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jorge figueredoPor Jorge Figueredo, desde Asunción-18 de octubre de 2020

En el Primer Foro Internacional Pablo Medina : Narco política, realizado de manera virtual el pasado día 16 de octubre de 2020, organizado por la revista Antimafia Dos Mil y Our Voice, se insistió en la denuncia de que los responsables morales del asesinato del periodista Pablo Medina, no solo siguen ocupando altos cargos en el Estado, como la Diputada cartista Cristina Villalba, sino que estarían operando para controlar totalmente todos los poderes e instituciones del Estado, que de hecho ya lo tienen cooptados en su gran mayoría: es el caso del ex presidente Horacio Cartes. Un ex personaje con antecedentes penales por evasión de divisas en tiempo del gobierno de Stroessner, que además es investigado por la justicia Norteamérica por ser sospechoso de lavar dinero del narcotráfico, y que fue procesado en el Brasil por haber colaborado con su “hermano del alma” Darío Messer (en el lavado de dinero y en ayudarlo a esconderse de la justicia hasta su detención). Un ex jefe de estado, que viene protagonizando -a través de sus títeres en el Congreso- graves acciones que atentan contra el estado de derecho , y sobre todo contra la democracia, buscando instaurar una nueva dictadura. Una nueva dictadura mucho más cruel, más sanguinaria y más criminal que la de Stroessner: la dictadura mafiosa.

El periodista y escritor Andrés Colman Gutiérrez , colega y amigo de Pablo Medina, luego de su participación en el Foro Internacional Pablo Medina: Narco política, en el diario Ultima Hora de Asunción, en su columna dominical titulada “Bienvenidos a la Dictadura” escribió: “Cuando surgió la posibilidad de que Mario Abdo Benítez, hijo de Mario Abdo Benítez, ex secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, llegara a la Presidencia de la República, se encendieron previsibles luces de alarma en un sector crítico de la ciudadanía. ¿Avanzábamos hacia un neo-stronismo, un proyecto totalitario bajo nuevas formas? Sin embargo fue asumiendo un perfil más democrático. En el 2017, como presidente del Congreso, se convirtió en uno de los principales referentes de la lucha por la institucionalidad, cuando el entonces presidente Horacio Cartes intentó violar la Constitución para imponer la reelección presidencial. La amenaza de un retorno a la dictadura, sin embargo, está peligrosamente latente en este Gobierno. Más que del Ejecutivo, proviene de la Fiscalía manejada por el cartismo, que ha intentado imputar al escritor Miguel Ángel Fernández y a la activista Diana Bañuelos solo por ejercer el constitucional derecho de protestar. Aún más de la mayoría colorada (con alguna complicidad liberal) en la Cámara de Diputados, que ha violado abiertamente el artículo constitucional que otorga fueros de opinión a los legisladores para suspender a la diputada Celeste Amarilla por acusarlos genéricamente de ingresar a la función con dinero sucio”.

“Atrás se mueven los hilos del ex presidente Horacio Cartes, que se ha metido en el bolsillo al abdismo con la Operación Cicatriz, acaparando el control de importantes instituciones. Ya sabemos de lo que es capaz Cartes. Marito guarda silencio. Podrá decir que son otros poderes, pero la mitad de los diputados dictadores responden a su movimiento Añetete“.

“Los abusos totalitarios quedan impunes porque las instituciones que deberían defender el estado de derecho, no funcionan. Fiscalía, Justicia, Contraloría, Defensoría del Pueblo, bien gracias. Miran desde el balcón o son cómplices… Si no surgieran voces críticas, como las del Colegio de Abogados, la Conferencia Episcopal, el Senado, la prensa, esto ya sería dominio del Gran Hermano. Welcome to the jungle (Bienvenidos a la dictadura). Si no hacemos algo para pararles el carro a estos abusivos, nos va a ir mal“.

Por su parte el periodista Enrique Vargas Peña, en su artículo de opinión publicado en el diario ABC color de la capital paraguaya titulado “Cartes quiere el poder total” señaló: “el atropello al artículo 191 de nuestra Constitución perpetrado por la horda que obedece a Horacio Cartes en la Cámara de Diputados con la suspensión , por ejercer la crítica en sesión , de la diputada Celeste Amarilla, reconfirma todo lo que todos ya sabíamos: Al mencionado cigarrillero no le interesan las normas jurídicas ni las decencia“.

“La horda cartista puede pisotear así nuestra Constitución por que, lamentablemente, es mayoría, gracias a la traición de Mario Abdo Benítez a los colorados que votaron el 17 de diciembre de 2017contra el patrón de la organización “ Honor Colorado”, repartición política del grupo Cartes.

“Por eso ejecutaron la operación “Cicatriz” (pacto político entre Cartes y Abdo Benítez) sin remordimiento alguno, pisoteando el voto de los colorados para complacer al patrón de “Honor Colorado”.

Hay que recordar además que Cartes ya intentó destruir la democracia y pisotear la Constitución cuando en el año 2017, a través de parlamentarios buscó imponer su reelección por vía de la enmienda, que está prohibida por la carta magna.

También Vargas Peña escribió: “Su falta de límites morales se vio más tarde en el trágico asalto policial a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico, en el que fue asesinado Rodrigo Quintana, joven militante del Partido Liberal Radical Auténtico“.

“Escuchar de vuelta a los serviles, disfrazados de abogados o de diputados, diciendo disparates para violar nuestra Constitución como los que Sabino Augusto Montanaro- ex ministro de Stroessner- esgrimía para cerrar diarios o como los fiscales y jueces de Stroessner arguían para denegar habeas corpus, nos despierta a la realidad, de que son abyectos, capaces de cualquier cosa. Cartes quiere el poder total. Lo necesita para que los vendedores de sus cigarrillos no sean molestados y poder así seguir acumulando riqueza. Nuestra Constitución es lo que dificulta su objetivo y por eso está absolutamente decidido a destruirla, una vez más, como en marzo de 2017“.

En estos momentos en el país, varias organizaciones civiles y sociales han denunciado que Horacio Cartes, de facto, viene operando para derogar lo establecido en el art. 1 de la Constitución Nacional “…la República del Paraguay adopta para su gobierno la democracia representativa, participativa y pluralista, fundada en el reconocimiento de la dignidad humana. y el art. 3 de la carta magna“. “El gobierno es ejercido por los poderes legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema de separación, equilibrio, coordinación y reciproco control. Ninguno de estos poderes puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o colectiva, facultades extraordinarias o la suma del Poder Público. La dictadura está fuera de ley”.

Cartes, aún antes de ser presidente de la República en el año 2012, habría sido uno de los ideólogos del golpe parlamentario que derrocó al ex presidente Fernando Lugo. Ya en función de gobierno promovió leyes inconstitucionales y realizó actos de poder pisoteando la Constitución Nacional.

En la actualidad a pesar de que formalmente ya no ejerce el Poder Ejecutivo, es el ideólogo principal de cambiar las reglas de juego de la democracia y el Estado de Derecho, y de someter a su voluntad todos los poderes e instituciones fundamentales del Estado, para instaurar una nueva dictadura en el país: la dictadura mafiosa.

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*Foto de Portada: www.abriendobrecha.tv

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