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12chapogDespués del escarnio internacional recibido por el gobierno mexicano por la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal del Altiplano el 11 de julio pasado, Enrique Peña Nieto necesitaba la recaptura del capo del cártel de Sinaloa, como el buzo necesita el oxigeno. Eso explica el tono triunfalista del Presidente al anunciar la captura del huidizo narcotraficante con la frase “Misión cumplida”.
Pero el triunfalismo presidencial está fuera de lugar. Trata de vender el mensaje de que con la detención de 98 de 122 “objetivos prioritarios”, entre ellos “El Chapo”, se disminuye el tráfico de drogas y la violencia que acompaña el despliegue del narcotráfico y otros negocios ilegales. Incluso el mismo “Chapo” Guzmán lo admitió en la entrevista al actor Sean Penn: “(…) el día que yo no exista, no va a disminuir de ninguna manera en absoluto” el tráfico de drogas.

Y esto es así porque el narcotráfico es más que un asunto moral o de salud pública, es un negocio ilegal y violento para acumular capital, pero al fin negocio.
En su reciente libro sobre lavado de dinero, el consultor internacional Edgardo Buscaglia reveló que las mafias mexicanas generaron ganancias por 514,259 millones de dólares (MDD) entre 2003 y 2014. Cada año los distintos negocios del crimen organizado generan más de 51,000 MDD de ingresos. Como nos recuerda Buscaglia, hay que precisar que el narcotráfico es uno entre 22 negocios que llevan a cabo las organizaciones del crimen organizado, aunque es la más lucrativa, pues genera entre 45% al 52% del total de las ganancias. Con estas estimaciones, solamente el tráfico de drogas (que es el negocio al que se dedica “El Chapo”), produce anualmente entre 23,000 MDD a 26,000 MDD.
Eso coloca al crimen organizado como una de las actividades más importante del país para acumular capital. De acuerdo con cifras oficiales, las actividades económicas que más divisas generaron en 2014 fueron: industria automotriz con 109,395 MDD; la electrónica con 77,238 MDD; actividades petroleras con 42,586 MDD; las remesas con 23,645 MDD; explotaciones mineras con 17,053 MDD y el turismo con 16,258 MDD.
Basta mirar el volumen completo del tamaño del negocio del crimen organizado para deducir que una forma de acumular capital de tal tamaño no se va a detener por la captura de un capo, así sea “El Chapo”. Además de las razones económicas, pues la mayoría de ese dinero se mete a la economía formal, hay razones políticas para sostener que nada pasará con la captura de “El Chapo”. Para llevar a cabo sus actividades, las organizaciones del crimen organizado deben pagar al Estado entre 20% a 35% del total de sus ingresos, de acuerdo con el mismo Buscaglia. En consecuencia, los funcionarios y políticos mexicanos reciben del crimen organizado entre 10,000 MDD y 18,000 MDD anuales.
De modo que el narcotráfico y los otros negocios ilegales para la acumulación de capital, no sólo sirven a la economía formal, tras pasar los circuitos del lavado de dinero, sino que son esenciales para el funcionamiento regular de la política profesional. El narco y sus capos siguen funcionando no sólo por su astucia, sino porque el capitalismo y el Estado lo requieren para su reproducción.
http://opinion.informador.com.mx/Columnas/2016/01/13/el-chapo-y-el-negocio-del-narco/

 

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