GUANTÁNAMO: LA ABERRACIÓN SUBSISTE
El presidente Barack Obama debería honrar su palabra, cerrar la prisión y juzgar a sus detenidos en tribunales federales
Viernes 06 de mayo de 2011
A pesar de las promesas electorales realizadas en enero de 2009,
en el sentido de que su administración iba a cerrar la prisión de Guantánamo, creada en 2002 por su predecesor, y juzgar a todos sus detenidos a través de los tribunales federales de su país, Barack Obama ha mantenido esa cárcel abierta y a sus prisioneros a expensas de los tribunales militares. De este modo ha incumplido también su promesa adicional de transferir a los detenidos de Guantánamo a una cárcel especial en su propio estado, Illinois.
Hasta hoy, tan sólo siete de los varios centenares de prisioneros alojados en Guantánamo han sido juzgados y condenados: apenas el uno por ciento. El propio cerebro de la operación que generara los aberrantes atentados perpetrados contra las Torres Gemelas, Khalid Sheik Mohamed, será juzgado por los tribunales militares mediante el procedimiento de un consejo de guerra, lo que no asegura las garantías del debido proceso legal que las circunstancias requieren, sin perjuicio de lo despreciables que hayan sido los crímenes por los que se acusa a los detenidos.
El alto costo en términos de credibilidad, así como el daño a la imagen de los Estados Unidos derivado de mantener esta situación, son inocultables tanto para el presidente norteamericano como para su propio país. Hace pocos días se conoció información adicional que lamentablemente confirma las sospechas de que en Guantánamo se han consumado y se siguen consumando diversas violaciones a los derechos humanos. Ello mantiene abierto el debate sobre la situación de Guantánamo, donde todavía están detenidos unos 170 sospechosos de ser terroristas vinculados con el fundamentalismo islámico que representarían una amenaza para la seguridad mundial.
Llama poderosamente la atención que la situación de Guantánamo se haya mantenido en el tiempo sin cambios, pese a que la respetada Suprema Corte de los Estados Unidos, en el caso "Hamdan vs. Rumsfeld", decidiera en 2006 calificar la lucha contra el terrorismo como un conflicto no internacional, al que ciertamente son de aplicación las Convenciones de Ginebra de 1949 y especialmente la que establece parámetros mínimos que deben respetarse porque ellos sintetizan y encapsulan la costumbre internacional vigente desde hace muchas décadas en la materia.
En esa importante decisión, el máximo tribunal norteamericano recurrió a las Convenciones de Ginebra a la manera de antecedente obligatorio proporcionado por el Derecho Humanitario Internacional y, por ello, se pronunció específicamente en contra de que los detenidos en Guantánamo puedan ser juzgados por comisiones militares, por entender que sus procedimientos no garantizan el ejercicio del derecho de defensa.
Por todo esto, es de esperar que el gobierno de los Estados Unidos pueda cerrar rápidamente la cárcel de Guantánamo y encontrar la forma de respetar el criterio establecido por su máximo tribunal en la sentencia antes referida, que es meridianamente clara respecto de la manera en la que deben ser enjuiciados todos los prisioneros alojados en ese penal.
Cuando, después de una década de persecución intensa, la operación militar que culminó con la muerte del líder de Al-Qaeda, Osama ben Laden, parecería haber entonado políticamente al presidente Obama, la oportunidad para acelerar el cierre de Guantánamo luce más que propicia.
http://www.lanacion.com.ar/1370937-guantanamo-la-aberracion-subsiste