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27 años de luchas ninguneadas

Por Andrés Volpe, Our Voice de Rosario – 30 de septiembre de 2019

andres volpeDesde que el hombre empezó a tomar conciencia de las consecuencias para el planeta que tiene su estilo de vida, allá por el año 1979, donde se realizó la primer conferencia mundial sobre el clima en la ciudad de Ginebra, se han presentado cientos de estudios científicos, se ha celebrado al menos una reunión anual auspiciada por la ONU sobre la problemática del cambio climático. Oradores de cientos de naciones han dado su parecer, políticas se han trazado, fondos se han destinado a “subsanar” los desastres ambientales que se vienen dando, incluso premios se han entregado a los exponentes más visibles de esta realidad. La industria cinematográfica expuso más de una vez y con gran vehemencia como se vive ya en ciertas partes del globo terráqueo, gracias al letargo en el que caímos.

Más que letargo podemos decir que han pecado por omisión de soluciones concretas, desidia o hasta incluso tener una actitud criminal contra las futuras generaciones.

En el año 1992 y en un evento también auspiciado por la ONU popularmente conocido como “La cumbre de la tierra”, entre medio de tanto discurso vacío de contenido, los líderes del mundo tuvieron la incómoda situación de tener que escuchar a una pequeña niña de 12 años, Severn Suzuki, quien presentaba batalla al asunto como ningún otro adulto lo hizo antes:

“Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones venideras. No podemos soportar no ser oídos.”

Severn Suzuki

“Todo esto está ocurriendo ante nuestros ojos, y aún seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen”.

“No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques, que un día talaron y que antes crecían donde ahora hay desiertos. Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo”.

“Aquí, ustedes son seguramente Delegados de Gobiernos, empresarios, organizadores, periodistas y políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanas y hermanos, tías y tíos, y todos ustedes son hijos de alguien”.

“Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una gran familia formada por seis mil millones de personas. De hecho, una familia de treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso”.

“No olviden por qué asisten a estas conferencias: lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos”.

“Pero no creo que puedan decirnos eso nunca más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.

Con el correr de los años esta situación incómoda se fue transformando en una conveniencia mediática por parte de los altos representantes de las naciones, dando “lugar” y “voz” a los jóvenes, podríamos decir, subestimándolos. Pero hoy los jóvenes no parecen ser aquellos dos o tres pequeños locos que se subían al escenario para hablar de utopías, son una fuerza auto convocada, impulsada por el espanto, que promete multiplicarse y los números lo avalan. Esta última semana participaron jóvenes de 160 países en más de 5000 eventos convocados por la actual figura de esta historia, la joven Sueca de 17 años Greta Tumberg.

Greta Thunberg

El aparato propagandístico del lobbie anti ecológico y muchas veces la ignorancia de ciertas personas intentan desviar el foco de atención sobre el problema que estamos atravesando, hablando sobre los “problemas de salud” de Greta o de que Greta tiene ciertos rasgos étnicos que la excluyen de un reclamo justo. Hasta se ha llegado a decir que Greta tiene vínculos familiares con el magnate George Soros.

Pero dirigiéndonos a la raíz de las circunstancias, hoy sabemos que la escases de agua afecta al 40% de la población mundial y que las pérdidas por desastres naturales alcanzaron los 3.8 billones de dólares desde 1980 según el banco mundial Banco Mundial. “Pequeños” datos para tener en cuenta, solo para algunos distraídos que se hacen eco del discurso oficial. El discurso oficial de personas que creen que los chicos exageran y pierden días de clase, y de algunos estudios más que generosos que creen que el problema lo vamos a tener dentro de 100 años. Hoy sabemos gracias al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), a partir de más de seis mil estudios científicos y preparado por 90 autores y revisores de todo el mundo, que tenemos 10 años para evitar el colapso ambiental y social sin retorno, de escases de alimentos y agua, que provocaría llegar a más de 1.5°C por encima del nivel pre industrial.

El progresivo cambio de conciencia para una sociedad más madura y respetuosa de su casa común choca con algunas iniciativas que creen que la solución solo pasa por pequeñas acciones que unen la recolección de plásticos y colillas de cigarrillos, unido a talleres de “conciencia ecológica” de diversas variantes. Según Greenpeace, 90 empresas son responsables de las dos terceras partes de las emisiones de CO2 en el mundo.

Como vemos, no solo de hábitos viene el problema, este es un momento crucial para unirse a la lucha de jóvenes que enfocan su fuerza contra estas empresas.

no hay planeta b

Por suerte hay muchos referentes del espectáculo que se están sumando y que empujan por su gran influencia en la opinión pública a visibilizar la situación. Por ejemplo, el actor Donald Sutherland en el reciente festival de San Sebastián, en una conferencia de prensa y ante la palidez de los organizadores que prohibieron hablar del cambio climático arranco diciendo:

“Sobre todo quiero hablar del cambio climático, “¿Saben que los chinos utilizan personas para polinizar las flores porque ya no hay abejas? ¿Y se han dado cuenta de que cuando conduces el coche por la carretera ya casi no hay insectos que choquen contra el parabrisas. Y millones de pájaros están muriendo. ¡De eso deberíamos hablar”, prosiguió. Claro que me preocupan otros problemas, como la situación de los refugiados. Lo que está pasando en la frontera sur de Estados Unidos es terrible, claro que sí. Pero es que el cambio climático…” “Miren. Tengo hijos, tengo nietos. Y el mundo que les voy a dejar no es un mundo en el que vayan a poder vivir. Hablo en serio”

Harrison Ford hace una semana en la ONU disparó: "Cuando una habitación de tu casa se incendia, no dices 'una habitación de mi casa se quema', dices 'mi casa se quema'... y solo tenemos una casa"

Políticos, empresarios, gerentes de multinacionales, diplomáticos, etc, son los diferentes actores de este entramado social. Cada uno con un interés particular, desviado de los beneficios colectivos. Desoyendo voces que nos acercan y nos conectan con la abundancia ancestral de la naturaleza misma y que nos traen hacia este presente un sentido de fuerza y esperanza para ahogarse en un solo grito:

¡No hay un planeta B !

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*Foto de Portada: Our Voice.

*Foto 2: www.earthmaven.io 

*Foto 3: www.noticiaspositivas.org 

*Foto 4: www.elcomercio.pe 

REDACTORES

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