DEFENDER A TELEJATO, A TODA COSTA
Por Lorenzo Baldo.(Partinico.Palermo.SICILIA.ITALIA)
“Tenemos que defender a 'Telejato' porque es una televisión independiente, y no veo otras televisiones que acusen de forma tan contundente a la mafia. Tenemos que salir a las plazas a defenderla a toda costa, recogiendo firmas y diciendo a los mafiosos, no solo a los killer, sino también a los que están detrás: '¡Mátennos a todos, no solo a Pino, mátenme también a mi y a todos aquellos que defiendan a esta televisión, cueste lo que cueste!'”.
Con estas palabras el director de la revista Antimafia Duemila, Giorgio Bongiovanni, terminó su participación en la conducción del Noticiero de “Telejato”, en la edición del martes 18 de Octubre, junto al director de la emisora televisiva de Partinico, Pino Maniaci.
No fue una simple declaración de solidaridad hacia un periodista que corre riesgo de vida por seguir cumpliendo con su propio deber de información al servicio de los ciudadanos, sino un acto de apoyo fuerte e incondicional hacia Pino, hacia su familia y sobre todo una señal, que llegó a los enemigos más o menos mafiosos desde las cámaras de su TV, “la televisión más pequeña del mundo”. En la sede histórica de calle Crispi 33 se encuentran algunos estudiantes del ITCG Niccolini di Volterra (Pisa). Chicos de 16-17 años que junto a sus profesores participaron de un viaje de estudios en el ámbito de un programa sobre Legalidad. Después de haber estado en la Cooperativa antimafia “Lavoro e non solo” (Trabajo y no sólo eso) de Corleone, estudiantes y profesores llegaron a “Telejato”.
Al comienzo del noticiero Pino Maniaci promocionó el libro “Gli ultimi giorni di Paolo Borsellino” (Los últimos días de Paolo Borsellino, escrito por Bongiovanni-Baldo, de editorial Aliberti) y luego presentó la entrevista a Giorgio Bongiovanni que realizaría posteriormente Salvo Vitale, para la sección especial de profundizaciónde “Telejato”, que saldrá hoy al aire. El amigo fraternal de Peppino Impastato entrevistó al director de Antimafia Duemila tocando las temáticas contenidas en el libro y adentrándose posteriormente en un análisis histórico pasando desde la “revolución” de Peppino Impastato hasta llegar a los mandantes externos de los atentados de Falcone y Borsellino.
Muchas fueron las noticias transmitidas por el Noticiero más largo de Italia (más de dos horas), con una especial y poco habitual atención a las últimas operaciones antimafia, así como con respecto a la mala política en el micro y en el macro sistema. Sobre la cabeza de “Telejato” no sólo penden las amenazas de la mafia (las cuales han costado a Pino tener un servicio de custodia por parte de carabinieri), y las 308 querellas presentadas contra Maniaci por sus servicios “irreverentes”, sino que una ulterior espada de Dámocles está representada hoy por la hipótesis de que la emisora de Partinico cierre sus puertas “por ley”.
Algunas enmiendas de la nueva Ley Financiaria (que establece el balance anual del estado) dictaminan que para las televisiones comunitarias (como “Telejato”) no hay espacio en la digital terrestre. Y es el mismo Pino Maniaci quien explica como están las cosas: “El Ministerio de desarrollo económico se ha reservado el derecho de asignar, como servicio pago, todos los anchos de banda de la televisión digital terrestre excepto, para las tres redes 'Rai', 'La7', 'Sky' y para las sociedades de telefonía móvil, cuyas frecuencias han sido asignadas gratis”.
“En el marco de estas frecuencias que serán asignadas - precisó el director de 'Telejato' – no está previsto para las televisiones comunitarias que se instalen operadores de red y por lo tanto, eventualmente, deberían ser consorcios entre quienes se conviertan en operadores de red para poder hacer entrar a otras emisoras. Esto significa que una televisión local al ser adquirida por los cinco canales famosos (porque operador de red implica tener cinco canales), tendría que realizar el pasaje, haciéndome cargo del pago del “alquiler.” Pero “Telejato” es una Asociación ONLUS y no puede de ninguna manera afrontar el pago de un “alquiler”. “¿Y luego – destacó Maniaci con tristeza – quién asumiría la responsabilidad del pasaje de 'Telejato' que tiene 308 querellas y que es una televisión antimafia, constantemente amenazada? Hemos hecho un recorrido y nadie nos quiere. Primero, han vendido los canales desde el 61 al 69, 'Telejato' es el 62 y por lo tanto ya me han vendido el canal, luego hay toda una serie de dificultades que no conciernen sólo a Telejato, sino también a más de 200 televisiones en toda Italia. Nosotros hemos constituido un comité ‘Siamo tutti Telejato’ (Somos todos Telejato), como para servir de punta de flecha para las demás emisoras, han adherido también la Asociación “Libera” local y todas sus sedes provinciales. Luego contamos con un bufete de abogados que está evaluando la incostitucionalidad de la ley y además estamos elevando el problema a nivel europeo. Nuestra intención es también la de escribirle al Presidente de la República, Giorgio Napolitano”.
Una enésima batalla para Pino Maniaci y para su familia, que es el corazón de “Telejato”. Mientras tanto Pino sigue recorriendo todo el territorio de Partinico (y sus alrededores) desenmascarando las mezquindades del sistema político local, y no sólo éste, haciéndose portavoz de los reclamos de justicia de los simples ciudadanos, al igual que de las asociaciones y entes que se dirigen a “Telejato” para hacer escuchar su propio grito. Pero la ciudad de Partinico está decididamente dividida por la mitad. Por un lado encontramos a esa ciudadanía, más o menos sensible, que espera todos los días el Noticiero de Pino Maniaci casi como si fuese un “acontecimiento”. Como contraste hay todo un universo que gira alrededor de la histórica familia mafiosa de Partinico de los Vitale (el padrino Vito y su hermano Leonardo ya hace años que cumplen la condena a cadena perpetua) y que es abiertamente hostil a la línea de denuncia de “Telejato”. De hecho Michele, el hijo de Vito Vitale, está entre los responsables de las agresiones físicas al director de “Telejato” de hace tres años. Y esto es sólo la punta del iceberg de una vida bajo escolta para un periodista que ha hecho de su misma profesión una “misión”. Frente a esto Pino no retrocede ni un solo paso, y con su habitual desacralizadora ironía toma un micrófono mientras su hija Letizia con su cámara sigue filmando incansablemente para el próximo noticiero.