SALERNO, ENTRE EL TRIPLE CRIMEN Y LA MAFIA DE LOS MEDICAMENTOS
El eslabón encontrado
Otros tiempos. Salerno sonríe en una foto inédita. En 2008 fue detenido por tráfico de efedrina.
Con la detención del ex comisario, socio de Ferrón, empieza a aclararse el vínculo entre la causa que investiga Oyarbide y los asesinatos de General Rodríguez. Las pruebas y las sospechas.
Por Lucas Cremades
Cuando el 7 de agosto de 2008 tres empresarios aparecieron asesinados en un zanjón de General Rodríguez, la justicia argentina se encontró con el que sería uno de los entramados delictivos más importantes de los últimos tiempos: la mafia de los medicamentos. Así comenzó una investigación que intenta descabezar una red de laboratorios, farmacias, obras sociales, comerciantes e intermediarios, diagramada para comercializar remedios presuntamente adulterados.
Tal vez por tratarse de una hermandad mafiosa desde un principio la investigación por la mafia de los medicamentos se mantuvo al tanto de lo que investigaba la fiscalía de Mercedes en torno al triple crimen.
Finalmente, luego de dos años y medio de intensas averiguaciones que incluyeron cientos de allanamientos y decenas de detenciones, el supuesto nexo entre aquella triste versión de los cuerpos rematados a balazos de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón y la megacausa por la mafia de los medicamentos empezó a clarificarse el pasado 1º de febrero, cuando el juez federal Norberto Oyarbide ordenó la detención de José Luis Salerno, ex policía bonaerense y socio de Damián Ferrón.
La detención sirvió para atar cabos sueltos. Salerno había sido señalado por la viuda de Ferrón, Mariela Izquierdo, en una entrevista con Veintitrés un año después del triple crimen: “Ellos (N.de R.: por Salerno y Ferrón) vendían medicamentos a los geriátricos y a muchas obras sociales, como OSBA. Damián levantó la farmacia Fharmaz Group SRL, que tenía Salerno. Cuando mi marido desapareció, lo llamé para saber si sabía algo y me dijo que no. Después de que encontraron la camioneta con el arma a nombre de Sebastián Forza, volví a llamarlo y me dijo que no lo conocía. Mintió: desde hacía tiempo tenía contactos con él. De hecho, Forza les regaló un reloj de una marca importada a él y a mi marido”, sostuvo. Junto a Ferrón, Salerno había vendido oxicodona a la obra social de la Bancaria a través de Fharmaz Group.
En esta oportunidad, Salerno fue detenido por estar acusado de vender drogas adulteradas y vencidas, muchas de ellas robadas del hospital Posadas de Haedo. Por la misma causa, ya hay una decena de detenidos, entre los que se encuentran el secretario general de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, su esposa Paula Aballay, la ex directiva del Policlínico bancario Susana Fiona y el empresario Néstor Lorenzo, a cargo de la droguería San Javier.
Salerno fue separado de la fuerza en el 2008. Poco después del asesinato de su socio, supo sacar provecho de este cúmulo de relaciones e incursionó en otro negocio: la venta de anabólicos. Un circuito igual de provechoso del que también supo formar parte Ibar Esteban Pérez Corradi, preso en Ezeiza por narcotráfico. A la vez, Pérez Corradi está mencionado tanto en la causa del triple crimen de General Rodríguez –como posible autor intelectual– como en una tercera causa, la que investiga el tráfico de efedrina. Para dichos negocios, Salerno creó la firma Tecnofarma y la droguería Rivera. Esta ecuación de crear droguerías sin ser habilitadas para proveer medicamentos adulterados, es otra de las características de este circuito mafioso.
Junto a Salerno fueron detenidas otras seis personas: la jefa del Depósito de Medicamentos del hospital Posadas, Susana Gianassio; Gastón Conet, quien elaboraba productos para Salerno; Víctor Méndez –considerado por la pesquisa como alguien muy influyente-, que hacía negocios con Salerno, Elena Biancovich, de quien (a través de escuchas telefónicas) se supo que trabajó con el ex policía en la firma investigada Pharma Group y Jonatan Rivera, que cierra el clan como dueño de la droguería en la que operaba Salerno, que por cierto no tenía ninguna habilitación. En total, fueron trece procedimientos policiales luego de que se descubrieran “cinco mil cajas de medicamentos vencidos” –según Oyarbide– en el hospital de Haedo y en otros lugares más.    
La maniobra consistía en darles salida del hospital a los medicamentos próximos a vencer o los que ya estuvieran vencidos para luego ser rotulados nuevamente “por empleados de Salerno” –según fuentes de la causa– con una fecha de caducidad posterior y reinsertados en el circuito ilegal.
En relación a estas detenciones y al vínculo de esta causa con la del triple crimen, Oyarbide sostuvo que “la autoridad judicial que investiga el triple crimen ha solicitado material de mi investigación y yo, a su vez, le he solicitado lo mismo. Hay llamativos entrecruzamientos de llamados de ciertos protagonistas de mi investigación con aquellas personas que fallecieron. Esos cruces se realizaron en los días previos al fallecimiento de esas tres personas” aclaró el juez.
En octubre de 2008, Salerno fue detenido por el ex Juez de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, por el desvío de efedrina a carteles mexicanos. Luego fue liberado por falta de mérito. Casi simultáneamente, el fiscal de Mercedes que investiga el triple crimen, Juan Ignacio Bidone, lo citó a declarar como testigo. Pero nunca lo indagó. Hoy guarda silencio tras las rejas.
Mientras tanto, la saga mafiosa acumula –además de miles de pacientes oncológicos damnificados- tres mil cuerpos y 60 mil fojas en el despacho de Oyarbide. En ellas podrían encontrarse más vinculaciones con el triple crimen de General Rodríguez. De a poco va quedando claro que la justicia guarda un lugar para todos.
http://www.elargentino.com/nota-124917-medios-120-El-eslabon-encontrado.html