ARTÍCULO-ENTREVISTA DEL PROF. CARLO RUBBIA"OS TRAIGO LOS ESPEJOS SOLARES. ASI EVITAREMOS LA ENERGÍA NUCLEAR"
Del periodico "La Unitá" del 17.02.07
CARLO RUBBIA regresa a Italia, colaborará con el ministerio del Ambiente: "Como jefe de la Enea he llamado al gobierno de Berlusconi solicitando que insistieran en la energía solar termodinámica. Nada. He ido a España y allí han dado vía libre a decenas de instalaciones. Que producen los mismos Megawatt que una central atómica. Podemos hacerlo también nosotros".
La paradoja es que bastaría un sello. Un simple timbre oficial e Italia podría recuperar en un instante lo que ha perdido durante cinco años. Miremos a España, que empezó en el 2004 y ahora es líder en la energía solar termodinámica. ¿No podríamos hacer lo mismo?
Si que podríamos. Pero no lo hemos hecho.
Lo recuerda bien Carlo Rubbia cuando, como responsable de la Enea, tuvo que enfrentarse con el consejo de administración para hacer que el Ente de investigación pusiera alma y cuerpo en esa veta que el juzgaba estratégica. "Me tiraron a matar, dijeron que se trataba de un proyecto demasiado innovador". Y sucedió lo mismo poco después cuando, durante el gobierno de Berlusconi, llamo a la puerta del ministerio del Ambiente de Matteoli. "Fui a solicitar que reconocieran al nuevo proyecto el status de fuente renovable, un certificado verde que permitiera a las industrias, que hubieran adoptado ese tipo de energía solar, el usufructuar de los beneficios previstos por la ley para las fuentes renovables".
¿Y sin embargo? "Sin embargo al final me fui a España, donde han entendido inmediatamente la importancia de esta innovación, han emitido un decreto apropiado y han establecido el objetivo de instalar un total de 500 Megawatt. Pero el punto sobre el cual se debe reflexionar es que la industria española ha sabido acoger el desafío gracias a estas condiciones favorables y ahora están programadas otras diez instalaciones que estarán listas en el 2010, llegando a un total de 1000-1200 Megawatt. Instalaciones extras, no previstas por ningún decreto: las están construyendo las empresas españolas para obtener energía del sol. ¿Entiende? El gobierno se ha mostrado disponible y el país se ha puesto en movimiento. Para ser claros: esos 1200 Megawatt que estarán listos en España dentro de tres años equivalen a una central nuclear".
Con la diferencia de que en este caso la energía viene del sol. Y es también por esta razón que Pecoraro Scanio, el ministro de Ambiente, ha decidido llamar al Nobel de Física a Italia, el pasado lunes, para ofrecerle el encargo de consejero del ministro en lo que concierne a las energías renovables.
"El sol es una fuente de energía fenomenal. La energía solar que cae en un desierto en un año equivale a la que se obtendría en ese desierto si lo cubriéramos con una capa de petróleo de 20 centímetros. Otro ejemplo: consideremos un país como Arabia Saudita, rico de petróleo pero también de sol.
Bien, la cantidad de energía solar que cae sobre el territorio nacional es mil veces la producción de petróleo de todo el Estado. Mil veces. Bastaría cubrir con espejos un milésimo de la Arabia Saudita y obtendríamos el mismo aporte energético de todo el petróleo producido por ese país".
Ud. habla de espejos, no de paneles... "Cierto, porque la energía solar que yo considero no es la que hemos visto hasta hoy. Por dos motivos: el primero es que, desde un punto de vista energético, el fotovoltaico es demasiado costoso de realizar. El segundo es que todo depende completamente de las horas de sol y de los caprichos del cielo: de noche o cuando el tiempo no es bueno no sirve de nada. La energía solar de la que hablo yo, es la termodinámica: un espejo que, como el de Arquímedes, recoge el calor del sol en un tubo receptor lleno de un líquido especial que alcanza unos 550-600 grados centígrados y lo conduce hacia un recipiente aislado térmicamente que es, a todos los efectos, un deposito de energía. Esta es la gran diferencia: el calor que he almacenado puede ser liberado, también durante la noche o cuando el cielo está cubierto. Es una acumulación de energía a muy bajo costo. En este punto es suficiente conectarla a una turbina como las que ya se utilizan hoy en las centrales a gas y el juego esta hecho: la energía del sol se convierte en energía eléctrica.
