeco Pinocho. Así de simple, porque las palabras del Ministro de Justicia Alfonso Bonafede, que resonaron en el plató del canal 7 de Italia (a donde habló telefónicamente desde su domicilio) y en la sociedad italiana (desatando una polémica de niveles inimaginables) tuvieran un alcance de proporciones, principalmente en el sentido de que las mismas apuntaron a contradecir (descaradamente y cínicamente) al consejero togado del CSM Nino Di Matteo, un magistrado que en las redacciones de Antimafia Sudamericana y Antimafiduemila italiana es muy respetado, y es además merecedor de todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad, en momentos en que la ventisca se cierne sobre él , con la indiferencia de algunos y con la saña de otros.

En el correr de las últimas horas, en el programa de televisión del periodista Máximo Giletti de TV 7 se trató el tema de la designación como máximo jerarca del DAP (Departamento de Administración Penitenciaria) del magistrado Dino Petralia, puntualizándose que predominaban las versiones (o rumores) de que Nino Di Matteo hace unos dos años había rechazado ese cargo, cuando en realidad no fue así. Y tanto no fue así que lapso después de que en el programa de televisión, tanto Giletti como sus panelistas hablaron en esos términos, sobrevino un hecho imprevisible: el togado Nino Di Matteo , de hecho hastiado de tantas mentiras lanzadas a los cuatro vientos, llamó por teléfono y solicitó salir en vivo para sencillamente contar de su propia boca lo que en realidad había sucedido, es decir que el Ministro de Justicia Alfonso Bonafede le había ofrecido la jefatura del DAP u otro cargo administrativo, y que fue Bonafede quien se arrepintió de darle el cargo y que no fue él quien se echó para atrás, ni nada que se le parezca. Dicho eso, de labios mismos de Di Matteo, el Ministro Bonafede también se comunicó al canal y eso fue el acabose para su persona y su cargo, porque cuando el periodista Giletti le solicitó la aclaración de los hechos, de la boca de Bonafede no salieron más que mentiras. Las mentiras propias del muñeco Pinocho. Según él, y aún reconociendo que le había ofrecido a Di Matteo el DAP y otro cargo administrativo, todo había sido un mal entendido, agregando además, que oportunamente a Di Matteo no lo había visto interesado en el cargo de máximo jerarca del DAP. Bonafede dijo una mentira tras otra, a millones de televidentes.

En consecuencia, conocido este burdo proceder de Bonafede, los periodistas de Antimafia Duemila (especialmente por ser locatarios y porque sobradas razones tienen) se mantuvieron en la primera línea de resistencia para defender a Nino Di Matteo y para poner los puntos sobre las íes en cuanto al episodio del programa de televisión, que obviamente tiene su historia, y que en definitiva es el resultado de una serie de hechos que se fueron dando. Hechos muy conocidos por unos y desconocidos para el gran público.

Esos hechos fueron aludidos y develados rigurosamente por los periodistas de Antimafiaduemila, en artículos que se fueron publicando sucesivamente y en particular bajo la pluma de Giorgio Bongiovanni, Saverio Lodato, Lorenzo Baldo y Aaron Pettinari, en inexorable y transparente defensa de Nino Di Matteo.

¿Pero acaso se trató de una exclusiva y sola defensa a un operador de la justicia con mayúsculas, que es Nino Di Matteo? Sí claro que sí, pero además fue la defensa de la verdad. En los artículos publicados (que recomendamos su lectura, una y otra vez) “Questión Time Para Alfonso Bonafede”http://www.antimafiadosmil.com/index.php/archivo-tematico/mafia-italiana/5587-question-time-para-alfonso-bonafede “Di Matteo: Bonafede en el 2018 me propuso para el DAP, cuando iba aceptar, se echó atrás” http://www.antimafiadosmil.com/index.php/archivo-tematico/mafia-italiana/5590-bonafede-en-el-2018-me-propuso-para-el-dap-cuando-iba-a-aceptar-se-echo-atras “Tratativa gobierno-detenidos: Nino Di Matteo no encaja”, http://www.antimafiadosmil.com/index.php/archivo-tematico/mafia-italiana/5597-tratativa-gobierno-detenidos-nino-di-matteo-no-encaja “Cuando todos perdemos” http://www.antimafiadosmil.com/index.php/archivo-tematico/mafia-italiana/5598-cuando-todos-perdemos se habla de la verdad, se defiende a quien fue atacado con la mentira y se busca afanosamente que la verdad prevalezca por sobre los dichos de “Pinocho”.

Ética y moral estuvieron ausentes en cada una de las palabras de Bonafede. Ética y moral estuvieron presentes en cada palabra de Nino Di Matteo, a la hora de aclarar los hechos de hace dos años y de desmentir los rumores que instantes después el propio Bonafede se ocupó de desviar la verdad.

Las aguas podridas de un intricando ámbito, lleno de recovecos y de turbulencias, en medio de las cuales se halló Nino Di Matteo, sin dejar de contaminarse de tanta maledicencia, hicieron de este episodio el caldo de cultivo de un ataque dirigido (hoy por hoy, una vez más) sobre su persona y sobre su intachable proceder como funcionario público.