Y es precisamente esto lo que sucede en España, en las nueve instalaciones de 50 Megawatt de potencia en fase de construcción y por un costo de 200 millones de euros. "Un kilómetro cuadrado de terreno cubierto de espejos", dice Rubbia, precisando que se trata del único impacto ambiental del sistema. "El líquido que usamos es una mezcla de sales fundidas, nitratos de sodio y de potasio que alguien llama "Sal de Chile"; es un fertilizador a bajo costo (un euro el kg.) que se funde a 100 grados, pero que a temperatura ambiente se solidifica inmediatamente. No tiene ningún impacto ecológico y en el caso de pérdidas, se forma una capa solida que puede ser removida con facilidad.
A lo sumo crece la vegetación: mas verde que ahora..."
Sin embargo, la energía solar termodinámica no figura entre las energías renovables, que cuentan con el "certificado verde". O por lo menos todavía no. "Esto es lo que me espero de Italia. Porque este tipo de energía solar sería el catalizador en grado de producir una verdadera reacción en cadena industrial. La ley establece, efectivamente, que una cuota de la energía utilizada por una industria debe provenir de fuentes renovables certificadas. Esto es lo que sucede con la energía fotovoltaica y la eólica, pero no con la termodinámica. Es un contrasentido: porque de estas fuentes solo la termodinámica tiene las cartas en regla para convertirse en una fuente de energía para el futuro. No solo eso, si el gobierno reconociera el certificado verde, las empresas empezarían a solicitar la energía solar termodinámica y aumentando las solicitudes, disminuirían los precios. En otras palabras, además de tener energía, a bajo costo y no contaminante, podríamos crear empresas en condiciones de producir todo lo que se necesita: espejos, depósitos y conductos de alta calidad que las pequeñas y medianas empresas italianas, de las que Italia es rica, podrían realizarlos perfectamente".
Esto es lo que desde ahora en adelante el Nobel de Física dirá a Pecoraro Scanio en su nuevo cargo de consejero para las energías alternativas. Un cargo importante, pero que el mismo Rubbia trata con prudencia. "Estoy contento de que Italia me haya llamado y he notado mucha atención por parte del mismo ministro sobre estos temas. Pero no basta. Es necesario que cada uno haga su parte: el gobierno, los científicos, los industriales. Todos debemos entender que si no perdemos más tiempo podemos convertirnos, junto a España, en los poseedores de una tecnología que dentro de pocos años será exportada en todo el mundo. Con una consecuencia inevitable: que si no nos movemos enseguida, dentro de algunos años nos encontraremos con la energía solar termodinámica "Made in China".
Rubbia agrega, a este aspecto puramente económico, otro aspecto: "En estos días (ayer n.d.r.) se celebran dos años de la entrada en vigencia de Kyoto y hace una semana en Paris, han presentado el informe de la Onu, más allá de cualquier duda razonable, se dice que el cambio climático es ciertamente (al 95 %) debido a la acción del Hombre, o mejor dicho, a las emisiones de gases ligadas a sus actividades. Quizás, aunque con retraso, hemos entendido finalmente que lo que estamos haciendo con el Planeta y su clima es un inmenso experimento global. Con un detalle que no se puede pasar por alto: que dentro de la probeta de ese experimento estamos nosotros, todos nosotros. ¿Tiene sentido seguir por este camino que hemos recorrido hasta ahora? ¿Queremos de verdad ver como terminará? ¿O no es mejor que empecemos a construir alternativas?".
También porque el petróleo tiene los años contados: no importa si serán cuarenta o cincuenta. La certeza es que antes o después se acabará. ¿Y entonces?
"Las alternativas son dos: la energía solar y la nuclear. Pero no las que hemos conocido hasta ahora. La solar de la que yo hablo es precisamente la termodinámica. La nuclear es la que todavía no hay. La nuclear segura o, mejor dicho, la nuclear de fusión. Tenemos que innovar, no tenemos elección. Muchos consideran estos discursos una utopía. Pero el deber de los científicos es este precisamente: tomar las utopías y transformarlas en realidad. ¿Si no para que estamos?".
de Luca Landó
17 de febrero 2007