La mafia, que en este momento de extrema emergencia sanitaria en Italia, sacó su tajada de varias formas, ahora con este episodio mediático que involucró a Nino Di Matteo, siguió sacando su tajada. Porque la mafia está presente en todo y para todo. Porque la mafia está presente en el sistema político. Porque la Tratativa Estado-Mafia es un fantasma que sobrevuela las cabezas de los políticos que se benefician con los favores y con la influencias de los jefes mafiosos, y de los cerebros de los que arman las truculentas manipulaciones, moviendo piezas de un juego de ajedrez recurrente y lesivo para la democracia italiana.

Alfonso Bonafede fue el muñeco “Pinocho” de este momento. De este tiempo, en Italia. Sus palabras destaparon la tapa de una verdadera caldera del diablo. Su gran mentira, seguramente sustentada en la malicia y hasta quizás en la estupidez, visibilizó un mar de fondo que ahora nos hace ver a todos, dos estrepitosas consecuencias: Una de ellas es que Nino Di Mateo está nuevamente expuesto al nido de víboras en el que se ha visto inmerso desde hace más de diez años, reconstruyendo las piezas del rompecabezas para que se dicte sentencia (tal como aconteció) respecto a la Tratativa Estado-Mafia; y la otra, que los mafiosos están siendo beneficiados por las excarcelaciones debido al COVID 19, confrontando con creces los parámetros y el origen del régimen de prisión conocido como el 41 bis, para los mafiosos.

El periodismo Antimafia tiene la obligación de denunciar todo este entramado; tiene la obligación de pedir a Bonafede que diga la verdad y lo que es más, tiene la obligación de pedirle que renuncie a su cargo.

Pinocho, el muñeco, revivió en Alfonso Bonafede, que obviamente tiene su historia con Nino Di Matteo ¿Y cuál es esa historia? Sintéticamente la historia es la siguiente: El Ministro de Justicia Alfonso Bonafede (hace dos años) le propuso al Di Matteo dirigir el DAP y este le pidió al Ministro 48 horas para poder decidirlo junto a su familia. Pasados dos días, el ministro y Di Matteo se reencontraron. Di. Matteo estaba dispuesto a asumir el cargo pero cuando llegó a la reunión con Bonafede, este le dijo que había reconsiderado la situación y que prefería nombrar a Francesco Basentini.

A esta altura de los acontecimientos los presos habían estallado de furia con la noticia de que Di. Matteo podría ser el dirigente del DAP e hicieron un motín. Pasaron dos años de este hecho y sucedió lo siguiente: hace unos días Francesco Basentini, renunció a raíz de una gran polémica, por el hecho de que debido al "coronavirus" hubo 2 presos mafiosos que pasaron al régimen de prisión domiciliaria, contrariando la ley antimafia italiana que no deja (bajo ningún concepto) que los presos mafiosos salgan de la cárcel por el peligro que significa suspender el aislamiento extremo. Todo esto hizo que los jueces antimafia, la prensa antimafia, y un gran sector de la sociedad hiciera presión para que se revirtiera la situación. Siendo la polémica tan grande el Ministro Bonafede se vio obligado a responder, y lo hizo, extendiendo una circular (una ordenanza), puntualizando que solo los jueces antimafia pueden decidir qué hacer con los mafiosos. Una respuesta inocua, porque ya había dos mafiosos en prisión domiciliaria. Lapso después, por sentirse traicionado por Bonafede a raíz de esa circular, Basentini optó por renunciar. Cuando se suponía que Bonafede acudiría otra vez a Di Matteo, no fue así. El Ministro de la Justicia nombró como máximo jerarca al Juez Dino Petralia siendo el Vice titular del DAP, un experto en la Antimafia, Roberto Tartaglia , un juez que trabajo codo a codo con Nino Di Matteo. Un nombramiento en el DAP, muy significativo.

Detrás del muñeco Pinocho que fue Bonafede, las aguas se movilizaron. La polémica se desató. Y el periodismo se dividió: nosotros apoyamos a Nino Di Matteo, apoyamos la verdad (como lo hace Saverio Lodato); en el otro extremo, el colega Marco Travaglio, director del Fato Quotidiano, quien también lo deberíamos sentir junto a nosotros, optó por el punto medio. ¿Por qué?. Hoy no lo sabemos. Capaz en un mañana modifique su postura. Capaz.

La mafia estará regocijada con semejante “casino”, buscando su rédito, aunque de hecho ya logró uno muy importante: aislar a Nino Di Matteo. El conflicto se politizó notoriamente a juzgar por la ola de repercusiones a todo nivel. Todos en Italia hablan de Bonafede, (de los mafiosos excarcelados) y del togado Nino Di Matteo ¿Pero verdaderamente considerarán la real dimensión de todo este entuerto? Nosotros, los periodistas Antimafia de las redacciones de Italia y de Sudamérica, junto a los inamovibles y perseverantes jóvenes del Movimiento Our Voice (que mucho tienen que ver con la lucha contra la mafia) seguimos con nuestra postura. Firmes y con la convicción de siempre.

¿Y Bonafede? ¿Bonafede estará buscando (una vez más) a su amigo Pepe Grillo para que lo ayude? (porque después de todo esto su nariz debe haber crecido y mucho, y si sigue mintiendo crecerá mucho más)

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*Foto de Portada: www.iplacea.blogspot.com

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